Estados Unidos le ganó 1 a 0 a Irán en un partido muy simbólico
Enfrentados política e ideológicamente, el partido encarnó un enfrentamiento entre dos culturas.
Estados Unidos le ganó el "clásico" a Irán por 1-0- en la última fecha del Grupo B y aseguró su presencia en los octavos de final, donde se enfrentará con Países Bajos.
El seleccionado americano le arrebató el segundo puesto de la zona al conjunto asiático ante 42.127 espectadores en el estadio Al Thumama, escenario de un enfrentamiento con tensiones extrafutbolísticas latentes en los días previos y registradas en pequeñas conductas durante la agradable noche en Doha.
El cruce entre los seleccionados de países enfrentados en la diplomacia comenzó a levantar temperatura por un gesto de la Federación del Fútbol de Estados Unidos (U.S. Soccer), que hizo una publicación en sus canales oficiales con la bandera iraní modificada, sin el símbolo que representa a Allah.
La Federación de Fútbol de la República Islámica de Irán (Ffiri) elevó un pedido de sanción a la FIFA al entender esa acción como violatoria del reglamento de la Copa del Mundo.
Los integrantes del seleccionado islámico enfrentan desde su llegada a Qatar preguntas incómodas formuladas por la prensa occidental acerca de los derechos humanos en su país, especialmente relativas a la libertad de las mujeres tras la muerte de la joven Mahsa Amini.
El partido se jugó bajo un zumbido constante de los iraníes que sólo se interrumpió cuando el mediocampista del Chelsea, Christian Pulisic marcó el único gol a los 38 minutos.
Los futbolistas del seleccionado iraní finalizaron entre furiosos y desconsolados por un supuesto penal de Carter Vickers a Taremi que el árbitro español, Antonio Mateu Lahoz no sancionó cuando se acercaba el límite del tiempo adicionado.