Un vino mendocino en la cena con Trump, y qué tiene que ver con Milei: lo cuenta Luis Rosales
El analista y consultor político mendocino Luis Rosales estuvo invitado este fin de semana a una cena con Donald Trump por haber participado activamente en su campaña. En diálogo con el programa "Tenés que saberlo", analizó cómo influirá el triunfo del magnate en Argentina y en el mundo.
Este fin de semana un mendocino estuvo presente con el equipo del electo presidente Donald Trump en una comida organizada en Mar-a-Lago para celebrar el triunfo del republicano: se trata de Luis Rosales, quien trabajó activamente en la campaña del magnate. En diálogo con Gabriel Conte junto al equipo que completan Evangelina Argüello y Hernán Bitar en el programa "Tenés que saberlo", el consultor político analizó cómo queda diagramado el mundo tras la victoria de Trump y cómo puede influir esto en la Argentina.
"Antes venía trabajando de lejos, pero en los últimos 6 o 7 meses trabajé de manera muy activa en la campaña de Trump junto a mi amigo y socio, con quien he laburado en montones de campañas en diferentes países de América Latina, Dick Morris, que era el estratega de Trump en esta campaña. Es la única persona que ha sido estratega de dos presidentes: de Clinton en la década del noventa y de Trump ahora", contó Rosales.
El analista contó que vivió 6 meses en la Torre Trump y que tiene un trato cercano con el equipo: "Fotos y reuniones sociales son pocas, no tienen la costumbre, en general los norteamericanos y en particular el trumpismo, de festejar demasiado como hacemos acá. Acá las campañas son todo el tiempo contacto personal, allá son pequeños actos donde cada uno tiene un rol y no hace falta estar reuniéndose demasiado ni mezclando demasiado. En la campaña de Trump fue todo muy concéntrico: una especie de centro que es Trump y recibía rayos, como si fuera un Sol, pero en vez de emitirlos los recibía, de diferentes lugares y equipos y él tomaba las decisiones".
Rosales señaló que el triunfo de Trump fue "una paliza" dentro de lo que se puede en Estados Unidos al ganar tanto por los votos electorales como por el voto popular: "Se quedó con la Cámara de Representantes y la Cámara de Senadores y la posibilidad de influir en algunos nombramientos judiciales por vacancias. Va a tener un poder enorme Trump, sumale la personalidad que tiene y el hecho, que uno podría decir que es una desventaja, de que no puede ser reelecto. Eso en los Estados Unidos a veces se transforma en ventaja porque cuando los presidentes no pueden ser reelectos, trabajan por el bronce, por el legado, para pasar a la historia. Y eso se va a notar, en su primer mandato no pudo hacer muchas cosas y ahora viene con los tapones de punta, después veremos si el sistema lo deja".
El otro argentino de Trump: Luis Rosales, anoche en Mar-a-Lago
El mendocino señaló que Trump sigue siendo "antisistémico" y que eso le permitió volver a ser presidente: "Tenía en contra a casi todos los medios, a excepción de la cadena Fox y de la cadena Newsmax; todo Hollywood en contra, salvo un par de actores y directores, muy poquito son los no woke de Hollywood; la mayoría del cuerpo académico y universitario de Estados Unidos; el sistema, acá le dirían la casta. Nuevamente se demostró que cuando la gente está enojada con el sistema, mientras más te pega el sistema más te hace crecer".
Sobre las líneas de acción de Trump, Rosales lo describió cómo una persona con mentalidad empresaria práctica: "En materia económica, viene proteccionismo, sobre todo con China y contra los productos chinos, ahí piensa poner aranceles altos. Hay que ver si lo puede hacer, yo soy más liberal en ese sentido y diría que la economía mundial va a sufrir por el proteccionismo, siempre sufrió. Tal vez momentáneamente Estados Unidos termine beneficiado en el corto plazo, pero el tema de establecer barreras al comercio termina empobreciendo a todos. Pero tiene como consigna proteger el trabajo norteamericano, generar nuevas inversiones y puestos de trabajo dentro de EEUU y sostiene que a través de subsidios y de forma no competitivas, China se ha ido quedando con todos los negocios, Estados Unidos le ha ido cediendo la producción de todo a China y ellos le compran todo. Eso con Trump pareciera que se puede ir revirtiendo o lo va a intentar revertir", explicó.
