Maradiaga, el líder opositor de Nicaragua que le pide a Milei acciones contra las dictaduras

El líder opositor nicaragüense en el exilio, Félix Maradiaga, contó cómo es resistir siendo oposición desde el exilio y cómo su lucha continua. Además, valoró la posición de Javier Milei: "puede servir para que otros gobiernos democráticos también se sumen a una mayor presión hacia la dictadura de Ortega", señaló.

Félix Maradiaga fue nominado al Premio Nobel de la Paz desde el Senado de EEUU junto al obispo Rolando Álvarez, pero desistió de su candidatura en beneficio de los sacerdotes que son perseguidos en su país. Es un político nicaragüense que no preside su país porque  fue detenido días antes de las elecciones durante dos años por el régimen de Daniel Ortega, y que hoy lucha desde el exilio por la democracia en su país. En diálogo con Gabriel Conte, Evangelina Argüello y Hernán Bitar en "Tenés que saberlo", por Radio Jornada 91.9, el nicaragüense contó cómo transita esta etapa de su vida, luchando por la vuelta de las libertades y la democracia a Nicaragua.


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"No me siento totalmente libre, porque mi propia libertad individual no estará completa mientras no se logre la libertad de Nicaragua, el país que amo. Es una libertad a medias", declaró Maradiaga, y narró los últimos acontecimientos de su vida: "Es una lucha de todos los días: somos 222 expresos políticos excarcelados en el mes de febrero, que fuimos expulsados a Estados Unidos y al aterrizar en Washington nos enteramos que fuimos privados de nuestra ciudadanía y declarados apátridas por la dictadura de Daniel Ortega mediante una ridícula reforma constitucional. Además se han confiscado nuestro bienes y se nos anuló del registro civil de las personas, se ha declarado una muerte civil". 

Maradiaga contó que ejercer la oposición desde el exilio es una "tarea titánica", pero que "no han logrado quebrar su voluntad": "Seguimos trabajando desde el exilio, nos hemos organizado y hemos tomado medidas para poder establecer una base de trabajo desde Costa Rica, que es nuestro país vecino. Es difícil, pero estoy convencido que la libertad es el destino del pueblo de Nicaragua, una libertad que no va a ser fácil".

El líder opositor fue propuesto por el senador estadounidense Bill Cassidy como candidato al Premio Nobel de la Paz, pero decidió declinar la candidatura y concentrar sus esfuerzos en otras figuras: "Es importante escuchar al corazón y, como católico practicante, tengo una gran admiración por la iglesia, especialmente por la nicaragüense, y por monseñor Rolando Álvarez, obispo de mi diócesis, que está condenado a 26 años de prisión injusta. él pudo haberse montado al avión con los otros 222 presos políticos, pero se rehusó y la dictadura lo envió a una cárcel de máxima seguridad. De la misma forma monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de la arquidiócesis de Managua, quien fue forzado al exilio. Aunque se me mencionó en esta nominación, me parece esencial concentrar todos los esfuerzos para el premio Nobel en estas dos personalidades que han dado todo por Nicaragua", explicó Maradiaga.

Félix Maradiaga recibe Premio al Valor 2023 en Ginebra.

Félix Maradiaga recibe Premio al Valor 2023 en Ginebra.

Dijo, además que "estar nominado y ser al mismo tiempo alguien que está hablando en nombre de Nicaragua es un elemento distractor. Yo no creo que los premios en mi caso sean importantes, en todo caso lo que hace es visibilizar la lucha de Nicaragua, la grandeza moral y el ejemplo de no violencia que han dado monseñor Álvarez y monseñor Báez, ellos encarnan el espíritu de un pueblo creyente, que ama la libertad y que está enfrentando a una de las dictaduras más terribles de América Latina", sentenció, además de agregar que más del 12% de la población se ha visto forzada al exilio, sobre un total de 7 millones de habitantes que posee Nicaragua: "Ni aún en la guerra civil de los 80 había habido un exilio tan grande. Mi labor es llevar la voz de reclamo y de denuncia".

