La izquierda, con una primaria presidencial sin los partidos de la antigua Concertación
En esta primaria limitada medirán fuerzas solo dos candidatos: el comunista Daniel Jadue y el joven progresista Gabriel Boric.
La oposición chilena llega dividida a las presidenciales de noviembre próximo y, por eso, este domingo, la primaria de la izquierda solo incluirá a dos candidatos de la coalición Apruebo Dignidad y no a los tradicionales partidos de la centroizquierda de la exConcertación.
En esta primaria limitada medirán fuerzas solo dos candidatos: el comunista Daniel Jadue y el joven progresista Gabriel Boric.
Jadue es un arquitecto y sociólogo de 54 años, alcalde (intendente) de la populosa comuna capitalina de Recoleta desde 2012 y abanderado del Partido Comunista (PC), una fuerza que dejó de ser vista por muchos como un extremo del espectro político cuando la expresidenta Michelle Bachelet la incluyó en su coalición de Gobierno durante su segundo mandato.
Boric, en tanto, es un cientista político de 35 años, actual diputado por la sureña región de Magallanes y candidato por el partido Convergencia Social (CS), organización que forma parte del Frente Amplio, coalición progresista creada en 2011.
Ambos candidatos tienen a favor que no tendrán que medirse con algunos de los nombres en danza en la centroizquierda para competir por la Presidencia -como la socialista Paula Narváez, delfín de Bachelet; Carlos Maldonado, del Partido Radical; y la presidenta del Senado, Yasna Provoste, de la Democracia Cristiana-, aunque esto también supone que el eventual ganador este domingo llegará a noviembre con una base de apoyo más limitada.
Tanto Jadue como Boric han participado en encuentros y debates desde el inicio de la campaña por las primarias, y han expuesto varios desencuentros y diferencias en los principales temas en discusión en Chile en materia económica, social y política.
Por ejemplo, sobre la despenalización del consumo de drogas en Chile, Boric opinó durante un debate en televisión que se puede "conversar sobre la despenalización futura de otras drogas, pero no está" en su programa "por ahora".
En cambio, Jadue sí aseguró que "en una fase posterior, sí (despenalizaría la cocaína y la pasta base)", pero que sería con "entrega regulada para los adictos desde el aparato del Estado para ocupar la plata que hoy se bota en la batalla contra el narco, que es una guerra fracasada, usarla en prevención, desarrollo de cultura, de artes, deportes y rehabilitación".
Tuvieron un choque aún más marcado cuando se discutió en un debate las protestas en Cuba.
Boric planteó que está "con el pueblo cubano que se está manifestando en contra del Gobierno de Miguel Díaz-Canel" y sostuvo que tiene "un sólo estándar sobre violaciones a los derechos humanos, son inaceptables".
Jadue le respondió: "No tengo antecedentes suficientes que digan que hoy hay violaciones a los derechos humanos en estas manifestaciones" y agregó: De comprobarse, "por supuesto que las condeno".
Por el contrario, los dos coincidieron en sus críticas al actual Gobierno chileno por su manejo de la pandemia de coronavirus, que ha dejado más de 1,5 millones de contagios y más de 33.000 fallecidos.
"Lo mejor es escuchar a la ciencia y tiene que ser una de las características de un futuro Gobierno para que no se repita el problema que hemos tenido con Sebastián Piñera, que no escucha a nadie", sentenció Boric.
"El manejo sanitario (de la pandemia) de este Gobierno ha sido un desastre", remató, por su parte, Jadue.
Sobre la economía, sin embargo, sí marcaron algunas diferencias, especialmente sobre los retiros de fondos previsionales, uno de los temas que dividió y golpeó electoralmente al oficialismo.
Boric se mostró contrario a la idea del retiro del 100% de las Administradoras de Fondo de Pensiones (AFP) porque ya existe un Ingreso Familiar de Emergencia Universal (IFE), mientras que Jadue sostuvo que el actual pedido del retiro del 100% que se debate en el congreso es "absolutamente" realista para ayudar a los chilenos.
No obstante, ambos coincidieron en tener "principios compartidos" sobre refundar las AFP, porque, dijeron, son "parte del problema".