Por qué la CNEA abandona el proyecto nuclear CAREM
El presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica afirmó que el diseño del reactor CAREM no es comercialmente viable. CAREM es reactor prototipo de 32 MW de potencia eléctrica que se estaba construyendo en Atucha, pero ahora se explorarán otros diseños de reactores modulares pequeños.
La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) anunció un giro en su estrategia nuclear: el proyecto CAREM, emblema de la ingeniería argentina en reactores modulares pequeños (SMR, por sus siglas en inglés), será replanteado. Según el presidente de la CNEA, Germán Guido Lavalle, el diseño del reactor prototipo de 32 MW en construcción en Atucha no es comercialmente viable.
"El CAREM es un reactor de demostración, un paso de aprendizaje. Pero seamos honestos, no vamos a vender 50 CAREM. No es económicamente competitivo", señaló Lavalle durante un discurso de fin de año transmitido internamente.
La decisión se alinea con las directrices del nuevo Plan Nuclear Argentino anunciado por el presidente Javier Milei, que busca el desarrollo de SMR comercializables a nivel internacional. "El reactor del cual nos habla el presidente debe ser la evolución del CAREM, un diseño aceptado globalmente que podamos exportar", agregó Lavalle.
El prototipo CAREM comenzó a construirse en 2014 en el complejo nuclear de Atucha y cuenta con un avance físico del 63,8%, en su mayoría relacionado con obras civiles, como el edificio de contención. Sin embargo, los componentes clave del reactor, como el recipiente de presión y los generadores de vapor, aún presentan avances parciales.
"La obra civil avanzó mucho, pero en ingeniería estamos atrasados", reconoció Lavalle, quien destacó recientes logros, como alcanzar las condiciones de presión y temperatura necesarias para probar el sistema de posicionamiento de las barras de control. "Ese es un hito importante, pero aún queda mucho por hacer", dijo.
Una Revisión Crítica de Diseño realizada por la CNEA identificó áreas que requieren mejoras, lo que podría implicar modificaciones en componentes ya fabricados. Empresas como IMPSA y CONUAR están trabajando en partes clave del reactor, como el recipiente de presión y los generadores de vapor, respectivamente.
El CAREM, diseñado como un reactor presurizado de agua liviana (PWR), representa el tipo de tecnología más utilizada en el mundo. Sin embargo, la CNEA ha comenzado a explorar otros conceptos para SMR, como reactores de sales fundidas o de sodio líquido, tecnologías de vanguardia consideradas de cuarta generación.
"Estamos evaluando qué diseño podemos desarrollar en función de nuestras capacidades y de las tendencias del mercado", explicó Lavalle, quien recibió un primer borrador de un documento técnico que analiza diversas tecnologías. "Es un análisis brillante, sin restricciones previas, que explora alternativas desde cero", detalló.
El futuro del programa nuclear
El replanteo del proyecto CAREM marca un cambio de enfoque en la política nuclear argentina. Mientras la construcción del prototipo avanza, el desarrollo de un SMR comercialmente viable se convierte en el nuevo objetivo. Con un mercado global que exige innovación y competitividad, la CNEA busca posicionarse en la vanguardia tecnológica, adaptando sus proyectos a las demandas internacionales.
El destino del CAREM, que alguna vez fue símbolo del avance nuclear argentino, ahora parece quedar relegado al aprendizaje técnico, mientras el país apuesta a diseños que podrían consolidar su lugar en el mercado mundial de la energía nuclear.
econojournal