Suarez luego de Cornejo: iguales y diferentes, de la rosca al diálogo

Rodolfo Suarez se manifestó en su discurso de asunción en la Legislatura provincial como parte del mismo equipo que deja el gobierno, liderado por Alfredo Cornejo. Insistió con ello, buscando fortalecer los parecidos, pero subrayó las diferencias sutiles o metodológicas, al impulsar al suyo como un gobierno que será marcado por el "diálogo".

No es que Cornejo no lo haya tenido. Habla de una diferencia desde el lugar en el que se para el Gobernador y ordena a su equipo para abrirse a hablar, negociar, discutir y resolver los temas cruciales. 

Mientras que a Cornejo le tocó fortalecer la imagen de la figura del Gobernador, Suarez encuentra al Sillón de San Martín sustancioso de fuerza y, aun con quórum propio en la Legislatura, propone un accionar marcado más por la puesta de los temas sobre la mesa que por la tensión forzada.

Suarez mencionó tres veces la palabra "equipo". Quienes lo conocen, hablan de un hombre gregario, que no actúa en solitario. Dijo:

1- "Integro un equipo que basa su reputación en hechos. No en palabras ni en promesas vacías. Porque, a diferencia de las palabras que se dicen al viento, los hechos son categóricos: Mendoza viene mejorando día tras día desde hace 4 años gracias a los valores de la austeridad, la transparencia, la planificación, la buena administración y el orden".

2- "Asumo hoy el liderazgo de un equipo que continuará gobernando con la agenda de prioridades del ciudadano, por eso quiero garantizarles a los mendocinos que vamos a seguir".

3- "Hay un rasgo de estilo marcado a fuego en nuestro equipo, que es decir la verdad desde el primer día, y la única forma de que Mendoza tenga más dinero para invertir y distribuir es produciendo más y administrando mejor, y para eso se necesitan acuerdos amplios y mucho diálogo en un proceso que mi gobierno está dispuesto a liderar".

En seis oportunidades Suarez mencionó la palabra "diálogo" en su mensaje a la Legislatura. La frase más contundente en este sentido -y con el que quiso marcar el inicio de gestión- señaló:

- "Me propongo un estilo de liderazgo compartido, de diálogo abierto, fluido, tanto con la ciudadanía, porque creo que la política se engrandece cuando construye capital social, como con las fuerzas políticas, siempre en base al respeto de reglas claras, aún para el disenso constructivo".

En su afán por imponer este estilo, el gobernador no solo se dirigió a legisladores y a los mendocinos, sino a su propio equipo de gobierno, a quienes les marcó el camino:

- "En ese marco de diálogo, las mendocinas y los mendocinos tienen que saber que vamos a gobernar con autoridad para enfrentar y avanzar tanto como podamos en la resolución de los problemas estructurales que tenemos, entre ellos el más doloroso que es el de la pobreza".

- "Entiendo a la política como una disciplina transformadora y un instrumento reparador de las desigualdades. Por eso, ese marco de diálogo que vengo a proponerles debe ser proactivo y responsable para que le sirva a la gente".

Pero además, reclama una relación en ese mismo sentido con el gobierno nacional de Alberto Fernández. Lo dijo así:

- "Con el mismo espíritu de diálogo y con la vocación de cuidar a Mendoza nos proponemos crear un vínculo fluido y de respeto mutuo con las nuevas autoridades nacionales, que tenga como eje prioritario la lucha contra toda forma de atraso y la activación permanente de la economía regional. He dicho reiteradamente que una vez terminados los procesos electorales, es un deber imprescindible de la política trabajar mancomunadamente para beneficio de la sociedad en su conjunto".

El objetivo del diálogo: "innovación y desarrollo":

- "Lo único que le sirve a la gente para poder vivir mejor es que al buen gobierno que termina lo siga otro buen gobierno que se esfuerce mucho más. Ahí me van a encontrar. En consecuencia, el eje central del gobierno que encabezo a partir de hoy será de diálogo e innovación para el desarrollo".