Testimonio de un cardiólogo: los porqués del paro de angioplastías y colocaciones de stents
Desde el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas se advierte la necesidad de mejorar las condiciones de intervención en pacientes con patologías cardíacas y de mejorar los salarios de los especialistas.
En agosto, desde el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) anunciaron que durante dos días no se realizarán las intervenciones programadas. En diálogo con Gabriel Conte, Evangelina Argüello y Hernán Bitar en "Tenés que saberlo", por Radio Jornada 91.9, el cardiólogo Diego Guzzanti explicó el complicado panorama que tienen por delante.
"Esto no es nuevo, se viene alertando desde el año pasado, en donde avisamos que había problemas importantes para acceder a los insumos médicos, no es que no estén, sino que el aumento desmedido de los valores y el deterioro de los honorarios médicos han hecho una tormenta perfecta para llegar a la situación de disuasión crítica y casi no poder ejercer más este tipo de prácticas. Eso es lo que el CACI ha alertado, parar dos días en agosto, dos días que no se van a hacer procedimientos intervencionistas programados, no las urgencias, sino los programados", dijo.
El médico advirtió al importancia de los procesos endovasculares y su utilidad al momento de intervenir a un paciente: "Todas las cirugías, con el advenimiento de las nuevas tecnologías ha ido siendo abordada cada vez más por tratamientos endovasculares, por punciones arteriales: en vez de hacer un bypass a corazón abierto, se hacen tratamientos endovasculares en donde se colocan stents coronarios y se hace la apertura de arterias; se hacen reemplazo valvulares aórticos, que antiguamente se hacían 100% por cirugía".
El Dr. Guzzanti.
Frente a esto, explicó que el yodo, elemento principal de las intervenciones, sufrió un aumento del 1300%, mientras que las tecnologías que se colocan están en dólares y han aumentado entre 500 y 600%: "Eso ha avanzado en desmedro que las clínicas cada vez cobren menos, que tengan que ajustar y los horarios médicos sean cada vez menos y estamos hablando de una especialidad de 12 o 13 años de aprendizaje. Hay una tormenta perfecta en donde no se puede aplicar la tecnología, no se pueden atender los pacientes, no se accede a los insumos y cada vez hay menos profesionales que quieran hacer esto. Hay una migración importante de médicos como yo, que tenemos 20 años en esta historia y ahora estamos tremendamente agotados. Es una de las especialidades mejor rentadas en el mundo y acá no hace falta que aclare".
El especialista señaló que no ha habido actualización en esta práctica médica en los últimos años y que debido a los altos costos "estamos empezando a hacer la medicina de 30 o 40 años atrás": "Salió un anuncio que había falta de stents y en realidad el mensaje fue mal interpretado: no es que hay falta de stents, han llegado, pero los financiadores no están pudiendo adquirirlos, no nos llegan y cuando llegan es a valores exorbitantes. Eso las clínicas no pueden sostenerlo. Hoy el 90% está absorbido por las tecnologías y la práctica ha perdido el valor. Se ha alertado a las autoridades nacionales y a todos los financiadores nacionales, provinciales como privados a tratar de resolver esto. Esto es una alerta para ver si se puede evitar".
Guzzanti explicó que muchas veces los familiares y ellos deben enfrentar muchas estructuras burocráticas y que muchas veces los pacientes son derivados a otras alternativas terapéuticas que no son mejores: "Van jugando con el tema de los valores. Si tenés un centro de referencia en una práctica dentro de lo que hacemos nosotros, y sabés que tiene buenos resultados, también disminuye los costos, porque baja la tasa de reincidencia, de complicaciones, de morbilidad, de mortalidad. Pero derivan a otros centros que saben que tiene menos experiencia o hacen otro tipo de abordaje terapéutico solamente por el mero hecho económico. Es lo que está pasando en la Argentina: estamos cada vez un escaloncito más abajo".
Además, se refirió que los prestadores muchas veces utilizan la sensibilidad de los médicos: "Los médicos no podemos vivir esa situación y lo metemos igual al quirófano y estamos 2, 4, 8 horas tratando con el material que tenemos, con lo que podemos conseguir, haciendo lo que sea para que esa persona no pierda la pierna. Usan esa sensibilidad, un procedimiento que seguramente va a ir mal, que podríamos haberlo resuelto en una hora con el material correcto".
El especialista señaló que el mensaje está dirigido a los prestadores y a las autoridades nacionales, que son quienes deberían intervenir en esta situación: "Van a cerrar muchas clínicas porque los números no dan. El mensaje va dirigido a las autoridades nacionales que regulan los entes de salud. Ellos son los que tienen que sentarse con el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas y actualizar los valores".
Finalmente, Guzzanti señaló que muchas veces las licitaciones para un elemento quedan vacías porque los prestadores tienen una cadena de pago perversa que no le conviene a ningún distribuidor y que lo que piden son las cosas que se necesitan, no "estupideces": "Los médicos hemos llegado a que no podemos estar 6 horas en un quirófano con malos resultados siendo que se puede solucionar en 1 hora de cirugía con mejores resultados. Pedimos lo que hay que pedir. A través del mito perverso que detestó de "lo atamos con alambre" que usamos en Argentina, tratamos los médicos de hacer malabares para resolver cosas que no son correctas. Está naturalizado que si sale, bien; y si no, lo lamento. Detrás de esto hay un paciente", concluyó.
