Saudi Aramco, que salió a bolsa a finales de 2019, obtuvo unas ganancias de 88.200 millones de dólares estadounidenses ese año, las más altas del mundo. Debido a la caída del precio del petróleo, la baja en la demanda mundial provocada por la pandemia de coronavirus y las disputas dentro de la OPEP, las estimaciones sugieren que es poco probable que las ganancias de Saudi Aramco superen los 50.000 millones de dólares este año.