Ganadores y perdedores del primer round del proceso electoral: los K tienen la llave y el llavero
El devenir del anunciado "frente anti Cornejo" con el que amenaza el diputado lujanino del Pro Omar de Marchi, y muchos peronistas sueñan con que sea realidad, pero no cuentan con las herramientas para concretarlo.
Todo lo que se ha dicho en los últimos días en torno a la configuración de un nuevo frente entre el Pro de Omar de Marchi y los intendentes peronistas que ya no son K, pasan al plano de las ilusiones especulativas de ambos o bien, actuaron como globo de ensayo, al estilo de "si pasa, pasa".
Y es que casi pasó. El jueves, la presidenta del Partido Justicialista, la dirigente ciurquista María Flor Destéfanis, le abrió la puerta a la ocurrencia de De Marchi. No se sabe si le pareció bien, se equivocó o no se expresó correctamente, pero por la tarde/noche la hicieron largar un tuit diciendo todo lo contrario. Explicado: por la mañana, le dijo a Luis Ábrego en Radio Jornada que -en síntesis- todo lo que fuera para que Alfredo Cornejo no vuelva a ser gobernador, sumado a algún eslogan mendocinista, le parecía bien. Más o menos, puede decirse, lo mismo que venía diciendo el diputado lujanino que trabaja para Horacio Rodríguez Larreta.
Pero horas después salió a decir que "el límite del PJ" no era solo Cornejo, sino también De Marchi y el macrismo, quedándose con lo que tenía a mano: el PJ y los movimientos sociales que integran el Frente de Todos.
De Marchi igualó al cornejismo con La Cámpora y habló en pasado de Cambia Mendoza
Alguien la avispó de que el capital de De Marchi es verbal: putear mucho a Néstor y Cristina. Y con ellos en la fórmula, deberían pararse a su lado a recibir azotes. Ni qué decir de la tarea ciclópea que les quedaría para explicarles eso a los peronistas de a pie, para quienes Cristina Kirchner es la líder viva más importante, se la quiera o no.
La llave de todo y también el llavero
Los no kirchneristas del PJ no pudieron/quisieron dar una interna por la conducción del partido. De tal forma, pasó de Anabel Fernández Sagasti a Flor Destéfanis, ambas del mismo sector interno. El peronismo tiene tres grupos: el kirchnerismo, el massismo y los otros (¿albertistas?).
Será el Congreso del PJ el que definirá la modalidad en que se presentarán en las elecciones de este año, que no resulta una tarea sencilla. Es que hay siete municipios que decidieron anticipar los comicios y son todos los gobernados por el peronismo más San Carlos, en donde manda uno de los partidos de Cambia Mendoza, pero no el radicalismo ni el Pro, sino el sector de Jorge Difonso.
Que acaten o se vayan
Si algún intendente peronista pensó que podía avanzar en una alianza municipal con De Marchi, como el propio diputado del Pro lo dio a entender en la semana, lo debe aprobar previamente el Congreso del PJ. Pero atención: ningún intendente peronista no kirchnerista podrá tomar una decisión propia sin autorización del kirchnerismo.
Qué ánimos y caras acompañaron el lanzamiento de Cornejo
Para graficarlo mejor: el sello, la marca, la institucionalidad del Partido Justicialista de Mendoza la maneja el kirchnerismo. Es ese grupo el que también conduce los órganos que deben definir la estrategia electoral. Y si alguno quiere acompañar en la picardía a De Marchi, "tendrá que hacer la 'gran Baldasso'", dicen desde ese costado del PJ en referencia a que cuando el exministro de Obras Públicas de Paco Pérez quiso aliarse al lujanino, se tuvo que ir al Pro, directamente. Previamente, fue el candidato a intendente de todo el PJ y pocos le perdonan la defección.
(En cierto modo, a la hora de repasar quiénes componen el Pro, muchos peronistas recuerdan que Larreta fue referente del PJ porteño y como tal, integró la Alianza; y recuerdan que Emilio Monzó es un peronista del menemismo en el exilio. Ni qué decir de Miguel Pichetto, un caso similar: no pudieron vencer al kirchnerismo y se fueron al partido de enfrente. Y si el PJ los amnistiara, ¿volverían?).
En este panorama, Anabel Fernández Sagasti y Carlos Ciurca tienen no solo la llave de cualquier acuerdo, sino el llavero completo. Nadie puede abrir ninguna puerta si no les pide su anuencia y acuerdo, lo que debe leerse como "si no los incorpora a las listas de candidatos", y no solo de las decisiones.
De Marchi fue claro al pedir por radio (misma radio y programa que Destéfanis) que le dejen la chance de construir espacios de alianzas distintos a los provinciales de Cambia Mendoza y lo justificó en que Cambia Mendoza está compuesta en forma diferente a Juntos por el Cambio. Para explicarlo, les tiró tierra en los ojos a Libres del Sur, lo que le valió que Ernesto Mancinelli lo tratara luego de "bravucón".
