Martin Hilbert: "El 50% de los matrimonios ya son fruto de un algoritmo que unió a dos personas"

Martin Hilbert, experto en Big Data, investigador alemán de la Universidad de California-Davis y autor del primer estudio que calculó cuánta información hay en el mundo es, además, la persona que alertó sobre las prácticas de Cambridge Analytica en favor de Donald Trump desde la utilización de Facebook.

Su palabra está nutrida no por opinión, sino por un diagnóstico claro y desprejuiciado en torno a la real influencia de las redes sociales. De allí que hablar con él tras los apagones sufridos por las empresas que controla Mark Zuckerberg era central para hundirnos en las novedades intestinas de la Internet más doméstica y cercana a cada uno de nosotros.

Así es que definió que "ya somos cyborgs societales" con empresas que, con nuestro aval, nos escuchan y almacenan cada uno de nuestros movimientos con el mouse, lo que escribimos, decimos sentir y desear. En este punto y sin que nos demos cuenta, advirtió que la mitad de los matrimonios ya son entre personas que fueron acercados o tentados a hacerlo por algoritmos de las redes sociales. "Ya Google y Facebook poseen un gemelo idéntico de cada uno de nosotros", dijo en diálogo con el programa "Tormenta de Ideas", por radio Nihuil, este sábado.

- En un fenómeno que todavía no terminamos de entender y en el que hay muchas versiones, ¿qué sabe usted de este apagón de redes sociales vinculadas a Zuckerberg?

- Yo creo que todavía no saben exactamente la razón. Creo que lo más interesante es que un día antes y después, una exempleada de Facebook dio una entrevista y fue testigo en el Congreso de Estados Unidos para decir "aquí las cosas no van bien". Ella tomó muchos documentos, miles de documentos de investigaciones de Facebook y lo que Facebook sabe sobre lo que va mal y cómo no actúa en base a eso. Lo interesante es que estas dos cosas pararon al mismo tiempo.

- Representa un problema para la empresa o para los usuarios esto que sucedió. ¿A quién perjudica más?

- Las personas están afectadas por las redes sociales hace mucho tiempo y una de las cosas que mostró la exempleada, es que Facebook sabe muy bien que un tercio de los adolescentes se sienten mal con sus cuerpos gracias a Instagram. También dijo que Facebook estima que ellos mismos, solamente actúan entre el 3% y el 5% del odio que hay en las redes y menos de 1% de la violencia e incitaciones son en Facebook. Las personas que lo han usado hace muchos años, y las democracias mismas, cada vez dependen más de Facebook y de otras compañías. Poco entendimos del fenómeno y mucho menos actuamos en base a lo que ya sabemos y qué saben estas empresas también.

- ¿Qué implica que una misma empresa sea la dueña de las tres redes sociales, que por lo menos en Latinoamérica, son las que más se consumen?

- Se ha hablado mucho y se dice básicamente es que hay que quebrarlo. Ahora lo que pide también Frances Haugen después de haber trabajado en Facebook es "no la quiebren". Esta es la idea tradicional del antimonopolio, ya que Facebook seguramente es un monopolio y, entonces, lo que normalmente se hace en un país como Estados Unidos es romperla, fraccionarla, cuando es demasiado grande. Lo interesantes es que su sugerencia al Congreso de Estados Unidos es que no la rompan, porque estos sistemas seguirán existiendo y serán peligrosos incluso cuando se rompan.

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- ¿Qué es lo que nos debería preocupar más de Facebook y todo el conglomerado de redes sociales que representa?

- Varias cosas. El primer peligro es para las democracias. Facebook sabe exactamente lo que está pasando. En 2018 cambió el algoritmo que decide lo que nosotros vemos. Tienes miles de amigos, pero lo que tú ves es lo que el algoritmo te permite ver. Facebook lo cambió y sabía que exactamente que iba a aumentar el nivel de enojo y de odio. Incluso, había partidos políticos de Europa que contactaron a la empresa y le dijeron que "con este cambio de algoritmo que hicieron en 2018 parece que tenemos que ponernos más estrictos". Zuckerberg sabía eso, pero no lo arregló porque la furia y el enojo son muy útiles para sus ganancias. Facebook sabe todo eso, pero no actúa.

