La primera presidenta mujer del PS ve con mucho futuro al socialismo mendocino
Mónica Fein fue electa este domingo como la primera presidenta mujer del Partido Socialista en casi 125 años de historia. "Somos sobrevivientes del patriarcado porque nos ha dejado marcas", reconoció en charla con Memo.
Este fin de semana el Socialismo realizó elecciones partidarias y casi todas las provincias (Catamarca no llegó por una cuestión legal) eligieron a Mónica Fein como su nueva presidenta. En la competencia, la exintendenta de Rosario le ganó a dos hombres, Eduardo Di Pollina (Santa Fe) y Roy Cortina (Capital) y se convirtió en el primera mujer en liderar el Partido Socialista (PS) en casi 125 años de historia.
Tal cual sucedió el mes pasado, cuando la dirigente socialista visitó Mendoza en campaña, ahora Memo también dialogó con ella para conocer en profundidad su visión política y de género. "Estoy muy contenta porque era un desafío hacer una elección en este marco de pandemia, hacer una distribución de logística de más de 340 mesas con sus respectivas autoridades y también un desafío personal en estos años de socialismo", comenzó Fein.
Además, contó que si bien los procesos eleccionarios se dieron con normalidad en todo el país y con los protocolos pertinentes, hubo muchos integrantes del partido que tuvieron que aislarse por estar con covid-19 y eso disminuyó el flujo de votantes. "Incluso, tuvimos que cambiar autoridades de mesa por esa razón, fue menos gente a votar. Así que una patriada en el marco de esta pandemia", reflexionó la flamante presidenta del PS.
Concretamente, sobre la elección del partido en Mendoza, Fein también la calificó como un desafío porque tuvieron que ir a la Justicia ya que las otras listas los habían cuestionado "porque estábamos en búsqueda de nuestra personería política nacional por un tema eleccionario anterior. Pero fue un gran triunfo porque la Justicia nos dio la razón, los compañeros y compañeras de Mendoza pudieron votar e hicimos una buena elección a pesar de ese debate, que lo dimos democráticamente. Además, yo recorrí Mendoza, estuve con muchísimas compañeras y compañeros históricos y con una juventud maravillosa así que veo con muchísimo futuro el socialismo de Mendoza", se explayó la mujer.
El socialismo, una opción para las elecciones presidenciales
Así, el 28 de junio de este 2021, cuando el partido cumpla sus 125 años, Fein, que también fue la primera intendenta mujer de Rosario (2011-2019), asumirá como la primera presidenta del PS desde su fundación. Lo hará con una lista de paridad, tal cual se resolvió en el congreso interno.
"Nos costó un poquito a las mujeres llegar pero es nuestro tiempo y me alegra que el PS lo haya entendido, gracias a la lucha de Alicia Moreau (referente histórica del socialismo y feminismo en Argentina) hasta acá y de cientos de compañeras. También gracias a la lucha de las compañeras en las calles porque si no hubiera sido una lucha de la sociedad hubiéramos tardado un poco más en llegar seguramente", reflexionó quien es bioquímica de profesión.
Asimismo, Fein aseguró que se trata de una gran oportunidad para el partido y, sobre todo, para las mujeres. "Ahora vamos a profundizar nuestras participación y conducción en los partidos políticos, a generar nuevos espacios de liderazgo de mujeres, que es tan importante para fortalecer la democracia y también para hacer un socialismo de cara a la sociedad y los problemas que tiene, que son muchos", marcó.
Al respecto, deslizó que si bien desde hace tiempo están trabajando en todos los territorios, para el partido es fundamental fortalecerse a nivel nacional. "También es nuestro objetivo porque nos permitirá ser una opción de cara a las elecciones. Ante una crisis muy profunda sanitaria pero también de confianza, social, económica. Una complejidad enorme ante la que el socialismo quiere aportar su granito de arena", remarcó ya desde una mirada bien política.
-¿Por qué recién ahora el socialismo tiene una mujer presidenta?
-Cuando lo comparo con los otros partidos centenarios, el radicalismo y el peronismo, somos de avanzada pero obviamente 125 años hablan de la falta de igualdad -reconoció- que hemos tenido las mujeres en los procesos en general en la sociedad y también en los partidos políticos. Siempre estuvimos en los partidos, en el territorio, en los equipos técnicos pero muy pocas veces en cargos de liderazgo.
También en la Juventud del Partido Socialista ganó una mujer, la compañera Gisel Mahmud, de 30 años. Eso me alegra profundamente porque creo que es necesario fortalecer a las nuevas generaciones que vienen para cambiar.
Creo que tuvo mucho que ver, además de nuestra pelea interna porque en muchos congresos discutimos el rol de la mujer, la paridad y el partido lo incorporó en el último tiempo, el movimiento feminista afuera, la movilización inmensa de mujeres planteando igualdad. El partido lo supo ver, escuchar y las compañeras pudimos aprovechar el momento para fortalecer nuestro espacio.
Además, cambiar a los partidos que tienen una estructura en general machista porque son los varones los que los han constituido y nos alejan de los lugares de decisión política. Ese es el desafío que tenemos, ocupar los lugares de poder a la hora de las alianzas, de la toma de decisiones. Creo que es una gran oportunidad y ojalá se contagien muchos partidos y entidades que aún no tienen mujeres conduciendo procesos.
-¿Has sufrido discriminación como mujer, dentro o fuera del partido?
-Sí, claro. Creo que ninguna mujer que haya intentado incorporarse a actividades muy unidas a los varones no ha tenido alguna situación compleja. Yo a veces digo que somos sobrevivientes del patriarcado porque nos ha dejado marcas a cada una de nosotras para poder superarlas. Cuando las mujeres participamos activamente, lo hacemos desde nuestro lugar y con nuestras costumbres y muchas veces eso desequilibra a los que no están acostumbrados.
A las más antiguas nos decían las bravas cuando llegábamos a algún evento del partido y también que éramos un poco locas por querer la paridad. Ese proceso lo hemos vivido adentro del partido y en la sociedad. Siendo intendenta inclusive lo viví.
Creo que muchas hemos atravesado esas discriminaciones buscando cómo hacerlo pero no es que no nos ha marcado. Las marcas quedan, por eso digo sobrevivientes pero por suerte y más que nada por lucha, las pibas vienen con otra mirada. Con mucha más convicción de que no hay que atravesar esas discriminaciones si no que hay que enfrentarlas, sin naturalizarlas. Hay que mostrarlas y discutirlas.
Eso nos va a enseñar también a nosotras, las que atravesamos con una sonrisa, sintiendo el dolor en el corazón para no decir justo esto. Creo mucho en las nuevas generaciones que ayudarán a cambiar la realidad y a los propios partidos para hacerse más permeables.