NRA: ¿puede desaparecer la Asociación Nacional del Rifle de EEUU?

El lobby de las armas de los Estados Unidos, la NRA, Asociación Nacional del Rifle por sus siglas en inglés, vive momentos decisivos. El pasado martes, un juez federal estimó que la NRA no pudo declararse en quiebra , porque la solicitud de quiebra no se hizo "de buena fe" y la asociación utilizó "este expediente para responder a un problema regulatorio y no a un problema financiero", según dictaminó el magistrado Harlin Hale en su decisión. 

Además de la declaración de quiebra -que tuvo la ventaja de llevar a la suspensión de los procesos judiciales- la NRA había solicitado trasladar su sede legal de Nueva York a Dallas (Texas), donde tiene un apoyo mucho más fuerte.

De acuerdo con un artículo difundido en la semana por el diario francés Le Parisien, el arbitraje dictado por el juez implica que el lobby, ferviente defensor de la Segunda Enmienda de la Constitución estadounidense, deberá responder por los hechos con los que se le imputa en el estado de Nueva York. 

En agosto de 2020, la Fiscalía de este Estado había iniciado una acción civil, luego de más de un año de investigación, por abuso de activos corporativos contra la asociación y quien la dirige desde hace 30 años, Wayne LaPierre. Se le acusa en particular de haber malversado decenas de millones de dólares para fines personales, viajes, viajes y beneficios en especie. Según la fiscal Letitia James, se han violado leyes de caridad, justificando la disolución de la NRA y la salida de su presidente.

Implosión y declive de la popularidad

Este primer veredicto dictado el martes no significa la desaparición de la NRA por estas razones: primero, porque la asociación podría decidir apelar o encontrar un arreglo financiero con el estado de Nueva York antes de ir a juicio.

También advirtió que tenía la intención de "seguir luchando, como lo hace desde hace 150 años". Y "tiene los medios para defenderse", según citó Le Parisien a Marie-Christine Bonzom, politóloga y periodista especializada en Estados Unidos. Pero incluso si la asociación terminara siendo llevada ante la Corte -lo que probablemente lleve algún tiempo- "la disolución me parece poco probable", de acuerdo con el testimonio de Nicole Bacharan, politóloga especializada en Estados Unidos.

Sin embargo, según escribió la periodista Lucile Descamps, "el daño está hecho y el lobby se encuentra en medio de una crisis interna". 

Su imagen, como la de su líder, se ve sacudida por este caso de abuso de activos corporativos y sospecha de corrupción. "La dirección de Wayne LaPierre está en disputa", dijo Nicole Bacharan. Esta no es la primera vez que se encuentra en el corazón de la tormenta: ya se había visto obligado a devolver cientos de miles de dólares a la asociación el año pasado, después de haber utilizado los fondos de la NRA para gastos personales, según contó Marie-Christine Bonzom. 

Para ella, un cambio de dirección podría ser suficiente para "salir de la crisis interna", incluso si "los demócratas están decididos a derrocar a la NRA". Pero los problemas no terminan ahí. Ante las acusaciones del fiscal neoyorquino, el índice de popularidad de la asociación ya había caído drásticamente durante dos años, "en particular ligado a su posición considerada inflexible sobre el control de antecedentes de los poseedores de armas de fuego", analizó la especialista de Estados Unidos, Marie - Christine Bonzom. 

A nivel financiero tampoco, la situación de la ANR no está en buena forma. "El año 2020 ha sido, como para muchas organizaciones, muy difícil", apuntó el politólogo. Y la asociación tiene muchas deudas a la espalda.

A pesar de los desafíos en todos los frentes, la influencia de la NRA no desaparecerá pronto. " Continuará presionando al Congreso, incluso si su poder puede verse algo disminuido", analizó Marie-Christine Bonzom. "Creo que es una asociación que se transformará, cuya dirección ciertamente cambiará, pero cuya influencia interna y externa no disminuirá", abundó la politóloga Nicole Bacharan. 

Para ella, siempre habrá un lobby de armas, cuyas tesis, luchas y financiación continuarán. Además, la asociación aún cuenta con más de 3 millones de miembros y puede presumir de contar con defensores de peso, como el exsecretario de Estado Mike Pompeo o el senador Ted Cruz, quienes apoyaron firmemente la solicitud de reubicación de la NRA en Texas.