- Usted alertó sobre el fenómeno de Cambridge Analytica, que después vimos en películas y pudimos ver la real dimensión de las redes sociales y las agencias que prestan este servicio. Pero igualmente nos aferramos a Facebook. ¿Qué pasa en la sociedad?¿Ya estamos dominados por esta tendencia?

- Sí, ya no hay otra, el mismo hecho que muestra el documental El Dilema Social, que los invito a verlo si no lo han visto. No hay escape. El fenómeno va mucho más allá de lo que conoces, aún cuando no tuvieras una cuenta en Facebook, ellos tiene una cuenta sobre ti y Google lo mismo. Google está monitoreando más del 80% de las páginas que existen en Internet. Entonces no importa si no tienes una cuenta de Gmail o Youtube, que son todas las empresas de Google. Tampoco importa si usas Google Maps, porque el 80% de las páginas a las que vas Google las está mapeando. Facebook la verdad es que todavía es muy chico comparado con Google. Le estamos pegando mucho, pero está monitoreando sólo el 25% de las páginas web. Entonces lo que subes a Facebook o Instagram es sólo la crema encima de la torta. La torta es cada paso digital que estás haciendo y cada movimiento de mouse, cuánto tiempo te quedas, todo eso. 

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Lo que tienes en tu bolsillo, el teléfono celular, arrastra cada milisegundo dónde estás y el patrón de tu movimiento es único, tan único como tu ADN. Teniendo un celular en el bolsillo dices todo sobre quién eres, porque realmente nadie se mueve como tú. Entonces de todo esto combinado, en América Latina nos hace campeones de redes sociales con tres horas conectados. En Europa y Estados Unidos solamente son dos horas. La crema encima de la torta es muy grande y también la torta con una conexión constante, porque se arrastra mucho y se sabe mucho sobre las personas. Ahora el genio no se va a volver a la lámpara. Puedes apagar Facebook, eliminar tu cuenta, pero la verdad es que tendrías que irte al desierto o a la cordillera y nunca más estar en contacto con ninguna cosa digital. Eso significa que no hay dinero. Vas a seguir siendo humano, pero bajo ninguna circunstancia puedes argumentar que estás coevolucionando con esta sociedad. 

A nivel de sociedad ya nos hemos fusionado con esta tecnología, no podemos apagarla. El 50% de los matrimonios empiezan cuando el algoritmo sugiere que dos personas deberían juntarse y después tener hijos. No hace falta el chip en el cerebro, que va a venir, pero ya somos cyborg societales. Ahora la pregunta es cómo podemos regularlo y cómo podemos vivir con ello, pero ese es un problema con cada nueva tecnología.

- Hablamos de las empresas, pero también tenemos que pensar en China, en Wechat y todos los otros sistemas centralizados que son lo mismo. Hablabas recién que estas redes son capaces de memorizar nuestros movimientos y conductas. ¿En algún momento cuando quienes nos apaguemos seamos nosotros, van a poder simular nuestra existencia?

- ¡Ya la están simulando! Google tiene un pequeño gemelo digital tuyo que están manipulando y que están jugando con él. Facebook tiene un gemelo digital tuyo también. Te están simulando. Una cosa muy interesante es que Siri y Alexa te tiene que escuchar todo el rato, si no cuando dices "Alexa" no te escucharía. Tienes que tener el micrófono encendido en todo momento. Te escuchan todos los días. Ahora, la pregunta es si usan estos datos o no usan estos datos para analizarte, porque escucharte ya te están escuchando, obviamente. Las empresas siempre dijeron que no, que no lo están almacenando y no lo están usando. O sea: lo que tú le dices a tu señora en la cocina lo están escuchando, pero dicen que no lo usan para el análisis. Resulta que hicieron estudios y no hace falta escucharte, porque quizás te ha pasado que le dijiste algo a tu pareja en la cocina y al día después ves un comercial que se trata exactamente de eso. Entonces dices "¡me han escuchado!", porque Alexa o mi celular me estaba escuchando. Pero realmente no hace falta porque tu paso digital, lo que has estado revisando en Internet o recibiendo emails o enviando, que es lo que Google analiza, es suficiente para saber lo que dijiste a tu señora anoche en la cocina. Ya sabe lo que le vas a contar a tu señora. Porque estos gemelos digitales son muy buenos en su nivel de precisión, pero no sólo es Google y Facebook. 

