Pandemia, concentración de poder y democracias prosilientes
En un encuentro virtual, Andrés Malamud explicó su tercera opción para calificar a las democracias pospandemia, además de las "robustas" y "frágiles". Habló y definió entonces a las "democracias prosilientes", en contrario de las resilientes. El video completo de la Fundación Libertad.
El politólogo Andrés Malamud analizó cómo será la política después de la pandemia. En este punto, señaló que "hasta ahora se ha venido sosteniendo que las democracias tienen solo dos posibilidades: son robustas o frágiles". En este punto, en su encuentro virtual organizado por la Fundación Libertad (que puede verse en el video de arriba), definió que "las robustas van a soportar el daño sufrido en la emergencia, pero que las frágiles van a sucumbir a través de una concentración de poder, en que se supone que los poderes ejecutivos aprovechan la emergencia para concentrar poder, excediendo sus límites y excediéndose en el plazo. Es decir -agregó- que no solo acumulan más poder del necesario, sino que no lo devuelven cuando ya no es necesario".
Pero propuso, junto con Eduardo Levy Yeyati, un tercer posibilidad: robustez, fragilidad y -agregaron- lo que Nassim Taleb (el autor de "El cisne negro") llama "antifragilidad". Malamud propuso llamarlo, también, "prosiliencia" en lugar de resiliencia, "rebotar como un resorte". La definió como que "cuando el daño no es suficientemente fuerte como para matar a la democracia, la fortalece"
Malamud reseñó la tarea de una organización que se llama V-Dem, "variedades de democracia", que analiza las calidades del sistema democrático y que las califica en tres: las robustas, las un poco frágiles y las muy frágiles, y que sostiene que estas últimas caerán.
Además, refirió a que "cuando comenzó la ola se habló de 'coronagolpes', un golpe contra la democracia producido la emergencia virósica y el ejemplo era Hungría. Exagerado, porque allí había autoritarismo antes de la pandemia", dijo.
En tanto, indicó que "las democracias mueren a lo largo de la historia de diferentes maneras". "Hasta hace 30 o 40 años -explicó- eran golpes de Estado. los que perdían las elecciones promovían un golpe de Estado. En los últimos 20 años, las democracias mueren desde adentro, de a poco: los que ganaron las elecciones son los que socavan la democracia", expresó.
