Trabajó con Genoud y Baglini y ahora es candidato a senador provincial

Su nombre es Walter Zamora, tiene 62 años, está jubilado y, ahora, es precandidato a senador provincial. Se postula dentro del espacio que conduce Fernando Armagnague y aspira a llegar a la Legislatura para representar al cuarto distrito, ya que nació en San Rafael. Si bien nunca tuvo un cargo electivo, su trayectoria está vinculada al mundo político.

Es que además de su carrera docente, en la que dirigió la Fundación Educativa Fujumar y se involucró con la educación no formal, Zamora ha ocupado distintos espacios en el Comité Provincial de la Unión Cívica Radical. Además, fue director de Ceremonial y Protocolo Municipalidad de San Rafael, asesoró a José Genoud cuando fue vicegobernador y a Raúl Baglini, en su época de diputado nacional.

-¿Ha sido candidato en otras oportunidades?

-He tenido hace 30 años atrás otras candidaturas pero no un cargo. De igual manera, siempre estuve integrando listas cortas u opositoras al oficialismo. Siempre en el radicalismo, nunca me moví de ahí.

-¿Cómo le llegó la propuesta para ser candidato a senador?

-Yo empecé a desesperarme al ver, sobre todo en las redes sociales, que todos criticamos pero ninguno actúa. Tuve oportunidad de hablar por distintas cuestiones con Fernando Armagnague y me pidió que me sumara a una lista para ayudarlos. Le dije que sí, que lo voy a hacer y lo voy a hacer por mis hijos, que son cuatro adolescentes y jóvenes, que se quieren ir del país. Creo que tirando piedras desde Facebook no se corrige nada.

Vi también que había muchos radicales en sus casas y me pareció oportuno empezar a mover la modorra de todos. Para que se sumen a este proyecto y que, de una vez por todas, saquemos al país adelante con esta propuesta de Dignidad Partidaria.

-¿Qué posibilidades de ingresar tiene?

-Matemáticamente es posible ingresar pero es muy difícil, es como empujar a un elefante en subida. Tenemos que sacar la minoría en el cuarto distrito contra un oficialismo que tiene al Gobierno y al partido en sus manos. Empujar muy desde atrás y sin recursos económicos. De hecho, tuvimos que hacer una rifa, de un lechón y una caja de vino, para recaudar fondos para la campaña.

Es muy difícil contra un oficialismo muy potente y muy afirmado. Pero si le ganamos la minoría, con apoyo de la gente del partido, sacamos el 25% y le ganamos a la lista B, que tiene gente de mucho prestigio como Rodolfo Vargas Arizu o correligionarios muy importantes como Hebe Casado de San Rafael o Gerardo Fuentes de General Alvear, podríamos ganar la PASO.

En las generales, tendríamos que ganarle con un 55% de los votos al justicialismo en el cuarto distrito para que yo ingresara. Es una tarea difícil. Recuerdo que se logró cuando estuvo el plan Austral de Alfonsín en el 87', que de cuatro senadores ingresaron tres. Ahora se podría repetir la historia.

De esa manera, quien ahora está jubilado como docente y se dedica a dictar cursos digitales de oficios y literatura, recordó también de los 80' que fue la década en la que, por pedido de Genoud (que en ese entonces era vicegobernador de Mendoza), se radicó en la Ciudad para ser uno de sus colaboradores.

"Trabajaba en San Rafael como director de Ceremonial y Protocolo (organismo que creó). Él me insistió porque necesitaban avanzar en esos temas y vine para formar un cuerpo de asesores en la Legislatura. Me quedé acá y luego en la campaña de Baglini en el 89' fui secretario de él, al igual que más adelante cuando estaba en la cámara de Diputados. Yo soy enólogo y técnico agrario recibido en la escuela Iaccarini así que lo asesoraba en temas de economías regionales y todo lo vinculado a la industria", concluyó recordando el aspirante al Senado mendocino.