Según Idesa, Nación no debería participar de la paritaria docente

El análisis ofrecido por el Instituto afirma que las diferencias salarias entre provincias se deben a factores económicos de cada jurisdicción, por lo que la imposición de una nivelación salarial solo alimenta los conflictos gremiales.

De acuerdo a un informe realizado por Idesa, el Gobierno nacional tomó medidas para mejorar la gestión educativa, eliminando programas nacionales que "duplicaban funciones provinciales". Sin embargo, en un cambio de estrategia, decidió reactivar la paritaria nacional para fijar el salario docente que deben pagar las provincias. "Esta decisión solo aumentará los conflictos y contribuirá al deterioro del sistema educativo", señalan.

El informe recuerda que todas las provincias en el artículo 5° de la Constitución Nacional asumen la responsabilidad de la educación básica, garantizando la administración de la educación inicial, primaria y secundaria, por lo Nación no debería avanzar sobre esta potestad.

"A pesar de ello, en 1998 se creó el Fondo Nacional de Incentivo Docente y en 2005 el Fondo de Compensación Salarial Docente, permitiendo que la Nación cubriera una parte marginal del salario de los docentes. Ese mismo año, se estableció que la paritaria nacional fijaría un salario mínimo para todas las provincias. En 2024, ambos fondos fueron eliminados y la paritaria nacional desarticulada, pero en 2025 se reintrodujo con el objetivo de reducir las diferencias salariales entre provincias", explican desde Idesa.

¿Es justificable la nivelación salarial docente?

Para analizar si los salarios docentes presentan mayores diferencias regionales que los del sector privado, se compararon los ingresos de un maestro de primaria con 10 años de antigüedad con los sueldos promedio en el sector privado:

  • -En las provincias del centro, los docentes ganan un 14% más que en el norte, mientras que los empleados privados registrados perciben un 24% más.

  • -En el sur, los docentes cobran un 49% más que en el norte, mientras que la brecha en el sector privado alcanza el 107%.

  • En conclusión, las diferencias salariales entre docentes son aproximadamente la mitad de las que existen en el sector privado.

  • Según Idesa, Nación no debería participar de la paritaria docente

Estos datos demuestran que, aunque existen desigualdades salariales entre regiones, las diferencias en los sueldos docentes son significativamente menores que en el ámbito privado. Factores como el costo de vida y el nivel de desarrollo explican estas variaciones. "En este contexto, una nivelación salarial impuesta desde una paritaria centralizada resulta contraproducente", afirman.

Consecuencias de la paritaria nacional

Además, desde Idesa opinan que "cuando una provincia paga salarios bajos, esto suele ser consecuencia de una mala administración de recursos o de un nivel de desarrollo insuficiente. La solución no es imponer una nivelación salarial desde la Nación, sino incentivar una mejor gestión y promover el desarrollo.

La reinstauración de la paritaria nacional genera nuevos problemas en lugar de resolver los existentes. Muchas provincias ya habían acordado con sus gremios locales la actualización de escalas salariales, pero ahora el ciclo lectivo comenzará con paros docentes debido a los conflictos derivados de la negociación nacional. Este problema no es competencia del Estado nacional, ni está en condiciones de resolverlo".

La educación en crisis: más allá de los salarios

La constante discusión salarial monopoliza la agenda educativa, dejando de lado el verdadero problema: la baja calidad de la educación. Mientras el Estado nacional interviene en asuntos que no le corresponden, persisten serias deficiencias en la gestión educativa.

Los datos reflejan esta crisis:


  • Entre 2010 y 2022, la población en edad de asistir a la escuela primaria creció un 7%, pero la matrícula solo aumentó un 4%.

  • A pesar de esto, la cantidad de docentes en primaria creció un 20%.
  • La desorganización en la gestión, el ausentismo y la falta de motivación docente han llevado al deterioro de los indicadores educativos.

El sistema educativo no está funcionando correctamente, lo que se traduce en altas tasas de deserción y egresados con conocimientos insuficientes para el mercado laboral formal.



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