Preocupa entre senadores oficialistas las peleas entre Milei y Villarruel

Los legisladores creen que la disputa perjudica cualquier tipo de conversaciones con la oposición.

A pesar de la ausencia de actividad formal en el Senado, las tensiones entre el presidente Javier Milei y su vicepresidenta, Victoria Villarruel, generan ecos que repercuten en la dinámica de la Cámara Alta.

En un contexto marcado por la polémica, el senador Francisco Paoltroni, titular del monobloque Libertad, Trabajo y Progreso y expulsado del bloque oficialista, utilizó sus redes sociales para criticar duramente las declaraciones de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. "Los dirigentes deben representar a quienes los eligieron, no traicionar sus promesas por conveniencia política. Este tipo de actitudes son una estafa al electorado", escribió Paoltroni en X.

El desencadenante de sus palabras fue una afirmación de Bullrich, quien, en medio de las quejas de Villarruel por su salario, sostuvo que "el que no se adapta, se va". Según trascendió, la vicepresidenta percibe un salario neto de tres millones de pesos. Bullrich lamentó que el presidente Milei haya "perdido la posibilidad de tener una vicepresidenta disciplinada en las decisiones estratégicas", una postura que senadores libertarios consideraron "una falta de respeto a la fórmula presidencial".

La posición del oficialismo en la Cámara Alta es débil, con solo seis senadores, mientras el interbloque de Unión por la Patria (UxP), liderado por José Mayans, domina con 34 de los 72 legisladores. A esto se suma la falta de experiencia política de gran parte de los senadores de La Libertad Avanza, salvo excepciones como Bartolomé Abdala, presidente provisional del Senado y uno de los pilares de apoyo a la Casa Rosada.

En medio de esta tensión, fuentes del oficialismo aseguran que el bloque mantiene "el pleno compromiso con la idea de la Libertad y el respaldo a las políticas del Poder Ejecutivo". Sin embargo, reconocen que la crisis entre el presidente y la vicepresidenta afecta el ambiente político.

Una estructura en disputa

Villarruel, al inicio de su gestión, había logrado construir una mayoría de 39 senadores mediante alianzas con sectores del Pro, la UCR, fuerzas provinciales y peronistas no kirchneristas. Esto le permitió designar autoridades clave y controlar las comisiones, logrando la sanción de leyes esenciales como la de Bases, la de Medidas Fiscales y la de Boleta Única.

No obstante, este armado comenzó a desmoronarse con la expulsión de Edgardo Kueider, quien fue reemplazado por Stefanía Cora, alineada con UxP. Las divisiones internas también se hicieron evidentes durante la discusión de la ley Bases, que generó roces con aliados estratégicos como Martín Lousteau y Pablo Blanco.

El próximo 24 de febrero se realizará la sesión preparatoria para definir las autoridades del Senado antes del inicio del nuevo período legislativo. El oficialismo intentará mantener el control administrativo y parlamentario, mientras que UxP buscará recuperar terreno perdido.

En este contexto, será clave observar si la tensión entre Milei y Villarruel se profundiza o se apacigua, ya que el Senado deberá abordar temas de gran relevancia, como la nominación de jueces para la Corte Suprema y la discusión de leyes de seguridad, incluyendo la polémica ley Antimafia impulsada por Bullrich.

El escenario político sigue marcado por incertidumbres, con el Senado como epicentro de una batalla que trasciende los muros de la Cámara Alta.


tn

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