Errores no forzados y definiciones confusas generan incertidumbre, mientras comienzan las desregulaciones

Algunos errores cambiarios han generado dudas, mientras los indicadores de inflación apuntalan la imagen del presidente con la población. El análisis de Rodolfo Cavagnaro.

Rodolfo Cavagnaro

El Gobierno sigue avanzando en función de una visión de componentes técnico-ideológicos del presidente Milei que, en la parte económica, ha tenido al ministro Luis Caputo como un intérprete que satisface al Presidente. En realidad, comenzaron con una serie de decisiones muy duras para provocar un shock que pusiera un freno a la tendencia inflacionaria. Pero en la intensidad del arranque, se cometieron errores propios de un arranque tan intenso.

Uno de ellos fue fijar una pauta de devaluación del dólar mayorista del 2% mensual. En realidad, habían producido una devaluación del 150%, al llevar el nivel del mayorista de $350 a $820. El problema, que ellos no podían prever, era la sobrerreacción del mercado que esperaba un dólar de $3000 y generaron altas tasas de inflación en diciembre, enero y febrero. Pero el Gobierno no tuvo reflejos para hacer una pequeña corrección de dicha pauta, que no hubiera generado gran consecuencia, en ese momento. El viernes el dólar blue cerró a $1500 porque también está incidiendo el volumen de pesos que está en circulación.

Esta es una de las causas principales de las desconfianzas del mercado. Hay quienes sostienen que el dólar está atrasado y otros que dicen que aún no pero que está cerca. Por otra parte, la promesa de terminar con el cepo, que ganó entusiasmo entre los inversores y hoy los llena de ansiedad cuando les dice que tal vez este año no se den las condiciones. Otro error de prometer algo de dudosa posibilidad de concretar.

Otra promesa era bajar diez puntos el impuesto PAIS de 17% a 7%. La promesa de Caputo era sacarlo después de que se aprobara la Ley Bases. La norma se aprobó y ahora dicen que hay que esperar que comience a dar resultados el nuevo impuesto a las ganancias y el blanqueo. El viernes se reglamentó el blanqueo y moratoria, así como bienes personales. Falta reglamentar ganancias, pero Caputo dijo el jueves que en septiembre se produciría la baja del impuesto PAIS.  

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El otro tema que complica al gobierno es el famoso blend, la decisión de que los exportadores puedan liquidar sus divisas un 80% por el mercado oficial y otro 20% por el CCL. Al estar atrasado el tipo de cambio oficial y haber bajado el precio internacional de la soja, los exportadores no liquidan y baja la oferta en el CCL y eso aumenta el precio. Todo esto más allá de las jugadas denunciadas esta semana contra un banco. Esto explica por qué bajaron las liquidaciones y el BCRA no pudo comprar más dólares.

Pero el último de los detalles fue la baja abrupta de la tasa de interés, que se hizo para licuar el stock de los bonos que debía pagar el BCRA. Pero esta baja hizo que los ahorristas consideraran que no les convenía porque las tasas eran menores a la inflación. Esta explicación es para que veamos que el principal problema que genera desconfianza en el mercado es el tema cambiario. Unos por especulación y otros por miedo van empujando la cotización del dólar.

Lo cierto es que esta inestabilidad generada por la desconfianza genera tensiones, mientras el presidente Milei ratifica a Caputo y ambos dicen que la solución no es devaluar sino bajar impuestos. El problema es que hasta que no se reemplacen por nuevas imposiciones, no se puede comenzar a bajarlos. El otro problema que surgió esta semana es que el grueso de las cargas impositivas es de provincias y municipios, que fue uno de los puntos sobre los que firmaron el Acuerdo de Mayo el presidente y los gobernadores.

Inflación y nivel de actividad

El viernes se conoció el dato de la inflación de junio, que arrojó un índice de 4,6% mensual, mientras que en Mendoza registró 5,5%. Algunos podrán sorprenderse, pero no es el índice el problema, ya que en la medición nacional la zona Cuyo fue la que más aumentó. Habrá que ver si es un problema metodológico o hay causas que puedan explicar por qué los actores económicos de Mendoza actúan sobre los precios de esa manera. Pueden ser costos o acciones concertadas.  

Estos son todos los datos de la inflación de junio: 4,6%

En el índice nacional se ve claramente que alimentos y bebidas solo crecieron 3%, mientras en el provincial fue 4,9%. Esto explica que el indicador del INDEC haya sido moderado pese al aumento de tarifas eléctricas y de gas, así como los de telefonía e internet y medicina prepaga. Hay una moderación en las empresas que ya consumieron el stock que acumularon entre diciembre y enero y están comenzando nuevamente a producir ajustando más los costos. Lo importante es que la inflación núcleo fue del 3,7% y esto anticipa que puede mantener esta tendencia los próximos meses. El gobierno está dosificando los aumentos de tarifas para que no golpeen tanto en los indicadores de precios.

Todo pareciera conducir a una interpretación acerca de que estamos en una tendencia no debería revertirse si es que el gobierno no sigue emitiendo, como se comprometió el presidente y el ministro. Pero una brecha de 62% entre el oficial y el blue vuelve a mostrar una cara peligrosa que puede comprometer esta lenta reactivación de la economía. Incluso, puede desalentar exportaciones y complicar el objetivo de acumulación de reservas del BCRA, que, normalmente, en el segundo semestre suele ser vendedor neto.

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Por otra parte, el Gobierno comenzó a dictar las primeras normas de desregulación, y avanzó con el mercado aerocomercial. Aunque parezca raro, este decreto reglamentó una norma que se había publicado en el decreto 70 de Necesidad y urgencia, que todavía está dando vueltas en el Congreso. Este decreto vuelve a plantear la competencia en el mercado, abre las fronteras, le quita exclusividad a Aerolíneas Argentina e, incluso, desmonopoliza los servicios de rampa.

Otra decisión fue la de cerrar 150 registros del automotor, pero con una salvedad. Los aranceles nacionales se mantienen, pero se olvidan de que en los trámites, inscripción y transferencias los costos más elevados son el impuesto de sellos provincial, y sobre eso nadie ha dicho nada. Por eso aparecen como medidas con poca efectividad en términos de bajar costos a los ciudadanos.

Aunque haya comenzado una tibia reacción en algunos sectores económicos, aunque comiencen algunas decisiones de desregulación, todavía el mercado mira el tema cambiario y los ciudadanos miran la inflación y la evolución de sus salarios y su poder de compra. Evidentemente, Milei sigue priorizando los intereses de la población por sobre los de ciertos sectores financieros, aunque no los puede perder de vista y mucho menos ignorarlos, porque le pueden hacer una zancadilla.

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