Plan B: blanquear los nuevos roles que ya ejecutan los municipios
La reforma constitucional se debate en diversos ámbitos y es necesaria. Pero en paralelo hay cosas que ya se renovaron, aunque la letra de la ley que los rigen esté vieja y descascarada: las funciones de los municipios. Los intendentes muy valorados por la ciudadanía, pueden encarar un cambio por encima de las peleas políticas.
El radicalismo mendocino no se resigna a que se deje de lado la reforma de la vieja Constitución provincial, en muchos términos, anticuada y poco útil para construir una nueva realidad, en medio de una crisis económica de la que no se logra salir.
Es el miedo a que se trastoque la institucionalidad lo que vuelve temerosos a jugadores políticos en forma transversal a las fuerzas en pugna. Ninguna está cien por ciento a favor de cambiarla y ninguno, cien por ciento en contra, salvo los que adscriben al Teorema de Baglini y se cuelgan de posiciones extremas para conseguir alguna repercusión o votos distraídos.
Sin embargo, asoma una discusión que podría aparecer como "menor" en categoría, pero inmensa en repercusiones: una nueva realidad para los municipios y, con ello, si se quiere, no solo la autonomía que Rodolfo Suarez propone en la reforma constitucional, sino nuevos municipios, como admite la jueza Gabriela Ábalos que podrían crearse para mejorar la relación entre vecinos y gobiernos, o nuevas regiones, como propone el diputado Jorge Difonso. Y así, mucho más.
Tadeo GZ y la reforma: "Ya no hay más excusas"
Parece haber aquí un punto de coincidencia entre dos protagonistas de la gestión municipal muy apreciados por los ciudadanos de sus comunas: Tadeo García Zalazar y Roberto Righi.
Este último, le propuso al Gobernador que le transfiriera el Transporte. Y en su discurso ante el Concejo Deliberante fue por más: que les pasen a los municipios capaces de administrarlos tareas muy centralizadas por el Estado provincial y que probablemente las municipalidades puedan manejar mejor.
No es que desde Godoy Cruz le hayan dado un aval cerrado, ni mucho menos. Pero García Zalazar invitó al lavallino a sumarse a la discusión de la autonomía municipal que prevé el proyecto de reforma constitucional defendido por el ministro Víctor Ibañez y del que ahora están opinando en el Consejo Económico, Ambiental y Social, pero que debe definir política e institucionalmente la Legislatura.
Righi insiste: "Para descentralizar servicios solo hace falta voluntad política"
Emerge una posibilidad: que los votados por el pueblo para gobernar comunas constituyan una mesa de trabajo. ¿Una más?, podrán preguntarse los que ven con pavor que los "diálogos" se extienden en perjuicio de los hechos concretos. Pero en este caso, el Gobernador sentaría a los hacedores y evaluaría posibilidades claras de avanzar, de pechar en algún tema juntos y con consecuencias palpables para los vecinos, y no discusiones en torno al sexo de los ángeles.
Se tendería otra mesa, pero con platos llenos aunque paladares diferentes. "La discusión se centraría en los recursos y por ello es mejor enmarcarlo en la reforma constitucional", opinan, sin rechazar del todo, voces del oficialismo provincial. Y Righi, por su parte, opina que mejor hacer lo que se puede, aunque vaya en detrimento de lo que se quiere.
En definitiva, los intendentes no son legisladores: cada día tienen una cadena de reclamos en torno a acciones que no siempre están a su alcance o en su jurisdicción y, por lo tanto, deben encabezar una procesión de reclamos ante la Provincia o bien, conseguir los atajos posibles para encarar acciones que no les son propias de derecho, pero sí de hecho.
El pedido de Righi a Suarez: municipalizar los servicios básicos
Está la alternativa de que se avance en una reforma de la también perimida Ley Orgánica de Municipalidades, la 1079, y sobre ellos vienen craneando los concejales radicales en sucesivos encuentros realizados justamente uno de ellos en Lavalle, y otro en Malargüe.
Todo indicaría que los intendentes, muy valorados por los habitantes de los departamentos que gobiernan, tienen mejores (y mayores) posibilidades de encarar nuevas funciones y, probablemente, con menos tiempo de discusión y más poder de concreción.