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Por ejemplo, Amazon se hizo la empresa minorista más grande del mundo porque manda cosas cerca de tu casa ante de que estés pensando en comprarlas. Así redujo su inventario y se hizo una empresa mucho más productiva porque pudo reducir sus almacenes. Eso porque puede predecir lo que tu vas a querer la semana que viene, porque te conoce muy bien. Estas simulaciones ya existen.

- Qué tan cerca estamos en que todo este sistema se convierta en una especie de Skynet, haciendo una referencia a la película Terminator. Que tome conciencia de sí mismo todo este sistema de inteligencia artificial y que se nos vuelva en contra al riesgo de ser aniquilados.

- Es una muy buena pregunta. Ahora digo que estoy trabajando en este tema hace mucho tiempo. En la Cepal (Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina) llevamos más de dos décadas investigando eso. Sabes que la pregunta va muy profundo, sobre la consciencia. Estas máquinas computan, pueden pensar mejor que nosotros y en la lógica nos sobrepasan. Son más inteligentes que nosotros en muchos aspectos. También están dominando nuestras emociones. Todos estos peligros que tenemos de la salud mental, la polarización democrática y política. Ahí nos agarran en nuestras emociones, en lo peor de nosotros, en los pecados capitales nos agarran. Ahora si resulta que el humano es solamente una máquina de pensar y de sentir, el futuro no se ve muy bien para nosotros. Porque hemos creado una especie que está compitiendo con nosotros. Ojalá que la consciencia humana sea más que un proceso de computación, que signifique pensar y sentir, porque si no, el futuro no se ve muy bien la verdad.

- La pandemia nos encerró con nuestras familias y también con las redes sociales como grandes confidentes. ¿Eso sirvió para bien o nos hizo peor?

- Creo que se hizo peor, pero de vez en cuando te tiene que ir peor antes de conseguir mejorar. Obviamente no estuvimos dando cuenta de nuestra dependencia de esta tecnología, pero también nos dimos cuenta que no nos hace muy bien. Yo escribí un artículo que se hizo bastante famoso que se llama "Distanciamiento de redes sociales", porque el distanciamiento social nos llevó al distanciamiento de las redes, porque estuvimos sintiendo la ansiedad que están catapultando las redes. El miedo, la esperanza, las fake news. Piensas que "podría ser verdad haber un medicamento que me podría proteger". Hemos visto en persona como nos están manipulando y cómo es demasiada la dependencia que tenemos de estas redes. También hemos hecho un trabajo en la Cepal usando los datos del propio Facebook. Saben muy bien en qué está interesada la persona y una pregunta es qué hace en su tiempo libre. Está escuchando música, haciendo ejercicio, jugando a la pelota. Una cosa que nos dimos cuenta es que el interés en meditación se ha triplicado en cada país de América Latina durante el primer año de pandemia. En 2019 eran el 5% de la sociedad y al final del 2020 llegan a ser más del 15%. Eso nos pasó en cada país, con mujeres 20% y hombres 10%, las mujeres siempre más avanzadas, y eso fue porque que la gente básicamente apaga las redes que son extensiones de la mente y la meditación es un campo muy grande para conocer tu mente. Si no podemos manejar nuestra propia mente, cómo vamos a manejar estas extensiones de la mente que son super inteligentes.

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