El agujero negro que debe atravesar Marón en la Anac, antes de abrir los cielos
El flamante titular de Anac Gustavo Marón habló sobre el desafío que tiene por delante la Administración y los riesgos en el corto plazo: "Es extremadamente serio y peligroso", señaló en diálogo con Gabriel Conte y equipo en el programa "Tenés que saberlo", por Radio Jornada 91.9.
Uno de los nombramientos que se oficializaron en las últimas horas fue el del mendocino Gustavo Marón al frente de la Administración Nacional de la Aviación Civil (Anac). El nuevo titular dialogó con Gabriel Conte, Evangelina Argüello y Hernán Bitar en el programa "Tenés que saberlo", por Radio Jornada 91.9 y se refirió a la compleja situación que debe afrontar en los próximos meses.
"La primera sensación que tuve al ser convocado fue la del peso de la responsabilidad", señaló Marón, de entrada.
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Contó su trayectoria: "Durante toda la vida me dediqué a estudiar, a investigar, a conocer en el amplio sentido de la palabra. Era plenamente consciente de la envergadura, de lo que es y lo que hace la Administración Nacional de la Aviación Civil, su impacto en la aviación civil, sus relaciones internacionales con la Organización de Aviación Civil Internacional, su lógica, sus recursos y su gente. Comencé profesionalmente mi vida a los 14 años, lavando aviones privados en el extinto aeroparque de la Ciudad de Mendoza".
Al respecto, se mostró orgulloso: "Yo ya me sentía importante por lavar aviones, me sentía un profesional y ahí me metí en el ambiente, me fui insertando, hablando con gente, demostrando curiosidad. Para quien comienza lavando aviones, llegar a la titularidad de la Administración Nacional de la Aviación Civil es algo que me honra", señaló.
Además, Marón sostuvo que 'siempre se mantuvo en lo técnico, en la docencia, en la investigación y el ejercicio profesional': "No soy un hombre de la política, no soy un político. De golpe soy funcionario, pero no me identifico como tal, me sigo considerando un técnico que va a cumplir funciones técnicas".
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Identificó el principal problema que tendrá en el comienzo de su gestión y que de eso dependerá lo que siga: "La Argentina, como todos los países que integran la Organización de Aviación Civil Internacional, recibe regularmente lo que se llaman auditorías universales de seguridad operacional. Es un control de calidad que aplican las autoridades aeronáuticas, es lo normal, lo que no es normal son los resultados, que fueron muy malos y en algunas áreas pésimos", explicó.
En ese sentido, dijo que "esto en sí ya es un dato de degradación, de relajamientos y descomposición. La autoridad aeronáutica argentina quedó muy mal parada frente a las autoridades y eso tiene consecuencias. La autoridad aeronáutica estadounidense se encontró con estos números y dijo que operar en Argentina es inseguro. Vamos a hacer nuestra propia auditoría para confirmar el grado de degradación y si es cierto, tenemos que aplicar penalizaciones y restricciones a los vuelos de las empresas norteamericanas que llegan a Argentina y a las empresas argentinas que vuelan a EEUU, lo que significa freezar el vínculo internacional aeronáutico de nuestro país, la conexión aérea de Argentina con el mundo, es extremadamente serio y peligroso. La auditoría norteamericana fue pateada hacia adelante durante el año pasado y ahora pusieron punto final para el 8 de abril. Tenemos el desafío titánico de aprobar una auditoría integral de los Estados Unidos a las estructuras que hoy me toca administrar en un contexto de pésimas calificaciones obtenidas ante la OACI y el riesgo de no poder levantar esas calificaciones de acá a abril".
El titular de Anac señaló que hay que separar lo urgente de lo importante y que lo primordial es poder superarla auditoría realizada por las autoridades estadounidenses. "Una vez que se reviva eso -subrayó Marón- se pueden atacar las enfermedades que puede haber, como la situación de infraestructura o los cielos abiertos. Eso significa que la persona, que está en un quirófano con pulsaciones cada un minuto, empezó a respirar y a entender y se convierte en un elemento de ejecución técnica de lo que decida el poder ejecutivo en materia de política aerocomercial", destacó Marón.
Siguiendo con la analogía, graficó: "Estoy en el estado anterior, estoy con el cuerpo que no late. De ahí la importancia de este problema, la gravedad de la situación y la magnitud del desafío que tengo por delante en muy poco tiempo". Sin embargo, como parte positiva, Marón destacó que la Administración Nacional de la Aviación Civil 'es, fue y seguirá siendo un organismo técnico formado por profesionales muy capacitados: "No me costó nada formar una fuerza de tareas con los mejores para rápidamente organizarnos y aprobar la auditoría. Es la prioridad absoluta que tengo enfrente y del resultado de eso está condicionado la viabilidad de todo lo demás".