De la diplomacia de la CIA al profesionalismo de la Secretaría de Estado

La reconstrucción de los poderes democráticos en EEUU en tensión con los poderes fácticos, y una comparación con los delicados equilibrios en otras potencias del mundo. Un artículo de fondo de Alberto Isuani.

Alberto Isuani

A pocas semanas de asumir Joe Biden la Presidencia de EEUU, se acercó en un gesto inusual a la Secretaría de Estado, anunciando que en su presidencia el profesionalismo de la Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores, volverá a conducir la política exterior norteamericana.

Con este gesto estaba reconociendo que la diplomacia de gobierno de Trump no había sido conducida profesionalmente, sino que fue diseñada y ejecutada por la CIA.

Mick Pompeo jefe máximo de los espías fue nombrado canciller. Quizás Trump quería imitar la diplomacia de su admirado Putin, que provenía de los servicios secretos. Condujo bajo la batuta de Trump las típicas melodías ocultas , que no respeta ningún límite en su ejecución. Tampoco responde a ninguna visión estratégica del país, sino que va identificando enemigos que destruirá con las armas que pueda.

En este sentido los asesinato, atentados, mini invasiones y permanente tareas de hostigamiento que películas como "Homeland", o "House of Cards", muestran en toda su crudeza.

Por supuesto que el eje de esa política exterior era convertir a China, en el enemigo principal norteamericano y derribar todos los aliados que esta potencia pueda tener bajo influencia.

Las intervenciones secretas en la guerra de Siria, el asesinato de lideres militares y científicos iraníes en colaboración con Israel, la vertiginosa salida de Afganistán, antes que los talibanes le proporcionen una derrota como la de Vietnam. Las intervenciones armadas privatizadas en Venezuela para derrocar a Maduro y los prestamos fuera de protocolo del FMI para a apoyar a un gobierno amigo, caracterizan estas políticas.

De todos modos el profesionalismo de Biden sabe que hereda un país muy aislado. Los retiros de EEUU del tratado de Pacífico, que dejo a China como jefa de ese acuerdo. La salida del tratado de París sobre cambio climático, de la OMS, Las peleas con Europa por el apoyo que Trump le daba al Brexit, las acciones secretas en Brasil para desbarrancar a Lula y a Dilma Rousseff y apoyar Irregularmente a Bolsonaro y Añez en America Latina.

Biden sabe que está en desventaja , pero cree que debe orientar su política exterior basada en la concepción de Poder Moral o Poder Blando elaborada por de Josep Nye, que puede ser el gran capital de EEUU. La teoría de Nye sostiene que la buena diplomacia, la solidez del sistema institucional de un país y la influencia de su poder cultural, puede ser más eficaz a la hora de resolver un conflicto internacional, que el uso de la fuerza militar .

O sea puede hacer más, en el enfrentamiento contra China para EEUU, Netflix y Amazon, como generadoras de modelos y valores, que un desfile militar mostrando los últimos armamentos. El poder Blando de Nye sostiene que la fortaleza de EEUU está en sus instituciones, su creatividad, su sistema de Justicia, sus intelectuales, su industria cultural, su tecnología y sus métodos de gestión empresaria.

En este sentido se aleja de la teoría realista sostenida pricipalmente por Kissinger, que cree que a la manifestación de poder militar de un país enemigo, hay que contrarrestarlo con un por militar superior (ojo por ojo, diente por diente).

En estos días estamos asistiendo a un hecho que ilumina y le da la razón a Nye, nos referimos al éxito de la Vacuna Sputnik V de Rusia. La confirmación de su eficacia y la voluntad de compartirla con todo el mundo, actúa mejorando el prestigio del régimen Ruso y de Putín y demuestra una mayor fortaleza que invadiendo Crimea .También me pregunto ¿Cuánto poder blando acumuló Dinamarca a partir de su película Borgen, que muestra a los países escandinavos a la vanguardia de feminismo, ecologismo y la construcción de una sociedad multicultural?

Un comportamiento similar le daría a EU la autoridad moral para enfrentar a China, porque será muy dificultoso vencerla en el terreno económico , militar o tecnológico porque ya es imparable .Sino afirmando que sus logros renguean de un elemento básico de nuestra época que es la democracia y las libertades y los derechos humanos, como así también de la solidaridad, valor puesto en la agenda por el papa Francisco.

En ese sentido Biden no hace otra cosa que resucitar a Zbigniew Brzezinski,(uno de los artífices de la Trilateral comisión) que en su libro, "La era tecnotrónica", afirmaba que EEUU no podía enfrentar a la autoritaria Unión Soviética, si apoyaba por otro lado a regímenes militares y autoritarios de derecha en todo el mundo. Esto dio inicio al proyecto de Carter de redemocratización de América Latina y la política de los derechos humanos.

En esa dirección Biden ya dio los primeros pasos reincorporando a EEUU a todas las organizaciones Internacionales de las que Trump se había retirado. Tiró unas bombitas en Siria pero sabe que la intervención norteamericana en ese país fracasó.

También jaquea, al monarca autoritario líder de Arabia Saudita, desarchivando documentos que lo muestran como responsable de la muerte del periodista Khasshogi. Enfrió la relaciones con Israel, porque quiere volver a insistir en crear la patria palestina, y de esta manera reconciliarse con casi todos los países árabes que tienen esta reivindicación como irrenunciable.

Quizás también este revisando su salida del tratado nuclear con Irán y darse cuenta que no puede hacer seguidismos de la política de Israel, que demoniza a Irán, porque es el único enemigo serio que tienen en su patio. Al menos en Irán hay elecciones y no representa un fundamentalismo islámico duro, sino un nacionalismo extremo con el que habrá que lidiar.

En América Latina estaría buscando una salida negociada en Venezuela y relajar las tensiones con Cuba, al mismo tiempo que comprendió que la inmigración de centroamericana sobre EEUU, solo se podrá frenar con desarrollo económico. En esto vuelve a Kennedy con su Alianza para el progreso sostenía que no habrá seguridad, ni paz, sin desarrollo.

La calificación de Putin como asesino, por parte de Biden, no suena muy profesional, pero bueno puede ser un acto insconciente que demuestra lo que verdaderamente piensa. Pero claro que con este criterio habría que descolgar todos los cuadros en la Cada Blanca de los presidentes de EEUU, después de Roosevelt.

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