Pasó un mes y Alberto Fernández no sacó a "Dios a atender por todo el país"
En Mendoza anunció, en plena campaña electoral, un "gabinete federal" y "sacar a Dios de Buenos Aires a atender por todo el país". Guaymallén sería, en Mendoza, la "capital alterna" de Argentina.
Armó el gabinete de ministros y uno es formoseño. Primó la tendencia porteñocéntrica. Podrá decirse que es pronto para evaluar a Alberto Fernández, pero su promesa realizada en la bodega Ruca Malén en septiembre del año pasado, en campaña electoral, requería cumplirse en sus primeros decretos: la conformación del equipo de gestión.
"Lo que yo aprendí en la Jefatura de Gabinete es que la Argentina dice ser un país federal que en verdad no lo es. Si no cambiamos la estructura de desarrollo, no vamos a ser nunca otra Argentina", aseguró el entonces candidato, en un acto en el que se generó toda una ola de críticas porque los gobernadores de las provincias peronistas llenaron el aeropuerto de El Plumerillo de aeronaves costosas a su servicio partidario.
El despacho de Dios
"Tenemos que sacar a Dios de Buenos Aires y que atienda en todo el país", dijo entonces. Pero no sucedió. Inclusive, anunció una metodología: "Me encontré con una idea, que hace algunos años esbozó un querido amigo que ya no está, José Manuel De la Sota, que la Argentina tenga una Capital Federal que es la Ciudad de Buenos Aires, pero que tenga capitales alternas, que lo obligue al gobierno a salir de Buenos Aires y conocer lo que pasa en el interior del país", propuso Fernández.
Capitales alternas
En Mendoza esa "capital alterna" sería Guaymallén. Allí hubo otro fail: el mapa que mostró ubicaba al departamento del Gran Mendoza a la altura de Malargüe. En ambos pensaba ganar (en uno con Alejandro Abraham y en el otro con José Barros) pero ganaron los radicales. De todos modos, ninguna de las ciudades anunciadas en la campaña cumplieron el rol de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el primer mes de gobierno.
Gusto a poco
El peronismo no ha dejado de manifestar, en voz baja, sus disconformidades. No se sienten cómodos los gobernadores que no han sido sumados a la gestión y eso se percibe -tal como lo analizó para Memo un exgobernador- en que "nadie sale a poner la cara por Fernández; tampoco Cristina".
Puede ser así o una exageración de un peronista disconforme, pero los hechos van demostrando que el gobierno nacional solo ha convidado algunos cargos de segundo o tercer orden a las provincias, al hermano de tal, al amigo de cual y los que se caían de maduro: Minería para San Juan e INV para Mendoza. Pero en este último caso ni siquiera fue para el sector mayoritariamente referenciado en las PASO en Anabel Fernández Sagasti, sino en un hombre de Martín Aveiro, peronista azul.
De hecho, dirigentes del Gran Mendoza del peronismo que trabajaron en las últimas elecciones, no dejan de quejarse en las redes por nombrar en cargos importantes a "gente que se fue y volvió del PJ muchas veces" y que "en la última elección ni siquiera sabemos por quién votaron", como puede verse de protagonistas de Las Heras o Guaymallén.
El video con el anuncio:
¿Y Suarez con San Rafael?
El candidato Rodolfo Suarez prometió, durante el principal debate preelectoral, que si ganaba atendería "una vez al mes" en un nuevo despacho que se crearía en la ciudad de San Rafael. También pasó un mes de gestión y eso tampoco ha sucedido hasta ahora.