Bongiovanni, las desregulaciones, el sindicalismo no democrático y un concepto directo: "La Ley de Etiquetado Frontal es muy chota"

El diputado nacional santafesino por el PRO, Alejandro Bongiovanni, cercano al Gobierno por sus ideas liberales, criticó fuertemente las regulaciones existentes y señaló que hay que realizar mucha "ecología legislativa".

Conte, Argüello y Bitar
Conductores del programa "Tenés que saberlo", de lunes a viernes a las 7 por Radio Post 92.1.

Una de las voces por fuera del oficialismo que suele acompañar las propuestas del Poder Ejecutivo es la del diputado santafesino del PRO Alejandro Bongiovanni, quien se embandera bajo las ideas del liberalismo. En diálogo con Gabriel Conte en el programa "Tenés que saberlo", junto a Hernán Bitar y Evangelina Argüello el diputado criticó fuertemente a la Ley de Etiquetado Frontal y también a otras regulaciones a las que apunta a destrabar dentro de la legislación argentina.

"Hay una voluntad de un ejecutivo de desregular muchas cosas, hay un artífice dentro del Ejecutivo, que es Sturzenegger, que había hecho durante dos años un plan de desregulaciones micro muy interesante, que le llevó dos años de trabajo con estudiantes de su universidad y que lo ponía a disposición de quien resulte vencedor en las elecciones, que finalmente fue Javier Milei, quien recibió bien ese trabajo y terminó por ponerlo de ministro de Desregulación. Después vemos en el Congreso, diputados que tenemos vocación por ampliar o potenciar esa intentona desregulación. Cuando asumí la banca el 10 de diciembre tenía un Excel con todos los rubros a los que les quería entrar para destrabar o desregular. A varios les he entrado con proyectos este año y otros me quedan para el año que viene. El listado es infinito", señaló Bongiovanni.

El diputado señaló que no le interesa si las propuestas salen de él o del Ejecutivo, sino que se avance con la desregulación: "Sigo insistiendo en cosas como lo de los encargados de edificios, en algún momento vamos a tener que discutir lo de Tierra del Fuego seriamente, los escribanos, hoy con la tecnología que hay que sigan cazando en el zoológico no tiene sentido. Tengo un montón de objetivos que voy tratando de convertir en proyectos de ley, ganándome enemigos involuntarios a veces, porque no tengo nada contra nadie, simplemente son normas de juego que me parece injustas y las trato de derogar".

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En referencia a la Ley de Etiquetado Frontal, Bongiovanni marcó: "Espero que tengamos oídos receptivos en el gobierno porque me parece una ley muy chota que en su momento fue aplaudida a dos manos por todo el espectro político, hablo también de los miembros del PRO y de otros partidos", sentenció.

En referencia a la gran cantidad de regulaciones que existen, el diputado del PRO señaló que hay muchas que son curros, como el negocio de los biocombustibles: "Funciona siempre que tengás una ley casi soviética como la que puso el kirchnerismo que define el corte del combustible, los jugadores, el tamaño de los jugadores, el precio y demás. Después, por ejemplo ser escribano no es un curro, es una profesión muy linda, el tema es que ha ido cambiando con el tiempo y hoy se permitiría bajar los costos y bajar el costo de dar fe al acto público, no es un curro pero es una traba y un sobrecosto".

El legislador citó a Jorge Bustamante con su libro "La república corporativa" y señaló que hay muchos negocios legales que son el problema de Argentina: "Federico Sturzenegger está intentando destrabar, muchos pequeños nichos de mercado, pequeños monopolios, pequeñas regulaciones que hay que destrabar porque están hechas a fuerza de ley. Yo entré al Congreso para esto, para tratar de destrabar este tipo de cosas. Hay muchas normas que derogar, hay que hacer mucha ecología legislativa, desmalezar mucho el régimen legal de Argentina".

