Videos: Cali, bajo el asedio de "malones" indígenas en barrios de clase media

Integrantes de la Minga llegaron hasta el barrio Solares de Pance, en el sur de Cali, e ingresaron a la fuerza, armados con machetes y armas caseras. En quechua, la palabra "minga" o "minka" hace referencia a la reunión de diversos actores, saberes y herramientas en busca de un objetivo común. En Colombia, es el nombre que adquiere la movilización de los sectores indígenas que se han sumado a las protestas urbanas que se originaron el 28 de abril en contra de una reforma en los impuestos impulsada por el presidente Iván Duque, pero que no se frenó cuando esa iniciativa fue retirada.

El estallido social parece no tener freno y también desde la Minga denuncian que los repelen armados. Es que la reaparición de la violencia en las ciudades, que este fin de semana el expresidente Álvaro Uribe denominó "guerrillas del narcoterrorrismo urbano" durante su diálogo con el programa "Tormenta de Ideas" por Radio Nihuil de Mendoza, está generando la reorganización de vecinos que se autodefienden, denunciados desde las organizaciones manifestantes como "paramilitares".

El caso emblemático de un barrio de clase media de Cali conmocionó a colombianos residentes en Mendoza, que informaron a Memo sobre los detalles de los sucesos que involucraron a familiares como víctimas.

Violencia en Colombia: Grabois y una delegación del Frente de Todos va en apoyo de los manifestantes

En el caso particular de Solares de Pance, una camioneta que transportaba indígenas empezó a golpear el portón principal del lugar, mientras los residentes intentaban detener el ingreso con vehículos atravesados al otro lado del pórtico. 

Después de varios intentos y golpes del camión, la puerta logró ser vencida y la Minga ingresó al conjunto habitacional. Luego, se generó un caos: los vehículos del lugar fueron vandalizados e, igualmente, los indígenas destruyeron los vidrios de la portería, al tiempo que invadían casas particulares y amenazaban al resto con registrar casa por casa, al considerar "ricos" a profesionales trabajadores, lejos de una condición de riqueza.

Todas las imágenes del hecho quedaron grabadas por un dron y por vecinos del lugar:

Así quedó el lugar:

Este es el testimonio de uno de los vecinos agredidos, familiar de unos colombianos que están trabajando en Mendoza. Así se lo contó a Memo:

En este lugar, los vecinos no se defendieron, sino que enfrentaron a los invasores solo con reproches, y recibieron piedrazos y golpes como respuesta.

Osvaldo, uno de los colombianos residentes en Mendoza, contó que "ahora la zona está custodiada por el Ejército, pero no hay derecho a que se distribuya violencia por todas partes, sobre todo en un barrio con gente que trabaja todos los días y que para nada somos 'ricos', como ellos nos califican".

Más impotencia a la impotencia vecinal

Los vecinos del barrio atacado dieron cuenta de que esta modalidad pone bajo el terror a todo Colombia y tal vez, creen, sea el objetivo final de los atacantes: que cunda el miedo.

Suministraron a Memo el testimonio de policías que no podían hacer frente, igual que los vecinos, a los "malones": la relación es de uno que quiere defenderse contra 50 atacantes embravecidos. "Llegan como drogados. Un vecino no tiene ni quiere usar armas. Pero si las usa el policía no se sabe si es peor para él porque recae todo el peso de las acusaciones, tan solo por cumplir su labor", señaló un colombiano que reportó los testimonios a este diario:

El huevo o la gallina

Las organizaciones denuncian represión. El Gobierno señala que la gente que no adhiere a las protestas reclaman protección, y reprime. 

Álvaro Uribe: "Colombia sufre una gran violencia del narcoterrorismo"

Los argumentos de los insurrectos organizados por partidos y entidades nucleadas en la izquierda colombiana, son los que podría tener cualquier argentino: el desmanejo de la pandemia y el retraso de las vacunas.

Uno de los líderes de las marchas, Luis Emil Sanabria Durán habló en exclusiva con Memo este fin de semana y explicó la diversidad de motivos que encuentran para manifestar. "La bronca es por la reforma tributaria, que fue la gota que rebalsó el vaso de la tolerancia del pueblo colombiano. Este año se ha evidenciado el manejo inadecuado de la pandemia por parte del gobierno nacional. Cerca de 500 muertes al día ocurren por la pandemia en Colombia, el retraso de las vacunas, pero sobre todo el privilegiar haciendo uso de la situación de crisis generada por la pandemia, de los decretos de excepción, el gobierno utiliza los dineros, en lugar de apoyar a las empresas privadas, a las pymes a las medianas empresas y al agro colombiano", dijo.

Por su parte, el expresidente Uribe, en diálogo con los periodistas Gabriel Conte y Santiago Montiveros por Radio Nihuil diferenció a "los vándalos" que organizan ataques como el de Cali o los que se han registrado en Bogotá y otras ciudades, de los que protestan, a quienes dijo respaldar. En este sentido, Uribe se salió de su esquema de no hablar de mandatarios de otros países y le respondió a las críticas que por Twitter hizo el presidente argentino Alberto Fernández. 

Luis Emil Sanabria: Qué es exactamente lo que caldea los ánimos en Colombia

"El presidente Fernández está mal informado, para decirlo con todo respeto. Este es un país que tiene unas fuerzas armadas democráticas que nunca han estado al servicio de dictaduras. Quienes han fallado en nuestras fuerzas armadas han sido juzgados severamente y condenador severamente. Acá han atacado a más de 700 policías. Lo que han hecho aquí es de terrorismo, de truhanes, de vándalos. El fiscal dice que están analizando tres casos en los cuales pudo haber participado la policía. Si hay excesos de la fuerza pública, eso se denuncia y se condena, pero lo que acá ha habido es una acción terrorista premeditada muy grande. Esto no se le puede entregar al terrorismo. Esto no puede ser ni la tercera Cuba ni la segunda Venezuela, y eso es lo que quieren", expresó.