Escribe en esta fundamental reflexión Isabel Bohorquez: "La noción de lo ético no es absoluta, o no debería serlo. Cada posición dogmática, cuanto más hermética y rígida sea, nos plantea una visión de que es lo que está bien y que está mal y nos deja así, a un lado u otro de la orilla de ese pensamiento. Esa presunta ética ideológica y totalizadora puede justificar incluso la muerte, los asesinatos y la violencia que hoy nos conmueven y nos sacuden. Pueden incluso justificar el atentado contra la vida de cualquier forma y especie".