Volviendo sobre la Ley de Etiquetado Frontal, Bongiovanni marcó que el problema es que el Estado valore los alimentos: "¿Queremos obligar a que los envases tengan la información nutricional? Eso ya existía. A vos te pueden decir "esto tiene exceso", ¿exceso en base a qué? Además, demoniza los alimentos, no son solo los octógonos: la ley tiene la imposibilidad de hacer promociones, ciertos descuentos, imposibilidad de tener dibujitos animados en los envases, eso es estúpido. Las pocas veces que en casa comía Zucaritas, parte del disfrute era que tenía el tigre ese, el cereal era una porquería igual que cualquier cereal genérico, pero lo disfrutabas porque tenía el tigre y sentías que de algún modo jugabas con el tigre, que se yo".

En esa línea, marcó: "El disfrute de una comida tiene que ver con lo psicológico también. En la cancha comemos un choripán cuando vemos que el tipo que no se lavó las manos después de ir al baño y es un momento lindo, de disfrute ¿Cómo desde el Estado voy a decir 'eso está mal'? ¿Por qué está mal? Dejame elegir. ¿Querés ponerme en los alimentos la tabla nutricional? Está bien, pero no me pongas exceso de no sé qué, no me saques los animalitos de los envases. Con un sello que tengas, ni siquiera podés donar alimentos. El 90% de los alimentos de este país tienen por lo menos un sello, prácticamente todos. Es estúpido también, porque como dice mi amiga y socia Daiana, como todo tiene sello, es como si nada tuviera sello".

Bongiovanni señaló que es "una ley estúpida" y que estuvo motorizada por "nutricionistas cebados", además de señalar los problemas que se sufren en el comercio internacional por esto: "Hace que nuestros envases tengan problemas a la hora de ser exportados a socios comerciales del Mercosur, que no tienen que sufrir estos octógonos tan llamativos, estas advertencias tan catastróficas ni sacar a sus animalitos de los envases de golosinas. Me parece que estábamos en un buen momento para derogar este mamarracho. No es el tema de la Argentina, pero es un tema, un paso en el sentido correcto".

Para cerrar el tema, Bongiovanni recuerda que en su momento todo se hizo en base a una visión "hippistoide", la cual le parece "válida", en tanto cada uno quiera asumirla: "No podemos hacer una política de Estado basada en una visión parcial con ideas hippistoide respecto a los alimentos. Una bolsa de papas fritas no tiene ninguna cosa que te vaya a hacer bien al organismo, pero es comida, no es basura como decían los diputados en ese momento. El que la come no la considera basura y el valor es subjetivo, individual, personal. Hay toda una filosofía montada arriba de esta ley que me parece perjudicial y estúpida. Los diputados, los senadores y los legisladores en general, tienen oleadas. Empiezan a hablar de lo mismo todos quieren correr para ver de quién es el proyecto. Como en algún momento el lugar de lo racional es cortito y no queda más, pasan a lo irracional y tiran proyectos que son una estupidez tremenda".

Por otro lado, Bongiovanni se refirió a la caída del proyecto para tratar la reelección indefinida de los líderes sindicales y señaló que la sociedad debería "hacer pagar a los responsables de no haber sentado a sus diputados": "Decía un mozo de la Casa Rosada, en una entrevista, 'acá los presidentes pasan, pero los sindicalistas y los empresarios son los mismos', creo que esa es la clave del deterioro de la Argentina. Los sindicalistas ni siquiera presentan la declaración jurada pedorra que presentamos los diputados, pueden tener mandato ad eternum y sobre todo lo que traía esta propuesta de democratización sindical era meterles un dedo en la caja, porque les sacábamos el 'aporte solidario', donde le quitan incluso a trabajadores que no están afiliados. Dicho llanamente: le están afanando la plata a los trabajadores, incluso quienes no están afiliados a sus sindicatos".

Finalmente, señaló que esto pasará desapercibido y que es algo muy nocivo para el país: "Es muy políticamente correcto siempre exonerar al argentino, pero este país está así porque a Alberto Fernández lo votó una chanchada de gente y ahora es el famoso no lo voté. Ojalá la gente se despierte en este sentido, yo veo un cambio cultural, tal vez estoy demasiado optimista, pero veo un cambio de época", concluyó. 

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