Un diputado "copó" el sexto piso y lo dejó sin oficinas
El curioso reclamo lo hizo el titular de la Oficina de Ética Pública durante su presentación en las comisiones que estudian el Presupuesto 2020.
Gabriel Balsells Miró, titular de la Oficina de Ética Pública, estuvo ayer en el anexo de la Legislatura de Mendoza para participar de la ronda de consultas en las comisiones de Hacienda de Diputados y el Senado. Además de hablar de los 14 millones de pesos que le dieron para funcionar, dejó varias quejas, entre ellas contra un diputado.
El titular del organismo de control creado bajo la administración de Alfredo Cornejo quiere, primero, tener un presupuesto propio porque van en la partida del Senado y dependen de lo que les entreguen. Pero también quiere tener la posibilidad de nombrar personal y tener oficinas, como pequeño detalle.
Es que desde su creación, la Oficina de Ética Pública está funcionando en los rincones disponibles de la Casa de las Leyes, por lo que ayer durante su intervención pidió por lo menos tener un lugar físico en el cual trabajar.
Durante su alocución, dijo -en un tono de queja- que le iban a dar espacio en el antiguo anexo del Senado después de hacer unos movimientos en el sexto piso del edificio de calle Patricias, pero un diputado llegó y "copó" el lugar.
Según pudo reconstruir Memo, el movimiento al que se refería Balsells Miró era el traslado de Contaduría del Senado desde el anexo de calle Gutiérrez al sexto piso del edificio de calle Patricias Mendocinas. Una vez que eso ocurriera, las dependencias que dejaba la parte contable serían para Ética Pública.
Sin embargo, eso no ocurrió porque el diputado Jorge Difonso pidió el ala este del sexto piso para los representantes del Frente Renovador - Unión Popular. O sea, él y su compañero Mauricio Torres.
Ese sector del sexto piso fue históricamente ocupado por los senadores del Partido Demócrata, pero después de que dejaran de tener representación en esa cámara se quedaron sólo con la mitad del piso, el ala oeste, para el uso de sus diputados. Mientras, durante los últimos años, senadores de distintos partidos ocuparon las amplias oficinas que supieron estar asignadas a los gansos.
Sin embargo, en su regreso a la Casa de las Leyes, Difonso fue a pedir esas oficinas -a pesar que ya no es demócrata- y frustró el traslado de Contaduría del Senado, por lo que todo el movimiento que le -por fin- le daría un espacio físico a Balsells Miró se frustró.
El funcionario no ocultó su molestia y por ahora seguirá con su equipo esparcido y sin un espacio determinado para controlar la ética de los trabajadores del Estado.