Versus: Mosso criticó a Vamos Mendocinos y Gutiérrez le respondió

Los une el origen militante en el mismo partido, el Demócrata, pero luego los caminos se pusieron meandrosos. Guillermo Mosso sigue siendo afiliado al PD, pero acaba de ser elegido diputado compitiendo en las listas de Cambia Mendoza y cuestionando el "experimento" de Vamos Mendocinos, que confirmó el domingo su fracaso anticipado en las Primarias PASO. Gustavo Gutiérrez es el otro, fue diputado nacional del PD y alto dirigente de esa fuerza, pero se fue y ahora es parte de la Coalición Cívica de Elisa Carrió. Pegó un portazo a Cambia Mendoza tras seis años en que "no convidaran ni un café para charlar nuestras propuestas", tal como ha dicho. Ahora, intentó llegar una vez más al Congreso, desde Vamos Mendocinos, no sin que antes muchos le pidieran que renunciara a la candidatura para permitirle a Cambia Mendoza una mejor performance.

Hoy Mosso volvió a facturarle a Vamos Mendocinos el hecho de presentarse y perder. Tuiteó Lo dijimos en campaña. Si Gustavo Gutiérrez no competía como Diputado Nacional, Juntos por el Cambio tenía un legislador más. Los 38.038 votos de Vamos Mendocinos y mi querido Partido Demócrata, sumados a los 485.149 del Frente Cambia Mendoza, hubieran evitado regalarle una banca al kirchnerismo".

Gutiérrez le respondió, por la misma vía: 

- "Desde Vamos Mendocinos perdimos la elección, pero nos fuimos con la cabeza en alto por no meternos abajo de la falda de un oscuro radicalismo que copia el autoritarismo y desprecio por las instituciones de los K, como vos sí lo hiciste".

- "Les di una propuesta de 10 puntos de calidad institucional y 10 de desregulación y transparencia económica. Ninguno de todos ellos fue contestado. No se hagan pasar por paladines de la moral cuando solo se cuidan el bolsillo".

Mutuamente se acusan de ser funcionales al kirchnerismo, o de actuar en forma calcada. Mientras tanto, muchos intentan definir qué será de cada uno y el Partido Demócrata es el eje: ¿replantearán la conducción en favor de los demócratas que sí ganaron, yendo en las listas de otros partidos o persistirán en la vocación de llevar la "cabeza en alto", ocupando el sexto lugar (penúltimo) en los resultados electorales y sin conseguir representación en las cámaras.