Un encuestador acusa a sus colegas de "hacer lobby con sus encuestas para modificar el resultado electoral"

Gustavo Córdoba, en diálogo con este medio, fue el primero en ir a fondo con la situación de desprestigio que recae como una mancha sobre todo el sector. Identificó las causas y diferenció los casos. "Hay que depurar a aquellas empresas que hicieron campaña y a las que hicieron lobby. Algunas han cambiado de nombre y directivos. Las encuestas se van a seguir haciendo, pero hay que ir depurando", dijo.

Tras el nuevo "palazo" ( en términos con los que Mauricio Macri calificó a sus resultados en las Primarias) que recibieron los encuestadores que difundieron un "empate técnico" y fallaron, un encuestador se animó a dar batalla ante la opinión pública. "Creo que hay que hablar del tema", dijo Gustavo Córdoba, en diálogo con este medio. Además, consideró, con energía, que "hay que depurar a aquellas empresas que hicieron campaña y a las que hicieron lobby. Algunas han cambiado de nombre y directivos. Las encuestas se van a seguir haciendo, pero hay que ir depurando".

Sobre la crítica a la actuación reciente, Córdoba declaró que "lo que sucede es que se le ha venido llamando de la misma manera a cosas que son bastante distintas cosas". En ese sentido, ejemplificó en que "no todo lo que les llega a los medios es todo lo que se investiga" en un trabajo de una consultoría de opinión pública.

Córdoba manifestó que "los medios reciben un recorte de lo que es cada investigación y se mueven con ese dato, y creen que eso es un todo. Pero es muy claro y evidente que muchos encuestadores tuvieron números de diferencia entre Alberto Fernández y Mauricio Macri de 10, 12, 14 puntos y que prefirieron, por razones estratégicas en algunos casos y en otros, por prudencia, no publicarlos, porque en el contexto de lo que estaba sucediendo había una intención muy evidente de hacer lobby a través de encuestas para modificar explícitamente el resultado electoral".

Esta fue, según el analista, "la primera vez que tenemos en la Argentina, al menos en forma tan evidente, la idea de una empresa de encuestas haciendo lobby". Al respecto, explicó que "en oros países, las encuestadoras que trabajan para el mundo financiero cumplen con una tarea de ese tipo, pero acotada a ese mundo. En las PASO, encuestadores de primera línea intentaron general una corrida para obtener una intención de votos, cuando todo el mundo ya sabía que venía una elección negativa para Macri".

El otro elemento considerado es que "no todas las herramientas de investigación sirven para lo mismo. Las encuesta telefónicas sn mas baratas, que las extendidas en el territorio, pero unas sirven para una cosa y otras, para otra cosa. Si queremos conocer el contexto, preferimos las telefónicas, pero para un país como Argentina con una diversidad territorial como tenemos, es fundamental hacer una encuesta territorial, porque tiene los componentes metodológicos adecuados, aunque sus costos son astronómicos".

¿Tienen futuro las encuestas y encuestadores?

"Yo creo que hay un gran futuro por delante", se animó Córdoba. Anticipó que "posiblemente veamos muchos híbridos, así como hace dos o cuatro años atrás vimos con muchísima fuerza encuestas vía big data, que ahora no se han visto, veremos híbridos de ciencias duras con ciencias blandas". Calificó a ello como "la norma de lo que viene" aunque advirtió que "la metodología en torno a la investigación social no se modifica porque es una de las más rígidas".

"Hay que determinar si las personas existen cuando responden una encuesta: allí hay uno de los grandes cuestionamientos a las encuestas telefónicas", dijo. Como ejemplo de protocolo de trabajo, el analista ejemplificó que "recientemente CNN difundió una serie de 16 preguntas que los encuestadores deben responder antes de que ese medio difunda sus encuestas".

"Si nosotros respondiésemos al menos cinco de esas pregunta, posiblemente en el mercado argentino no publicaría nadie", señaló Córdoba.

El protocolo de CNN

"Los estándares se basan en las respuestas a 16 preguntas que evalúan la metodología y los supuestos que forman la columna vertebral de cualquier encuesta publicada públicamente", dicen desde CNN.

"Las 16 preguntas de CNN serán fáciles de responder si un encuestador ha tomado las medidas necesarias para estimar de manera confiable la opinión del público estadounidense. Cualquier encuestador que no pueda, o no quiera, responderlos a todos puede que no haya invertido el tiempo y el esfuerzo necesarios para llegar a una muestra representativa hoy".

"No cubriremos:

> Encuestas realizadas por campañas o por aquellos que tienen un interés financiero o de defensa en el resultado

> Encuestas realizadas por teléfono utilizando llamadas telefónicas automáticas en lugar de entrevistadores en vivo

> Encuestas que se realizan sin ningún tipo de muestreo, donde cualquier persona que lo desee puede participar.

> Encuestas que se realizan únicamente con fuentes de muestra no representativas

> Encuestas que se realizan sin tener en cuenta a las personas que realizan encuestas en sus teléfonos celulares, ya sea por teléfono o por Internet

> Encuestas sobre algunos temas que no garantizan que los encuestados de todos los niveles educativos se reflejen adecuadamente".