Marcelo Zoloa: De Bela Lugosi al "Taichi-rock"
El cantante, guitarrista y productor musical de Mendoza dio detalles sobre "Lo Azul de lo Verde", su nueva producción experimental ideado para buscar la relajación.
Con más de 30 años en los escenarios de Mendoza y el país, Marcelo Zoloa, habló sobre nueva producción solista para meditar, basado en su práctica del taichi.
En la víspera de su presentación en Mendoza, prevista para este viernes 15 de noviembre desde las 22 hs en Alabama Beer (Gargantini 800, Maipú) el cantante, guitarrista y reconocido productor del rock mendocino, se tomó unos minutos para dialogar con Memo y contar su último proceso creativo "Lo Azul de lo Verde".
¿Cómo surgió esta idea?
Esto viene de alguien que toca la guitarra eléctrica hace 30 años. Hay gente que conoce este tipo de música que me decía que puede haber goce. Quise jugar con los sonidos y también era un desafío, porque los temas duran 10 minutos.
Hice algo conceptual y a la vez expresándome con climas. Practico Tai-chi hace muchos años y pensaba que era fácil, pero es todo una cuestión de sensaciones y colores. No es sólo una nota sostenida, porque puede terminar aburriendo, sino que se trata de transmitir movimientos.
¿Por qué el Taichi?
La realidad es que hace 11 que lo practico y la verdad que lo recomiendo mucho. Muchos lo tomaron como un chiste cuando lo recomendé, pero desde que lo hago me siento más concentrado en los movimientos y conciente de cada parte de mi cuerpo.
Entendí que podés decír mucho con un gesto, con las manos y las expresiones tienen formas muy lindas. Hay nombres de formas que en cierto modo, si indagás un poco, tienen un sentido metafórico y a la vez es muy real.
Además, el taichi le da mucha importancia a la respiración, es como estar meditando en movimiento y me sirve mucho para controlar la respiración al cantar.
¿Como es la relación con Bela Lugosi?
Es mi primera novia y el amor de mi vida. Es lo que me permitió todo esto y lo más importante que me ha pasado en la música. Bela Lugosi me dio la espalda suficiente para darme la posibilidad de lanzarme con 2 discos solitas en el plano folk rock y ahora con esta especie de locura taichi.
Conocí a músicos que admiraba cuando era pibe y me ha permitido tener una carrera de casi 30 años en el mundo musical.
Nadie puede acusarnos de haber sido deshonestos con nuestra música en Bela Lugosi.
También es cierto que uno como artista tiene inquietudes y quiere explorarlas. Creo que todos entienden que hay una búsqueda de mi parte en cuanto a la música y nunca me gustó quedarme atrapado en un estilo. En Bela Lugosi podés escuchar una balada, luego algo de punk-rock y reggae. Hicimos música sin ningún tipo de prejuicios.
¿Cómo vivís el mundo artístico y este debate sobre el financiamiento?
Creo que uno no debe esperar nada del Estado, ni de nadie. Uno cuando crea arte, lo único que tiene que hacer es hacerlo de la mejor manera posible y que sea reconfortante. Si tu viaje pasa por estar en un festival bueno, está bien, como así también si querés ser algo más o menos masivo.
En lo personal, no respiro un aire distinto, sino que hemos tenido la experiencia de tocar en grandes bandas y lo hemos hecho por el puro placer de mantenernos dignos.
La política, en mi opinión es algo que a esta altura deberíamos habernos dado cuenta, que lo único que ha propiciado es el odio y división. En definitiva, los tipos la pasan bien y para la gente es los pobres contra los pobre.
Es como un Gran Hermano, el de Orwell. Estamos totalmente observados. Todo lo que está pasando es público, todo lo que hagas es captado por una cámara y estamos monitoreados desde tanto por el Estado, como por la gente y el público Hay una exigencia muy grande por ser mejor, pero el mundo no es mejor.
Es un tiempo aterrador en cuánto a lo que va a venir y lo que estamos viviendo es tener dementes manejando el barco que es el Titanic y sabemos que se va hundir.
Yo creo que la única manera de lograr cierta felicidad, es hacer lo mejor que puedas en lo que más te gusta, seas albañil o médico.
Para mí, lo que sí importa es que lo hagas en de una manera que pueda servirle al otro.
Yo haciendo este disco de taichi, sentía que podía aportarle algo al otro. Muchos me dicen que les sirve para dormir, relajarse y mi función desde que soy músico ha sido la de tocar la guitarra. Pero me reconforta saber que puedo ayudarle a las personas.La idea es que las personas puedan vivir mejor.
¿Cómo fue el proceso de creativo de Lo Azul de lo verde?
El proceso fue complicado porque me demandó otra preparación para cada tema. Fue como hacer una especie de cortos en términos cinematográficos, por lo que cada tema dura unos 10 minutos.
Fue frustrante en algunos momentos, porque sentía que al partir sólo del sonido, sin letras y sumando acordes, podía costar generar un clima.
Tuve el apoyo de Quique Öesh, que me ayudó mucho en esto. Me apoyé en gente muy talentosa y de alguna manera se fue gestando un concepto atractivo, experimental y que entiendo que ayudará a muchos a relajarse.
Escuchá "Lo Azul de lo Verde", de Marcelo Zoloa: