Todos los lugares independentistas de Europa que bregan por su "exit"

Un informe publicado por el portal El Orden Mundial da cuenta de la cantidad de sitios europeos que buscan separarse del país que los contiene. Los "MendoExit" europeos, en un trabajo de compilación de datos que incluye un detallado mapa.

Desde el proceso catalán hasta el fortalecimiento del independentismo escocés, que arrasó en las últimas elecciones británicas, pasando por las voces que piden una integración total con Turquía o Grecia en Chipre, los movimientos independentistas se suceden por toda Europa. Cada uno con sus particularidades y su propia hoja de ruta, lo cierto es que en los últimos años las voces nacionalistas son más fuertes y, aunque algunas reciban más atención mediática que otras, se trata de una dinámica muy extendida por el Viejo Continente.

Para mapear todos los que se encuentran activos en la actualidad, hemos establecido un criterio por el cual únicamente hemos considerado como tal aquellos movimientos que reclaman un rediseño de fronteras y que cuentan con representación en parlamentos regionales o nacionales. De esta forma, reivindicaciones como las de Galicia, donde el Bloque Nacionalista Gallego cuenta con seis diputados en el Parlamento de Galicia y uno en el Congreso de los Diputados, han sido incluidos en la lista; por el contrario, movimientos como el de Sicilia, donde las voces independentistas no han logrado representación política más allá del ámbito provincial, se han quedado fuera.

Todos los lugares independentistas de Europa que bregan por su "exit"

Por otro lado, dentro del concepto del rediseño de fronteras, hemos diferenciado tres tipos de movimientos: irredentismo -aspiración de integrar un territorio que se encuentra en otro Estado por similitudes culturales, como la República Srpska de Bosnia y Herzegovina, donde una gran parte de la población defiende la adhesión a Serbia-; independentismo -reivindicación que busca la creación de un Estado independiente, como ocurre en Cataluña- y países de facto, es decir, aquellos territorios que, si bien se encuentran bajo la soberanía de un país, en la práctica existen como una nación independiente, como es el caso de Transnistria en Moldavia.

En la Unión Europea, donde las instituciones comunitarias optan por no interferir en "asuntos internos" de los Estados miembro, existe un debate acerca de cómo integrar estas reclamaciones en la vida pública y en el funcionamiento democrático de cada país. En Alemania, por ejemplo, la región de Baviera se mantiene bien cohesionada con el resto del país, sobre todo después de que el Tribunal Constitucional alemán rechazara en 2017 cualquier intento de referéndum.

En la dinámica opuesta se encuentran los nacionalismos de Cataluña en España o el Véneto en Italia, que sí han apostado por celebrar referéndums para medir el apoyo a sus causas, aunque con diferencias notables entre sí. Si en Cataluña la votación fue declarada ilegal y el proceso estuvo cargado de controversias, en el Véneto todo transcurrió de una forma mucho más fluida y legal. Eso fue posible gracias a que la Constitución italiana recoge la posibilidad de reclamar más competencia al Estado y que, en realidad, a los ciudadanos se les preguntó si querían que el Gobierno autonómico iniciara las gestiones para solicitar un mayor autogobierno. Además, el referéndum en el Véneto no fue vinculante.

Terminá de ver el informe histórico y político, y todos los mapas en El Orden Mundial, haciendo clic aquí.

Esta nota habla de: