La razón por la que Chile no quiere abrir sus fronteras terrestres

Aunque el momento que vive el vecino país es el mejor de toda la pandemia en cuanto a los indicadores sanitarios, lo que sucede en una zona específica los mantiene en alerta y evitan una apertura al exterior.

Mientras la Argentina anunció una apertura para pruebas pilotos que permitan recibir turistas chilenos desde el 6 de septiembre, al otro lado de la cordillera el ministro de Salud, Enrique Paris, descartó que su país sea parte de esta prueba porque no tienen considerado abrir las fronteras terrestres para la salida de sus ciudadanos y también para el ingreso de turistas.

La decisión llama la atención y genera reclamos en el sector hotelero trasandino, especialmente porque Chile tiene sus mejores indicadores sanitarios de toda la pandemia. Sin embargo, las autoridades señalaron que hay ciertas señales que llaman a estar alerta y no bajar la guardia en este momento de la emergencia sanitaria.

Actualmente el vecino país tiene menos de 500 casos diarios, una positividad cercana al 1%, más del 83% de su población objetivo completamente vacunada y ya ninguna comuna en cuarentena. 

Aunque el panorama parece ideal, hay una serie de señales que han surgido en los últimos días que, de profundizarse, podrían amenazar lo conseguido hasta ahora. 

De acuerdo a lo que indica Emol, una de esas luces amarillas es el leve aumento de casos que se ha registrado desde la semana pasada en la región de Magallanes, zona que ha sido una suerte de "predictor" de los escenarios que han ocurrido después en el resto del vecino país en la evolución de la pandemia.

En esa zona, después de tener cero casos a fines de julio, la semana pasada hubo tres brotes, y ayer se reportaron 7 nuevos contagios, llegando a 48 casos activos. "La Región de Magallanes adelanta un poco lo que va a ocurrir en el resto del país", dijo Enrique Paris.

Otra señal de atención es que, si bien se mantiene la caída de casos a nivel nacional, ha disminuido la velocidad con que esto se está produciendo esa baja.

Otro factor de preocupación es que en los últimos días aumentó la velocidad de contagio (R efectivo), que pasó de 0,89 a 0,91. Y aunque a nivel nacional aún se mantiene bajo 1 -es decir, que cada nuevo caso infecta a menos de una persona-, en la Región Metropolitana (la zona con mayor densidad poblacional) el panorama es distinto, ya que el R efectivo, por primera vez desde junio, llegó a 1.

Un cuarto foco de preocupación es la expansión de la variante Delta. Al otro lado de la cordillera ya se han registrado casos de transmisión comunitaria, lo que indica que ésta ya circula libremente por el territorio. 

Jaime Labarca, infectólogo del Hospital Clínico de la Universidad Católica, "el escenario actual es muy bueno, en términos generales", y que si bien "hay señales de preocupación, tenemos cosas bastante avanzadas e instaladas para contener" la pandemia.

Con ese panorama, y a pesar de los números que manejan, en Chile mantiene su plan de aperturas y cierres con la necesidad de contar con pases de movilidad para poder concretar ciertos traslados.

De ahí, también, que se mantenga la idea de no abrir las fronteras terrestres y mantener el aeropuerto de Santiago como único punto de entrada y salida.

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