Los por qués de las fantasías de De Marchi
En la política (y no en la gente, está claro) el dilema a resolver es por qué el lujanino se lanzó en forma tan zarpada a romper Cambia Mendoza. Hay diversas corrientes de pensamiento. Algunas líneas van por los siguientes caminos:
- Porque es como Coca Cola, "es así".
- Porque lo mandó Rodríguez Larreta para que "bajara" Cornejo a Mendoza y abandonara a Patricia Bullrich, de quien podía ser su candidato a vicepresidente.
- Porque realmente piensa que puede haber un frente kirchnerista antikirchnerista.
- Por despecho u odio a Cornejo.
- Porque Cornejo "es el Gildo Insfrán de Mendoza", como repiten algunos pasantes del demarchismo.
Lo que tampoco se sabe es si De Marchi tiene chances de hacer con el sello del Pro lo que se le cante, tal como sugiere su alardeo.
La presidenta del PJ finalmente descartó una alianza con De Marchi
Entonces: si los intendentes que ya no son K no pueden hacer nada sin autorización del PJ que conducen los K, y De Marchi no puede ponerle el sello del Pro a cualquier otro frente que no sea Cambia Mendoza, ¿a qué están jugando?
Hay algunas especulaciones también al respecto, a saber:
- Agitar, para que se zarandee Cambia Mendoza y caigan los que no están consiguiendo cargos con Cornejo de candidato a la gobernación.
- Agitar al peronismo, para que se despabile, ya que no encuentra un candidato propio a la gobernación y si hay un factor pragmático capaz de catalizar a fuerzas no radicales, es que no quieren a Cornejo.
- Desgastar a Cornejo, para que su regreso no sea tan sencillo y a la hora de gobernar sea más dialoguista.
- Buscar desesperadamente cómo meter representación en la Legislatura por fuera de Cambia Mendoza y evitar que un eventual retorno de Cornejo al Cuarto Piso sea acompañado por los dos tercios de los legisladores.
¿Y entonces? Nada
Hay apuestas:
1- que De Marchi vuelve a hacer como si no pasara nada y se queda en Cambia Mendoza
2- y que De Marchi finalmente sale a competir por fuera, solo o acompañado, para que la sociedad defina si es él o Cornejo el próximo gobernador,
3- salvo que el peronismo y Javier Milei encuentren un protagonista de peso capaz de romper la tendencia.
Lo que se sabe con respecto a todo lo que se ha dicho es que, al final, la foto del saludo de De Marchi al intendente Emir Félix fue "solo por una visita a la Fiesta de la Vendimia", como ambos han dicho, reculando de la intención inicial de difundir esa foto como "globo de ensayo". Se pinchó.
Mientras busca un candidato propio que prenda, el peronismo cuestiona a Cornejo
Ahora, con respecto a la pulseada nacional de Juntos por el Cambio, la versión de que el lujanino es un enviado del jefe de Gobierno porteño a ensuciar la cancha para que Cornejo abandone a la Bullrich es creíble, pero lo dejaría muy mal parado al emisario, en un rol menor, bastante lejos del enunciado de "trabajar por los temas de Mendoza", como un pícaro rosquero que, además de eso, está encaprichado.
Sí se supo que desde noviembre están elaborando la estrategia de comunicación de la candidatura de Cornejo. No fue una decisión espontánea de Rodolfo Suarez el proponerlo por Twitter e incluir ahí el hashtag #hACe con el que se identifica la campaña iniciada. Eso sí: habían fijado el 15 de febrero para anunciarlo y lo anticiparon una semana debido al ruido que hizo De Marchi.
Es temprano para saber quiénes son los ganadores y los perdedores del proceso electoral. Pero sí puede anticiparse que hay dos que quedaron firmes y otros que quedaron en el aire, por ahora:
1- Cornejo es precandidato y cerró el apoyo de todos sus intendentes y dirigentes salvo Luis Petri y quienes lo apoyan, que le dará la batalla por dentro de Cambia Mendoza y potenciará el espacio, en definitiva. Coincide con muchos de los planteos críticos hacia Suarez y Cornejo de De Marchi, pero irá "a los bifes", sin tanta alharaca. Hace cuatro años esto ya sucedió: De Marchi compitió por la candidatura a gobernador contra Suarez y perdió.
2- El kirchnerismo controla el Partido Justicialista y el congreso partidario, como asimismo todos los resortes para la construcción de frentes y la estrategia electoral. Guste o no, haya o no variedad de intenciones e ideas dentro del peronismo. Y quien saque los pies del plato deberá enfrentar no solo al electorado en las urnas, sino a los militantes y dirigentes del partido que los verán como extraños.