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Maradiaga también señaló una importante persecución religiosa que se ha dado en el último tiempo: "Hay una persecución permanente a la iglesia, esencialmente de la iglesia católica. En este momento hay más de 150 religiosos forzados al exilio, algunos tuvieron que huir para salvar su integridad y otros sacerdotes y religiosos se les ha prohibido el retorno a su patria. Es una práctica común en el régimen de Ortega. Además se expropió la principal universidad católica nicaragüense, que es la UCA de los jesuitas. Se expulsó a los jesuitas y a otras 11 órdenes religiosas y misioneras del país. Hay también una persecución económica: a través de una serie de leyes se les impide a las diócesis y a los colegios católicos abrir cuentas bancarias, recibir fondos del exterior, recibir donaciones. Es una suerte de Corea del Norte tropicalizada".

El líder opositor hizo una autocrítica y resaltó que si bien el pueblo de Nicaragua resistió, también cometió errores: "Uno fue volver a darle la oportunidad a Daniel Ortega, que había sido expulsado electoralmente por las reglas de la democracia en las primeras elecciones libres en 1990, luego de 10 años de guerra civil. Los segundo es que hubo 16 años de transición democrática en donde los demócratas no hicimos lo suficiente y eso hizo que el sandinismo regrese al poder, aprovechando las oportunidades de la democracia. Ningún país del mundo escapa de los tentáculos del populismo. Cuando una nación ve que la democracia no da resultados suficientes y que hay avances a nivel macroeconómico como hubo en Nicaragua, en donde se estableció una economía de mercado. Pero hubo corrupción de los gobiernos de derecha, hubo lejanía con las preocupaciones cotidianas del pueblo y esto permitió que Daniel Ortega llegue al poder en 2007. Una vez en el poder, desmontó los tímidos avances de la democracia y estableció una dictadura".

Más entrevistas de Gabriel Conte, con clic aquí.

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Maradiaga señaló la violencia y enumera las víctimas del régimen: "El pueblo resistió. En 2018 hubo una serie de concentraciones masivas nunca antes vistas en la historia de Nicaragua y fueron atacadas por la policía del régimen sandinista. En pocos meses murieron casi 400 personas, 58 estudiantes universitarios, 1200 personas en la cárcel. El pueblo hizo todo lo que podía hacer en ese momento, pero cuando no hay un cambio, cuando la comunidad internacional no nos acompaña como quisiéramos, buena parte de la población decide escapar. Se han hecho grandes esfuerzos, la población de Nicaragua sigue resistiendo. La persecución religiosa es una nueva fase de represión, la iglesia católica era la única institución que quedaba en pie en Nicaragua luego de que se expulsaran a varias embajadas, misiones internacionales. El régimen expulsó a la Cruz Roja, a la Unión Europea, a la ONU y la iglesia católica era la única entidad que quedaba respaldando a la ciudadanía. Es por eso que ahora hay una persecución hacia sacerdotes, que se ha extendido a otras iglesias evangélicas. Hoy tenemos 11 pastores evangélicos en la cárcel, 17 sacerdotes, incluyendo dos obispos".

Fotocomposición: Maradiaga confía en Milei.

Fotocomposición: Maradiaga confía en Milei.

Finalmente, Maradiaga valoró la posición del presidente argentino Javier Milei en relación a su vínculo con el gobierno de Nicaragua: "Esperemos que haya una posición firme no solo hacia Nicaragua, sino hacia las dictaduras como Cuba o Venezuela. Hay que entender que estas dictaduras actúan en red, funcionan como un ecosistema y Cuba es la cabeza de la serpiente en América Latina. Detrás de ese ecosistema de dictadores, está el dinero de regímenes totalitarios como China. En el caso de Nicaragua, hay íntimos vínculos de Ortega con Irán y Rusia. Creemos que la posición de Milei puede servir para que otros gobiernos democráticos también se sumen a una mayor presión hacia la dictadura de Ortega. Vemos con muy buenos ojos no solo las declaraciones sino las acciones de Milei".

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