La demora para ingresar a Chile es de tan solo 20 minutos
Según los datos de la Coordinación General de Fronteras, en el complejo Fronterizo Los Libertadores se ha normalizado totalmente el flujo de vehículos, mientras las temperaturas alcanzaron los 20 grados
A primera hora de esta tarde, desde la Coordinación General de Fronteras informaron que el tránsito hacia Chile se ha normalizado en su totalidad, dando cuenta de que las demoras en el Complejo Los Libertadores son sólo de 20 minutos.
Además, indica que el sábado transcurre con temperaturas agradables de unos 20 grados, tal cual amaneció. De este modo, quedaron atrás -por ahora- las extensas esperas para del fin de semana XXL que llegaron a ser de 9 a 10 horas, provocando diversas dificultades en la ruta.
En la mañana, la misma Coordinación había informado que entre el 26 y 29 de marzo pasaron por el Complejo Fronterizo Los Libertadores 47.218 personas, dentro de 9.279 autos y 282 colectivos. Ahora, hacia el país trasandino viajaron 30.476 personas, en 5.886 autos y 129 colectivos. Mientras que ingresaron a nuestro país, 16.742 personas, en 3.393 autos y 152 colectivos.
El colapso del paso fronterizo volvió a poner en agenda las dificultades para agilizar los trámites de control, sobre todo en Los Libertadores ya que las autoridades chilenas son mucho más minuciosas al momento de revisar los autos y los colectivos. En este caso, también se sumaron varios elementos extras, como el funcionamiento de las casillas del lado chileno hasta las 22; un accidente en la ruta que dificultó el tránsito y las demoras en Uspallata para poder cargar nafta debido a la acumulación de vehículos.
El conflicto
Como ya venía contando Memo durante estos días previos el paso Cristo Redentor genera controversia hace décadas, por una u otra razón. En las últimas semanas había sido parte del conflicto diplomático que se generó en las dos visitas que hizo el embajador Jorge Faurie, y desde el miércoles se escenario del colapso del tránsito entre ambos países.
Recordemos que el vecino país no es parte del Mercosur y, por lo tanto, protege sus fronteras pensando en su actividad económica y su política de tratados de libre comercio, lejana de la realidad del resto de los países de la región. Por eso, ir a Chile no es como ir a ninguno de los otros países limítrofes.
Cristo Redentor es, en el corto plazo, un problema sin solución porque Chile no modificará sus protocolos en la frontera y no es posible pensar en que el cruce hacia el Pacífico sea más expedito.
Más allá de los reclamos, otro punto clave para no modificar es que al otro lado de la cordillera no confían en los controles ni el funcionamiento del aparato estatal argentino, una cuestión histórica que se fue acentuando con el paso de los años. Vale recordar solamente, y como ejemplo reciente, los requisitos que estableció Chile en pandemia.
La solución real para los problemas que se generan en la actualidad en la frontera apuntan a buscar zonas más amigables para unir ambos países. La mejor opción es el túnel Las Leñas, proyecto que está en etapa de análisis pero que detuvo su avance porque Chile hizo su parte de los estudios y la Argentina, sin recursos, no avanzó en la parte que el corresponde.