Radicales viajaron a Alvear, peronistas en el tiempo, un "diputado cannabis" y el lado B de una traición: la derrota

La política sigue encontrando escenarios de exhibición. Pero algunos se bajan de aquellos en donde podrían no ser bien recibidos. Sucedió este fin de semana y podría seguir pasando. ¿Qué más desnuda el "caso Portezuelo"?

Los dirigentes del peronismo mendocino se quedaron a mitad de camino de la Fiesta Nacional de la Ganadería de las Zonas Áridas, precisamente en la ciudad de La Paz. Eligieron aglutinarse allí, una comuna que gobiernan con Fernando Ubieta, y dejar vacías las sillas alvearenses (aunque enviaron a algunos observadores) porque la fecha cerró perfectamente: se cumplían 103 años del nacimiento de Eva Duarte de Perón, Evita.

Es que tras la traición presidencial a los suyos y a toda Mendoza, la dirigencia peronista que se propuso como puente para "lograr acuerdos" con la Nación, se derrumbó. Quedó en off side al respecto y demostró que no, que no todos los acuerdos son posibles. Y justo se cayó el de la construcción de Portezuelo del Viento.

Así es que prefirieron no tener que poner más mejillas en Alvear, en donde los discursos eran cachetadas contra ellos. De hecho, tampoco asistió ningún representante del gobierno nacional, y se bajó el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, aun cuando tenía la oportunidad de presentar allí el plan Gan.Ar.

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Para los peronistas, entonces, "todo tiempo pasado fue mejor" y la emprendieron con un homenaje a "Evita", encabezado por la presidenta del Partido Justicialista y senadora nacional Anabel Fernández Sagasti, con masiva presencia kirchnerista, mayoritariamente.

Por la mañana, la legisladora nacional tuvo una larga e interesante entrevista con Marcelo Bonelli por radio Mitre de Buenos Aires, explicando su proyecto de "inclusión jubilatoria", sorteando con éxito las provocaciones para enfrentarse al ministro de Economía Martín Guzmán que le hacía el interlocutor. Sin embargo, no le escapó al bulto: "La inflación no está bien y hay que arreglarlo", le dijo a su gobierno.

Hay muchas fotos del encuentro que sirvió de excusa perfecta para no estar en tierras del radical Walther Marcolini:

Radicales viajaron a Alvear, peronistas en el tiempo, un "diputado cannabis" y el lado B de una traición: la derrota

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El "diputado cannabis"

El que lejos de pegarse un viaje aprovechó el avance en el Congreso de la legislación que le da marco a la cannabicultura para sumarse a la Marcha del Cannabis en Mendoza, fue el diputado José María Videla Sáenz, del Frente Renovador Federal (con Milei y también en Cambia Mendoza).

Es quien se sentó junto al gobernador Rodolfo Suarez a diseñar lo que luego fue la ley 9298.

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Habló en el acto invitado por la Agrupación Cannabicultora de Mendoza y habló.

Aun cuando otras provincias han logrado dar pasos más concretos, nadie le quita ser el primero en legislar al respecto y poca culpa le cabe en el retraso de la aplicación, así que disfrutó del momento:

Radicales viajaron a Alvear, peronistas en el tiempo, un "diputado cannabis" y el lado B de una traición: la derrota
Radicales viajaron a Alvear, peronistas en el tiempo, un "diputado cannabis" y el lado B de una traición: la derrota

El factor "derrota" del que nadie habla

Es verdad que lo de Alberto Fernández fue una jugada en favor del peronismo de La Pampa, que gobierna allí desde hace 40 años. Pero hay otras verdade en torno al chasco de Portezuelo del Viento.

Una de ellas, de las que no se habla tanto, es el fracaso del lobby mendocino o, directamente, de su inexistencia.

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Comprobado que el peronismo mendocino no tiene fuerza para arrancarle compromiso alguno para que Mendoza salga del pozo al gobierno nacional de su partido, salvo cargos para sus militantes, también queda pendiente la lección de pensar en torno al poder de la dirigencia local a nivel nacional.

Fue una traición, pero también una lección: la necesidad de construir un lobby mendocino en Buenos Aires, poderoso, plural, múltiple, monolítico.

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