Francia, país colonialista
El historiador Pablo Lacoste pone el foco en la afirmación, tironeada la semana pasada, de que Francia "es un país colonial". Un tuit de la vicepresidenta Victoria Villarruel uso el tema en escena y la hermana del presidente Milei pidió disculpas al embajador francés. Aquí está la historia real.
Las declaraciones de la vicepresidenta argentina, Victoria Villarroel, han puesto nuevamente en el centro del escenario el papel de Francia como potencia colonial. Algunos periodistas y políticos la han criticado muy duramente, como ha sucedido esta mañana en Radio Mitre de Buenos Aires, por decir "tamaña barbaridad" a la vicepresidenta. Al parecer, estos formadores de opinión no han tenido en cuenta algunos antecedentes, que conviene refrescar.
Karina Milei se disculpó con Francia por los dichos de la vicepresidenta
Francia formó uno de los mayores imperios coloniales de la historia moderna y contemporánea de la humanidad, con colonias en América, África y Asia.
En América, el imperio colonial francés se extendía por Canadá, centro de EEUU (la cuenca del Misisipi-Misouri, conocida como "Louisiana"), varias islas del Caribe, incluyendo Haití y Martinica, además de la Guyana Francesa en América del Sur. El modelo económico predominante fue la hacienda de monocultivo de productos coloniales como azúcar y algodón, con mano de obra esclava. La revolución francesa abolió esa esclavitud, pero Napoleón Bonaparte volvió a implantarla. Para vergüenza eterna de los franceses.
En África, Francia colonizó amplios territorios, comprendiendo aproximadamente un tercio de ese continente; y sometió a su población a condiciones infrahumanas para explotar y extraer los recursos naturales.
En Asia, los franceses colonizaron Viet Nam y crearon la mortífera guerra colonial. Para la mayoría de la opinión pública, Viet Nam está asociada al imperialismo de EEUU, pero es una distorsión de imagen generada por la alta visibilidad que tuvo el tramo final de ese largo conflicto, donde sí estuvo el país americano. Pero casi todo el tiempo, el colonialismo sobre Viet Nam fue responsabilidad de Francia.
La Guerra del Opio fue otra página gloriosa del imperialismo francés en Asia. Aliados a los ingleses, los franceses atacaron China para obligar al emperador a aceptar la introducción del opio. Mandaron sus flotas de guerra, bombardearon puertos y ciudades, destruyeron vidas y bienes públicos y privados, incluyendo el palacio del emperador, para humillarlo a él y a todo su pueblo. Toda esta destrucción tuvo como objetivo asegurar la entrada y comercialización de la droga en su pueblo. En este episodio, Francia adquirió el título de narco-imperio.
Volviendo a América, Francia impulsó invasiones militares a varios países, como México y Argentina. En México, el ejército francés tomó el poder del territorio e impuso en el poder al emperador Maximiliano I, de origen austríaco.
Un gobierno que se postea encima
En Argentina, la flota de guerra francesa atacó en las décadas de 1830 y 1840, para abrir mercados, imponer sus condiciones comerciales y derrocar gobiernos locales. Promovió las guerras civiles argentinas, y llegó a aliarse con la provincia de Corrientes contra las fuerzas nacionales. Marinos franceses desembarcaron en las costas argentinas y realizaron incursiones signadas por la destrucción y la violencia. Atacaron y bombarderaron localidades como Magdalena y Rosario. Tomaron el control de partes del territorio argentino, como la isla Martín García y realizaron incursiones remontando el Paraná, que culminaron en combates abiertos como la Vuelta de Obligado.
Argentina estuvo entre los países más dañados por el colonialismo francés. Las eternas y cruentas guerras civiles que se prolongaron hasta 1853 fueron sistemáticamente financiadas y promovidas por la flota de guerra de Francia, instalada en el Río de la Plata con actitud agresiva.
A los aspectos militares hay que añadir los culturales; la penetración de la cultura francesa en gastronomía, moda, etc., tuvo un efecto inhibidor para el desarrollo de la cultura en América Latina en general, y de Argentina en particular.
¿Han pedido perdón los franceses al mundo, por sus cinco siglos de colonialismo?
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