En materia geopolítica, Rosales explicó que Trump demostró en su primera presidencia ser pacifista, más que nada por una cuestión práctica: "Le sale muy caro a Estados Unidos y es un gran negocio para algunas compañías, un sector de la industria muy importante. Finalmente, Estados Unidos termina envuelto en guerras complejas como Irak o Afganistán que terminan mal, con un tema de relaciones públicas muy malo para Estados Unidos afuera y a un costo gigante para los contribuyentes norteamericanos que tienen que pagar ejércitos gigantes instalados en diferentes partes del mundo, cosa que es muy costoso. Una guerra es realmente muy costosa".
Sobre la relación con Argentina, Rosales contextualizó que Argentina representa el 2% de EEUU, por lo que, si no existiéramos, a Estados Unidos le movería poco la aguja: "En esa fantasía que tenemos nosotros de que vienen por nuestros recursos, perfectamente podría no existir esta punta de Sudamérica y a Estados Unidos no le movería la aguja, no somos grandes proveedores. Además lo molestamos poco: México o Cuba molestan muchos Estados Unidos por diferentes razones, entonces se lo tiene presente; eso es bueno y malo, no molestar al grandote del mundo. Corea del Norte molesta mucho y corrés el riesgo de que si molestás mucho que te dé un sopapo el grandote y te saque de juego".
En esa línea, señaló que tampoco somos emisores de grandes cantidades de migración ni tampoco exportadores de drogas, que si son motivos para que Estados Unidos te incluya en su agenda: "Geopolíticamente sí importamos: si analizás el mapa de América Latina, con el cambio de Uruguay, te quedan cercanos a Estados Unidos y mucho más cercanos al pensamiento de Trump, Milei y Peña en el Paraguay, con un estilo menos estridente que Milei. Después, se está definiendo qué pasa en Ecuador, si en febrero Noboa sigue o vuelve el correísmo. Y después podría ser Bukele en El Salvador, aunque no lo tienen tan en el mismo bando. Los grandes países como México, Colombia, Brasil, Chile, todos están del otro lado ideológicamente, ni que hablar de las tres dictaduras de izquierda: Venezuela, Nicaragua y Cuba. El panorama en América Latina es adverso a Estados Unidos y Milei, para algunos sobreactuado para otros sinceramente, está muy del lado de ellos. Ahí tenés una posibilidad de alianza grande".
Desde el punto de vista ideológico, señaló que el hecho de que Milei esté sentado en la misma mesa que Trump, Bolsonaro, VOX, Meloni u Orban puede ser conveniente: "Por la simpatía y el conocimiento mutuo que se tenía con Macri, a la Argentina le entraron 50 mil millones de dólares por el pulgar positivo de Trump en los organismos internacionales. ¿Se repetirá eso? Puede ser, y que Milei tenga el mismo oxígeno que tuvo Macri durante su presidencia".
Sobre la comida en sí, Rosales contó que era a la carta y que poder ser socio del club en donde estuvieron tiene un valor de un millón de dólares: "Cada mesa debía tener un socio auspiciante que se hiciera cargo de la mesa. Viene un mozo y te atiende a la carta, los precios son... jugosos (risas). Yo por suerte no pagué, pedí un bife y de entrada una ensalada de pulpo. En la mesa estábamos Dick Morris, el dueño de la cadena Newsmax, el canciller del Paraguay que pretende ser secretario general de la OEA y con quien nos reíamos. Era fuerte, en la mesa de al lado estaban Donald Trump y Elon Musk", concluyó. Había un vino mendocino, relató: un Achával Ferrer.