El presidente Milei sobre Malvinas: "Buscamos ser una potencia, a punto tal que ellos prefieran ser argentinos"
El presidente Milei junto a todo el Gabinete presidió el homenaje por la conmemoración de la Guerra de Malvinas. Criticó nuevamente al kirchnerismo sin nombrarlos explícitamente y prometió fortalecer a las Fuerzas Armadas.
Este miércoles 2 de abril Javier Milei encabezó el acto del Día del Veterano y los caídos en la Guerra de Malvinas. El evento duró alrededor de 25 minutos en el cenotafio de la Plaza San Martín.
Lo acompañó todo su Gabinete, excepto la vicepresidenta Victoria Villarruel, que no fue invitada. Durante la fecha, la presidenta del Senado estará en Ushuaia.
Durante su discurso, el mandatario libertario apuntó directamente a "la casta política" por perjudicar el reclamo por la soberanía de las Malvinas directa e indirectamente por sus decisiones políticas y económicas. El presidente dijo que "nadie puede tomar en serio el reclamo de una Nación cuya dirigencia es conocida en el mundo por su corrupción e incompetencia y llevar a la Argentina, a los brazos de la escoria del mundo. Quién empobrece su suelo y hace causa común con dictadores y dictadorzuelos entra en cualquier negociación diplomática en desventaja. Luego, si le sumamos el desarme y la demonización de las Fuerzas Armadas, teníamos la receta perfecta para que las Malvinas permanezcan en manos extranjeras.
El primer paso, es levantarnos como país en todo sentido, tanto espiritual como materialmente, y recuperar el lugar internacional que nunca debimos haber perdido y no hay otra manera de hacerlo que, aplicando las ideas de la libertad, adentro y afuera de nuestras fronteras, abriéndonos al comercio internacional y con una política exterior alineada a las naciones libres".
Además, expresó que buscará que los malvinenses quieran ser argentinos. "Nosotros siempre dejamos claro que el voto más importante de todos es el que se hace con los pies y anhelamos que los malvinenses decidan algún día votarnos con los pies a nosotros. Por eso buscamos ser una potencia, a punto tal que ellos prefieran ser argentinos. Y ni siquiera haga falta usar la disuasión o el convencimiento para lograrlo".
En el mismo sentido, apuntó: "Por eso mismo emprendimos el camino liberador que estamos transitando para que Argentina sea el país más libre del mundo y vuelva a tener el PBI per cápita más alto del planeta. Y todos los ciudadanos del mundo fantaseen con el sueño argentino. Eso es lo que este gobierno entiende por soberanía".
La última afirmación fue el remate de una crítica dirigida a los gobiernos kirchneristas, aunque no los nombró explícitamente: "La soberanía no es que el Estado tenga muchas empresas, ni que financie la industria cinematográfica ni recitales de cuarta. Creer que, a mayor Estado, mayor soberanía, es un concepto orwelliano bajo el cual la política ha pretendido a lo largo de la historia ocultar sus negocios sucios y cuyo resultado es un pueblo pobre y esclavo de un Estado omnipresente".
Por último, remarcó las ventajas de los lineamientos de la política sobre la economía de su gobierno, el achicamiento del Estado, y prometió el fortalecimiento de las Fuerzas Armadas, a las que consideró claves para llevar adelante una política exterior fuerte.