Las visitas de Sarmiento a Mendoza
Sarmiento y su vínculo con Mendoza es el tema elegido por Luciana Sabina para el ejercicio de la memoria en esta nota. Dónde estuvo y a qué vino. Casi muere en lo que hoy es Godoy Cruz, a sus 18 años.
La primera visita documentada de Domingo Faustino Sarmiento a Mendoza se produjo en el marco de la Batalla del Pilar. Donde se enfrentaron unitarios y federales y que tuvo por escenario el actual departamento de Godoy Cruz, precisamente donde se encuentran el barrio homónimo y el cementerio municipal. En su texto "Recuerdos de Provincia", el sanjuanino recrea parte del episodio:
"La guerra con todas las ilusiones que engendra, y el humo de la gloria que ya embriaga a un capitán de compañía, no me ha dejado impresiones más dulces, recuerdos más imperecederos, que aquella campaña de Mendoza, que concluyó en la tragedia horrible del Pilar. Fue para mí aquella época, la poesía, la idealización, la realización de mis lecturas. Joven de 18 años, imberbe, desconocido de todos". Durante la contienda Sarmiento casi perdió la vida, pero fue rescatado por su padre y terminó refugiándose en Chile.
Durante sus largas temporadas de exilio en el país trasandino Mendoza se convirtió también un lugar de encuentros gratos para el prócer. Dado que por motivos políticos regresar a San Juan era peligroso, en muchas oportunidades se dio cita con sus familiares en Puente del Inca. Su madre, hermanas e hija viajaban hasta allí para poder verlo.
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Años más tarde, en febrero de 1845, Sarmiento comenzó a publicar en el periódico chileno "El Progreso" una biografía del General José Félix Aldao, al mando de los Federales durante la Batalla del Pilar. Allí refiere a Mendoza en muchas oportunidades:
"En el campo del Pilar debía erigirse un patíbulo alto, muy alto, para
que todo Mendoza pudiese, congregado en torno, maldecirlo [refiere a Aldao], execrarlo y gozarse en sus agonías". Pero por el contrario, cuando Aldao murió "Mendoza -relata el sanjuanino- acompañó su cadáver a la iglesia, en cuyo interior ha sido enterrado. Por la tarde se dice que La Alameda estaba llena de concurrentes de ambos sexos. Desde que estuvo Pacheco [lugarteniente de Juan Manuel de Rosas], este paseo manchado con la sangre de las víctimas degolladas en él, había sido poco frecuentado".
Hacia 1853, luego de la caída de Juan Manuel de Rosas y el orden federal, Sarmiento regresó a nuestra provincia. Durante algunos meses trabajó con las autoridades de esta zona en la creación de la Quinta Normal de Mendoza, imitando la existente en Chile. Justamente de allí hizo traer al francés Michel Aimé Pouget para encargarse del proyecto. El ingeniero agrónomo cruzó la cordillera con diversos materiales y cepas, entre ellas de Malbec.
En 1861 llegó a Mendoza camino a San Juan, algunos meses atrás la ciudad había sido destruida por el terremoto y como representante de la masonería se encargó de dar ayuda a los damnificados. En las cartas que escribe durante esta estadía comienza señalando que escribe "Desde las ruinas de la ciudad de Mendoza".
El padre del aula visitó en otras oportunidades estos pagos, pero nos centraremos especialmente en la última. En 1884 gobernaba el país Julio Argentino Roca, que un poco cansado de las constantes críticas del sanjuanino a su gobierno le propuso realizar un viaje diplomático a Chile para alejarlo de la prensa. A Domingo Faustino le pareció una excelente idea y a sus 73 años se puso en camino.
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En Chile visitó a viejos amigos, hombres y mujeres que le dieron cobijo a su juventud durante los años de destierro. Los honores al argentino superaron la barrera generacional y en cada pueblo trasandino fue recibido con entusiasmo.
De regreso a Buenos Aires Sarmiento pasó unos días en Mendoza. Se alojó entonces en casa de los Civit -actual sede de la Junta de Estudios Históricos de Mendoza- y según Raúl Romero Day, presidente de dicha institución, Sarmiento durmió en la habitación que hoy ocupa la hemeroteca.
El recibimiento fue estrepitoso. Don Domingo ya era una leyenda y todos querían ver con sus propios ojos al hombre que hizo historia. La prensa señaló: "El General Sarmiento (...) ha sido objeto de entusiastas ovaciones que estos pueblos han tributado en un simple ciudadano, que presenta con orgullo su pobreza después de haber ocupado los más altos cargos (...) y después de haber manejado millones en sus manos".
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En aquella oportunidad visitó el Cementerio de la Ciudad, dónde había sido trasladado Aldao y ya descansaba su viejo amigo Peuget, ambos cuerpos se encuentran perdidos en la actualidad. Por esta ilustre visita durante años una placa presente en la entrada principal del viejo cementerio recordaba: "Por esta puerta pasó Domingo Faustino Sarmiento". Lamentablemente fue robada, dadas las pésimas condiciones en que se encuentra el camposanto y la falta de interés político por proteger tamaño Patrimonio Cultural.
Finalmente, Sarmiento abandonó Mendoza el 21 de mayo de 1884, pero sigue presente en cada banco de escuelas mendocinas.