#LibreMercado: Marcelo Peretta y el sindicalismo democrático, ¿existe?

El sindicalista Marcelo Peretta dialogo con Silvia Mercado en su streaming: una mirada diferente obre el sindicalismo.

Marcelo Peretta, titular del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos, habló con Silvia Mercado en el streaming de los miércoles "Libre Mercado" a raíz de la presentación de su libro "El derecho a elegir tu sindicato. Llega el sindicalismo que conquista, compite y concilia".

Con prólogo de Miguel Ángel Pichetto, la obra desafía los modelos tradicionales y aboga por una renovación urgente.

Arriba, l entrevista completa.


La sinopsis del libro de Peretta

En 1974 Argentina tenía un 3% de desocupación y un 5% de pobreza. Medio siglo después tiene 20% real de desocupación y 60% de pobres. Por cada trabajo en blanco hay uno y medio en negro.

El sindicalismo que antes era revolucionario hoy es conservador. Aunque cada vez hay más desempleo, el "modelo" no se toca. A pesar de los 8 millones de trabajadores informales, los "Gordos" se oponen a cualquier reforma que afecte la "unidad" y financian campañas y funcionarios para que nadie toque lo que fundó Perón.

Ninguno de los 12 presidentes de los últimos cincuenta años acertó el diagnóstico del problema ni aplicó el remedio laboral correcto.

La buena noticia es que el ochenta por ciento de los 3500 sindicatos existentes quiere tecnología y modernización. Son los sindicalistas "Flacos". Están dispuestos a la competencia sindical (terminar con el "Unicato") ya modernizar los Convenios Colectivos de Trabajo.

Hay que restaurar la libertad sindical y respetar el derecho constitucional a organizarse ya elegir sindicato. Hay que cambiar el modelo sindical de las 3P: "Personería, plata y patota" por el de las 3C: "Competir, conquistar y conciliar". Hay que abrir el "Cepo Sindical" impuesto por la Cartera de Trabajo, consistente en cajonear expedientes a pedido de los gremios "Gordos" y "Empresaurios" para anular la libertad y la competencia sindical.

La tecnología es necesaria y bienvenida, pero algunos empresarios pretenden ser juez y parte de los grandes cambios, precarizando a sus trabajadores. Por eso los gobiernos deben obligarlos a cumplir las leyes de cada país, como al resto de la población.

Hay que defender el trabajo basado en el hombre, no en la máquina, y crear sindicatos acordes a este siglo, que puedan serles útiles al trabajador. No alcanza con criticar a los malos sindicalistas para obtener beneficio político. Hay que atreverse a un cambio real y profundo.

Si te interesa el futuro del trabajo y el nacimiento de un nuevo sindicalismo, este es el libro.

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