Un grupo italiano llega para investigar delitos de un cura que operó en San Rafael y huyó a Italia

Llegarán el sábado por la mañana y tienen previsto un encuentro a las 11.30 en la fiscalía con el fiscal Dante Vega y abogados de Derechos Humanos.

Desde la asociación italiana 24 de Marzo, anunciaron que una delegación visitará Buenos Aires, Mendoza, San Juan y Montevideo para entrevistarse con civiles y testigos en los juicios por los desaparecidos y conocer los lugares donde ocurrieron los hechos delictivos por los que se mantiene prófugo de la justicia el sacerdote Franco Reverberi, que operó en San Rafael.

El sacerdote Franco Reverberi Boschi nació en Parma, Italia. A los once años emigró con su familia a nuestro país. En 2011, a los 74 años, emprendió el regreso a su tierra natal. Esta vez, huyendo de la justicia federal argentina que lo acusa por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar.

Reverberi Boschi fue capellán auxiliar del Escuadrón de Exploración de Montaña VIII de San Rafael del Ejército en San Rafael Mendoza. La historia de su procesamiento por "partícipe secundario del delito de tormentos" es particular. En 2010 se realizó en Mendoza el primer juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en esa provincia. Se juzgó a 24 personas por la violación de los derechos humanos de 73 personas. El sacerdote estaba citado a declarar como testigo.

En el curso de las audiencias, cinco víctimas declararon haber visto a Reverberi Boschi en los calabozos de "La Casa Departamental", un centro clandestino de detención que funcionó en la sede de los tribunales provincial de Mendoza. Los testimonios relatan que el cura estaba presente durante las torturas.

Roberto Flores contó en el juicio que Reverbi Boschi no golpeaba a los detenidos pero presenciaba las torturas, algunas veces con una Biblia en la mano. Sergio Chaqui declaró haberlo visto adentro del centro clandestino. Huego Riera contó haberlo visto en Infantería. Ángel Di Cesare contó que vio al cura vestido con traje de combate y que bendecía las armas con las que se torturaba a los detenidos.

Un testimonio clave en la causa es del Mario Bracamonte. Según reseña un informe del Ministerio Público de la Nación Bracamonte contó que "una tarde, dijo, hubo una golpiza y luego, como tormento, les hicieron secar el piso con el cuerpo, arrastrándose. Era invierno, cuando las temperaturas en esa ciudad suelen bajar de los -10°. En ese momento, explicó Bracamonte, levantó la cabeza y vio a Reverberi junto al oficial de la policía mendocina, enlace con las fuerzas armadas, José Mussere". Bracamonte contó que el cura iba al centro clandestino todas las noches.

Imputado

Reverberi pasó de ser testigo a ser llamado a prestar declaración indagatoria. "En el medio del juicio pedimos suspender la audiencia porque nos dimos cuenta de que iba a ser imputado", contó  el fiscal federal Francisco José Maldonado.

El 24 de septiembre de 2010 Maldonado pidió la indagatoria a de Reverberi. El juez Eduardo Puigdengolas rechazó la solicitud y le delegó a la fiscalía una investigación.

Mientras tanto, el 10 de mayo de 2011 Reverberi Boschi se subió a un vuelo de Aerolíneas Argentinas hacia Roma. Tres meses después el juez Puigdengolas finalmente ordenó la indagatoria. Pero entonces el cura dijo que tenía problemas de salud y no podía regresar. Ahora ejerce su actividad religiosa en la Parroquia Santi Faustino y Giovita de Sorbolo, Parma.

La fiscalía solicitó al juez que pidiera la captura internacional y solicitara la extradicción. El 23 de agosto de 2012 el juez dispuso esas medidas.

"Lo citamos a indagatoria para que ejerza su derecho a defensa. Nosotros consideramos que tiene méritos suficientes y que tiene que formular sus descargos por los hechos por los que está imputado", relató el fiscal Maldonado.

La visita

Las actividades comenzaron este jueves en su arribo desde Italia y se extenderán este fin de semana hasta la semana próxima.

El grupo está conformado por Arturo Salerni, presidente de la Coalición Italiana por las Libertades y los Derechos Civiles (CILD), Mario Angelelli, del Proyecto "Derechos Onlus", Walter Calamita, de "24 de marzo Onlus" y Sofía Ithurburu.

Hay que destacar que Arturo Salerni -en el juicio por el Plan Cóndor- fue el defensor de las familias de Juan Pablo Recagno, Humberto Bellizzi, Miguel Angel Rio Casas, Alfredo Moyano y Mary Artigas (Uruguay), Juan José Montiglio y Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (Chile), Luis Stamponi y Horacio Campiglia (Argentina), y Asociación de Familiares de Desaparecidos y caídos por la Liberación Nacional (Bolivia).

Además, asistió a la Embajada Argentina en el trámite de extradición del sacerdote sanrafaelino Franco Reverberi, y también en los procesos contra el Tte. Cnel. Carlos Malatto, y en contra el Cap. Jorge Troccoli.

A Mendoza llegarán el sábado por la mañana y tienen previsto un encuentro a las 11.30 en la fiscalía con el fiscal Dante Vega y abogados de Derechos Humanos, mientras que por la tarde harán un encuentro con testigos y familiares de desaparecidos de Mendoza antes de partir hacia San Juan, donde seguirán con la agenda durante domingo y lunes.

En San Juan

En San Juan se reunirán con civiles y testigos en los juicios a los desaparecidos en Roma y conocer los lugares donde ocurrieron los hechos delictivos en los que estuvo vinculado Carlos Malatto.

El represor integró la plana mayor del RIM 22, ya que estaba al frente de la Sección Personal. Y aunque dicha área suena al desempeño de tareas administrativas, fue uno de los jerarcas que impartía órdenes para la ejecución de detenciones, secuestros, torturas y desapariciones de militantes durante la dictadura.

Malatto escapó hacia Italia y, aunque parecía que iba a zafar de la Justicia, fiscales de ese país están recolectando pruebas para decidir si realizan la acusación en su contra ante un juez italiano. Para ello, solicitaron los testimonios de 10 personas y fue el fiscal Francisco Maldonado quien recabó las declaraciones y las envió a Cancillería. Además, el representante del Ministerio Público insistió meses atrás con un pedido de extradición para que el militar retirado sea juzgado en Argentina. De esa manera, hay dos embestidas para tratar de juzgar a Malatto, el único miembro del grupo de tareas del Ejército que no ha podido ser juzgado por delitos de lesa humanidad.

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