Sin ninguna evaluación técnica, Argentina dispuso el retiro de la OMS

Cerca del Presidente reconocen que se trata de una decisión "política", siguiendo a Donald Trump. Extrañamente, nuestro país no se retira de la OPS, que es la organización regional. El "informe Kissinger" dominó la agenda en salud. Ahora ¿quién se queda con el liderazgo en la OMS? Escribe Silvia Mercado desde Casa Rosada.

Silvia Mercado
Periodista acreditada en Casa Rosada

El principal anuncio que Manuel Adorni tenía que realizar en la conferencia de prensa semanal fue la decisión de Javier Milei de retirar a nuestro país de la Organización Mundial de la Salud (OMS), emulando a la posición que tomó el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. A pesar de eso, el vocero presidencial dijo que "las decisiones en la Argentina las toman los argentinos", como si las recomendaciones que da OMS fueran obligatorias, tal como es fácil chequear en torno a la epidemia del COVID -19, donde cada país eligió un camino propio, alguno con más éxito que otro.

Lo más extraño de todo es que Adorni se ocupó de aclarar que Argentina se retira de la OMS, pero no de la OPS, que es el organismo regional de la OMS, el que transmite los lineamientos recomendados, justamente, para nuestra región.

Consultado por Memo, un funcionario reconoció que no hubo una evaluación técnica, que el ministro del Salud no está al tanto de la medida ni se le requirió un informe al respecto, y que se trató de "una decisión del Presidente, de carácter político".

Argentina se retirará de la Organización Mundial de la Salud

Más tarde se conoció un comunicado explicando las razones de la medida. "Falló en su mayor prueba de fuego: promovió cuarentenas eternas sin sustento científico cuando le tocó combatir la pandemia de COVID-19", se expresó. Y consideró que "las cuarentenas provocaron una de las mayores catástrofes económicas de la historia mundial y, acorde al estatuto de Roma de 1998, el modelo de cuarentena podría catalogarse como un delito de lesa humanidad. En nuestro país, la OMS respaldó a un gobierno que dejó a los niños fuera de la escuela, a cientos de miles de trabajadores sin ingresos, llevó a comercios y pymes a la quiebra, y aun así nos costó 130.000 vidas".

Más allá de lo polémico del concepto, ya que países que no hicieron cuarentena como Estados Unidos (primer gobierno de Trump) y Brasil (gobierno de Jair Bolsonaro) tuvieron en forma porcentual más muertos por COVID que la Argentina, lo extraño es que ni en esta gestión de Trump, ni tampoco Milei exhibieron estudios científicos para explicar la decisión. A esta altura, por lo menos en nuestro país, suena a un nuevo recurso narrativo para sacar la agenda de género del debate público, que como ya se adelantó en estas columnas, perjudicaron la imagen del Gobierno al punto que se sintieron obligados a cambiar el sentido de la postura oficial.

El médico sanitarista Carlos Regazzoni, dijo que se trata de una decisión "complicada a escala global" porque "en los hechos, significa que Trump le entregó la OMS a los chinos". En diálogo con esta cronista, el expresidente del PAMI aseguró que "la organización estuvo siempre manejada por los Estados Unidos a través de la agenda anual donde ese país tenía más influencia que ninguno, justamente porque era el principal accionista". "Ahora quien aportará esos ingresos es China, que dominará la nueva agenda mundial en salud", explicó Regazzoni.

Esta agenda que cuestiona Trump y buena parte de la ultraderecha global está basada en un documento secreto que se llama "Informe Kissinger", también conocido como NSSM200, el Memorando de Estudio de Seguridad Nacional 200: implicaciones del Crecimiento de la Población Mundial para la Seguridad de Estados Unidos e intereses de Ultramar, que fue presentado por el entonces poderoso secretario de Estado, Henry Kissinger, en 1974.

En una brevísima síntesis, el Informe aboga por un férreo control de la natalidad en el mundo, sobre todo India, Bangladesh, Pakistán, Indonesia, Tailandia, Filipinas, Turquía, Nigeria, Egipto, Etiopía, México, Colombia y Brasil. Se preveía que estos países formen el 47% del crecimiento total de la población mundial y que era vital promover los métodos anticonceptivos y otras medidas de control poblacional, que en nuestra región promueve la OPS.

Si la agenda de género tiene un "origen" está ahí, en el Informe Kissinger, un político conservador, preocupado más que nada por la seguridad de los Estados Unidos que estaría bajo riesgo si el consumo de energía aumentase a escala de la población, y no hubiera suficientes suministros en USA.

Para Regazzoni, muchas de esas "políticas deben revisarse, hay que quedarse en la mesa y discutir la próxima agenda, porque si te retirás, dejás el espacio para que avancen los que considerás tus enemigos".


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