Datos que mejoran, dólar que baja, pero la violencia política empaña el panorama
Mientras aparecen indicadores positivos en varios sectores, hay un clima de violencia política que puede afectar el futuro de la economía. La columna de Rodolfo Cavagnaro.
Muchos datos van apareciendo, mostrando que el pico de la crisis terminó entre mayo y junio y, desde ahí, comenzó una lenta recuperación, que aún es imperceptible en muchos lugares y para muchas personas. Todavía se siguen ajustando los precios relativos y el gobierno está apurando reformas para eliminar la mayor cantidad de los subsidios posibles.
Y viene el problema de las comparaciones. Si se hacen interanuales, se comparan el último tramo de Fernández y el primero de Milei. Siempre va a dar mal, porque el gobierno anterior, en retirada, estaba en plena fiesta de emisión. Incluso, la oposición toma a Milei desde el primer día, cuando los tres primeros meses de su gobierno venían con una fuerte inercia de la gestión anterior. Por eso es importante manejar variaciones mensuales y, eventualmente, hacer proyecciones para los próximos 12 meses.
Los datos de producción industrial son disímiles, ya que, en algunos sectores, como la de alimentos, aún no hay mejoras, se comienza a ver mejor movimiento en la producción automotriz o en la construcción, de la mano de las obras privadas. Los indicadores de consumo tampoco reflejan, por ahora, mejoras, pero en la comparación interanual estamos ante meses, que, en 2023, marcaban el flujo de visitantes de países limítrofes que venían a inundar nuestros supermercados y mayoristas, creando una ficción de consumo. Hoy vivimos el efecto contrario, pero más reflejado en el rubro textil, indumentaria y calzado y algo de electrónica.
Retorna la confianza
El gobierno cumplió con su promesa, y a partir del lunes 2 de septiembre, comenzó a regir una baja de 10 puntos en el Impuesto PAIS, que grava a las importaciones de bienes, y puede impactar de diversas formas según la cantidad de componentes importados que tengan los distintos productos. Algunos ya anunciaron pequeñas bajas, como en ciertas terminales de automóviles y en los demás rubros habrá que esperar unos dos meses, mientras consumen stocks y comienza a recibir nuevas partidas con las rebajas del impuesto. Los economistas más optimistas calculan que esta baja del impuesto impactaría en los precios mayoristas y podría contribuir a bajar en un 0,9% los precios minoristas.
Otro dato que no es menor es volvieron a crecer los depósitos en dólares de particulares en los bancos. El mismo presidente Milei lo destacó en la red social X señalando que "los depósitos volvieron al nivel que tenían el 27 de octubre de 2019". Esta fecha se señala porque ese finde semana fue la elección donde ganó Alberto Fernández y los ahorristas comenzaron a retirar depósitos, por desconfianza.
Otro tema que se viene destacando es la baja constante de la inflación, a pesar de que este mes puede estar en un 4%, algunos consultores afirman que puede llegar a 4,4% y el gobierno dicen que fue 3,8%. Pequeñas diferencias jugando con el número 4. No obstante, el ministro Caputo está apostando a fin de año llegue al 2%. Este número es mágico porque igualaría la tasa de devaluación del dólar oficial y el gobierno espera ese dato para liberar el cepo. También es destacable la suba de los valores de las acciones argentinas y de los bonos en los mercados internacionales,
La baja del dólar
Ha sido el tema de la semana porque el dólar bajó casi 100 pesos en una semana. La mayor se produjo el jueves, con una caída de casi $45. Los operadores señalaron que no hubo intervenciones del gobierno y que las bajas respondían a una gran oferta de las empresas, que no encontraban compradores, Por eso Caputo se agrandaba y decía "van a sobre dólares y van a faltar pesos". La política de no emisión puede llevar a esto, pero necesita una liberación del del cepo a la par que explicitar un régimen de libre competencia de monedas, para darle liquidez al mercado con otras monedas que no sean pesos.
Lo que marcan los mercados son liquidaciones de exportadores de granos, que estaban retenidas a la esper de una mayor devaluación, pero se perjudicaron porque bajaron los granos y bajó el dólar. Además, otras empresas que ahorraban en dólares están comenzando a cambiar sus carteras de inversión y otras necesitan liquidar divisas para el pago anual de varios impuestos.
Esta circunstancia fue aprovechada por el Banco Central para acumular unos us$ 500 millones adicionales a las reservas. Además, sigue con su política de intervención, que consiste en vender dólares en el CCL para retirar los mismos pesos que emitió cuando los compró. Si abrieran el cepo esto no sería necesario. De todos modos, el tema del cepo sigue siendo tema de debate. Esta semana Domingo Cavallo insistía en liberar el cepo, mientras su colega Ricardo Arriazu se oponía porque, argumentaba, eso podría generar una devaluación y sería muy malo porque impactaría en la inflación.
En su discurso del viernes en Mendoza, en el cierre de las jornadas del IAEF, Milei explicó que el cepo se terminará cuando la demanda de dinero sea cubierta por los bancos que no renueven deudas con el Estado y la vuelquen a crédito. Si bien usó términos muy técnicos, fue este el sentido, donde supuso que cuando se termine ese stock de dinero en bonos de los bancos estaríamos, casi, en inflación cero, Y, además, planteó que se generará un sistema de competencia de monedas, aunque ya se podría hacer y elogió la decisión de Diarco, luego imitada por otros mayoristas, de recibir dólares por sus ventas.
La violencia política
En las últimas semanas se viene viviendo un clima de violencia política provocada por la oposición, pero retrucada por el presidente, que le gusta ese escenario, pero se olvida que es el primer mandatario y da pie para aparezcan seudo pacifistas que alientan la violencia de otros sectores. La oposición en el Congreso sanciona leyes que suponen aumentar el gasto sin señalar el origen de los recursos, solo para hacer política y juegan con sectores muy relegados, como los jubilados, a los cuales, en su momento, le agravaron su situación.
Si a esto le sumamos discursos claramente golpistas de dirigentes que suponen que tiene los dos tercios para destituir al presidente, vemos que están creando un clima muy complejo. El problema de este clima de violencia es que impacta sobre los inversores, que prefieren tomarse un tiempo para invertir en la Argentina porque las misas se piensan con vistas a 30 años y, viendo los personajes de la oposición, tanto peronistas como radicales, nadie tiene garantía de que sus derechos sean respetados en el futuro.
La última de esta semana fue el contrapunto de Milei con Cristina Kirchner. El solo hecho de que la haya mencionado, le haya contestado, le dio pie a la expresidenta a sacar todo lo que tiene canchera y, lo peor, es que Milei la vuelve a colocar en el pedestal de la oposición, que hasta hoy estaba huérfana de liderazgos, cometiendo el mismo error de Macri. No se puede pensar en futuro resucitando muertos. Ya basta de mirar por el espejo retrovisor.