Un muro cayó en el mundo libertario: Karina aceptó un acuerdo con el PRO bonaerense

Ni Javier Milei, ni su hermana, ni Santiago Caputo querían aceptar acuerdos ni mucho menos fotos con dirigentes del PRO, que no aceptaran pasarse a LLA. La debilidad tiene cara de hereje. Escribe Silvia Mercado desde la Casa Rosada.

Silvia Mercado
Periodista acreditada en Casa Rosada

Cristian Ritondo y Diego Santilli vienen buscando desde diciembre de 2023 un acuerdo con LLA, pero Javier Milei le puso un freno a la posibilidad de un cogobierno y cuando esperaban que el PRO dominara Diputados presidiendo la Cámara, surgió el nombre de Martín Menem.

Ambos dirigentes, provenientes del peronismo, creían que no había forma de que el gobierno libertario gestionara sin ellos. Sus diputados y senadores carecían de experiencia, los que sí la tenían carecían de relaciones políticas, mucho menos cuadros profesionales con los que ocupar las decenas de funciones para manejar el Estado.

Sin negar la falta de cuadros propios, tanto los hermanos Milei como Santiago Caputo prefirieron incorporar kirchneristas antes que amarillos. Entraron con un diagnóstico, quizás no del todo errado. A saber, que es imposible gobernar la Argentina sin un acuerdo con Cristina Fernández de Kirchner y sus principales espadas.

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Ese diagnóstico fue el que lo llevó al joven Caputo a proponer a Ariel Lijo para la Corte Suprema. Era una jugada inteligente si se ejecutaba rápidamente y por sorpresa. No contaba con los costos que pagaría el kirchnerismo en su base, que obligaron a demorar las firmas del pliego. Ni la presión del PRO por el proyecto de Ficha Limpia, que está en las antípodas de la visión política de Cristina. Tampoco con la realidad, una economía en medio de un ajuste fenomenal que perjudica, sobre todo, a las clases medias bajas, las que mejor representa el peronismo.

Mientras tanto, fue fructificando la captación de dirigentes del PRO, sin partido. Pero nadie demasiado importante, salvo tres legisladores porteños, un intendente del conurbano y dos o tres intendentes de localidades demasiado pequeñas, un es viceministro de seguridad porteña. Ni Néstor Grindetti les dio el si, a pesar de que estaba enojadísimo con Jorge Macri. La ministra Patricia Bullrich, que ya es considerada una libertaria en las encuestas que realizan para la Presidencia, tampoco se animó todavía a dar el paso. Todos temen lo mismo: valer menos fuera del PRO que dentro del PRO.

Hay testigos que le contaron a Memo el diálogo entre Milei, Ritondo y Santilli una noche en Olivos, donde el Presidente les dijo, en tono afectivo y buscando la comprensión de los amarillos: "Ustedes tienen que entender que yo los quiero a ustedes sin el PRO no por capricho, sino porque soy el presidente. Hoy no puedo aceptar que otro partido me compita, necesito mi propia tropa".

Ritondo y Santilli lo entendieron, pero se resistieron a dejar el PRO. El también peronista Sebastián Pareja, armador de Karina en la provincia de Buenos Aires, viene insistiendo en concretar esta movida hace mucho tiempo, pero no terminaba de convencer. De todos modos, nunca perdió la paciencia. Fue atando pequeños acuerdos con ellos en muchas localidades de la Provincia, siempre cada uno desde su lugar.

Pero finalmente llegó el día. No es un acuerdo de LLA con el PRO. Es un acuerdo entre LLA Buenos Aires con el PRO Buenos Aires. Mauricio Macri, el titular del PRO, no lo autorizó, pero lo entiende. Hace unas semanas pidió que contuvieran a los dirigentes bonaerenses que no están de acuerdo con pasarse a LLA, y es probable que no lo hagan. Pero la verdad es que nadie sabe.

El camino fue largo y tortuoso. El "Colorado" ya sabe que no encabezarâ la lista y parece aceptarlo con alegría. O espera lograrlo más adelante. Tal vez Pareja se comprometió a ayudarlo en ese sentido. Pero Santilli logró la foto sin dejar de ser del PRO, lo que seguramente no evitará una nueva crisis en el partido amarillo, pero que le permitió una plataforma para posicionarse desde un lugar propio, sin desconocer sus años de trabajo en el territorio.

Como sea, Ritondo y Santilli lograron lo que querían, y confían en llegar a un buen acuerdo con LLA para el armado de listas. "Ya sabemos que habrá discusiones, nos pelearemos más de una vez, aunque finalmente nos vamos a poner de acuerdo. Es nuestro compromiso", dijo el titular del bloque PRO en Diputados al salir de Casa Rosada.

Atrás quedó la idea de Milei de cerrar un acuerdo en todo el país, que fue una excusa, ya que sabía que era imposible porque su hermana quiere ganar la Ciudad de Buenos Aires, o sea, ganarle al PRO. Atrás quedó la obstinación de Karina, que no le tiene a Ritondo y Santilli la misma confianza que le tienen Milei y -sobre todo- el peronista "Lule" Menem y Pareja. Atrás quedó la estrategia de Santiago Caputo, de no sacarse fotos con "la casta" y "mucho menos del PRO".

Un muro cayó ayer en la Casa Rosada. Está claro que, si el Gobierno estuviera fuerte, no existiría este acuerdo ni mucho menos la foto. Débiles, habrá que ver cómo repercute en su electorado. ¿Uno más uno será dos? ¿Será tres? ¿O será uno?


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