El Gobierno superó una instancia difícil y espera la aprobación del nuevo crédito para los próximos días

Una fuente vinculada al Gobierno lo dijo con claridad: "El miércoles pasado la dejamos muy sola a Patricia Bullrich, a cargo de toda la responsabilidad, creyendo que ella podría con todo. Y la verdad que nadie puede con todo". Pero la gestión libertaria suele aprender de sus errores, y rodeó el operativo de Seguridad con una cadena de respaldos.

La dejaron a ella con las conferencias de prensa y el vínculo mediático en general, pusieron al secretario de Transporte Franco Mogetta a activar una tarea de control de ingresos en trenes y colectivos que se conectó con fuerzas de seguridad, al viceministro de Justicia Sebastián Amerio a disponer de un sistema de respuesta jurídica rápida para frenar vehículos sospechosos y a la SIDE a cargo de la inteligencia (al límite de la legalidad), bajo el comando del señor 5, Sergio Neiffert, y el señor 8, Diego Kravetz.

Todos fueron citados al despacho de Santiago Caputo en la Rosada, a la vista del periodismo acreditado. La semana pasada, sin Bullrich sino un representante de ella, el director de inteligencia criminal Ricardo Ferrer Picado, y sin el asesor presidencial, hubo una reunión similar en las oficinas de la SIDE de la calle 25 de mayo, lo que permitió que la prensa también detectó el encuentro, pero sonó más oscuro, dando crédito a las sospechas de que muchos de los violentos que actuaron en la movilización de la semana pasada, respondían a órdenes oficiales.

Hoy dicen que lo cambió entre cada miércoles es que ahora el Gobierno tomó cuenta de que había que prestarle atención a la doble Nelson que intentó el kirchnerismo, violenta movilización en la calle y una presión desmedida en el recinto. Se parecía demasiado a lo que ya sucedió en el 2017.

Pero ahora nada queda claro, porque hay muchos que suponen que en realidad el kirchnerismo no quería romper la sesión, sino que fue el Gobierno el que decidió que no había quórum generando una brutal discusión en el bloque de LLA que tendría como objetivo frustrar la reunión. ¿Y si fue todo armado, como lo pidió Martín Menem en los audios que trascendieron para la sesión de hoy?

Pero lo verdaderamente importante es que, con el voto en positivo de Diputados, el DNU que habilita un acuerdo con el FMI ya que, por reglamento, solo se necesita el aval de una sola cámara en este caso.

A veces parece que lo único que le interesa al Gobierno es mostrarle a la opinión pública que en el Congreso todo es un descontrol y los representantes solo hacen papelones. Hay funcionarios que dicen que, si pudieran, cerrarían el Parlamento. Claro. Necesitan ir rápido y el Congreso lo obliga a negociar. La democracia es una pérdida de tiempo. Las opiniones de franjas de la población que piensan distinto, una molestia.

Con el DNU aprobado, están dados los pasos legales para firmar el acuerdo, que presumiblemente el directorio del FMI firmaría en los próximos días, quizás el lunes. Esta presunción se basa en un dato que hizo trascender un funcionario del Gobierno, quien alertó a un grupo de periodistas acreditados que estén atentos durante el fin de semana, que habrá novedades. No lo van a reconocer, pero Javier Milei habría suspendido su viaje a Israel no tanto por la situación de ese país, que rompió la tregua con la organización terrorista Hamas, sino porque espera el inminente anuncio del Board.

Ojalá sea cierto.

El clima de incertidumbre preocupa a los factores económicos, que necesitan cuanto antes un escenario cierto, con el dólar hacia arriba o hacia abajo, con un peso fuerte o con un peso devaluado: algo seguro a lo que atenerse. Como dijo hoy el último ministro de economia de Mauricio Macri, Hernán Lacunza, en el almuerzo mensual del Rotary Buenos Aires, "en el zoológico estamos todos, solo necesitamos saber cuáles son las reglas".

En la red social X, el economista Christian Buteler hizo el update de la fecha. Las reservas terminaron en u$s 27.045, en el día bajaron u$s 161 millones, en el mes cayeron u$s 950 millones y en el año cayeron u$s 2562. Puntualizó que hoy el BCRA vendió u$s 186 millones.

Es una carrera contra el reloj. Si el Gobierno logra calmar a los mercados, aun devaluando, aprobará un examen tortuoso, pero dará una perspectiva. Podrá prepararse, así, para el próximo desafío, evitar que suba la inflación mientras mejora los bolsillos de los trabajadores, que consumen menos del 13% que hace un año, según datos ofrecidos por Lacunza. No serán temas sencillos, pero imprescindibles, el sine qua non necesario para ganar las elecciones.