"¿Se nos va Mendoza?": el MendoExit, en Le Monde Diplomatique
Carlos Gervasoni es politólogo, profesor investigador de la Universidad Torcuato Di Tella y gerente regional del proyecto Varieties of Democracy. En el último número de "El Dipló" abordó el tema con bastante más profundidad y estilo académico que el resto de la prensa.
"Desde una perspectiva histórica y comparativa, lo sorprendente no es tanto el 'independentismo mendocino', sino que las iniciativas autonomistas o secesionistasno sean más frecuentes en la muy inequitativa federación que es Argentina. La desigualdad económica territorial es, de hecho, una de las mayores del mundo: en pocas naciones coexisten distritos tan prósperos como la Ciudad de Buenos Aires, Neuquén, Santa Cruz y Tierra del Fuego, con otros tan pobres como Formosa o Santiago del Estero". Este es uno de los párrafos del artículo de Carlos Gervasoni en Le Monde Diplomatique, "El Dipló", sobre el denominado MendoExit, bajo el sugestivo título: "¿Se nos va Mendoza?".
El país y también la prensa extranjera, hablan con mayor o menor detalle la idea surgida hace una década como concepto más que como acción, y que rebotó con fuerza una vez que fuera utilizada por el exgobernador Alfredo Cornejo para quejarse de la falta de consideración nacional a la hora de enviar recursos federales a Mendoza.
Gervasoni es politólogo, profesor investigador de la Universidad Torcuato Di Tella y gerente regional del proyecto Varieties of Democracy. En el último número de "El Dipló" abordó el tema con bastante más profundidad y estilo académico que el resto de la prensa.
"Seguramente -escribió, en un artículo que merece ser leído completo haciendo clic aquí- las palabras de Cornejo no tendrán mayores consecuencias en el corto plazo. Sin embargo, no puede descartarse que la creciente activación desde arriba (es decir, por parte de élites políticas) de las identidades provinciales haga que en una década o dos los clivajes territoriales ocupen, como en el siglo XIX, un lugar importante en la política argentina. Un secesionismo a la catalana no es probable pero tampoco es imposible. Nuestro país, que desde hace 45 años ha tenido una de las peores performances del mundo en términos de crecimiento, pobreza e inflación, viene generando 'salidas': miles de profesionales han emigrado y muchos argentinos obtuvieron pasaportes extranjeros para ellos y sus hijos. La tendencia de empresas y capitales a buscar costas más amigables es ya evidente. Muchos de quienes no quieren o no pueden salir se 'fugan' del peso cada vez que compran dólares".