¿Resucita la izquierda en Ecuador tras la "muerte cruzada" decretada por Lasso?

Ocho candidatos se han inscripto para suceder a Lasso en la Presidencia y entre ellos figuran dos que podrían dirigir un proceso de reversión de la estrategia neoliberal y dar un viraje a la izquierda.

Ecuador irá este domingo a las urnas de votación para elegir a un nuevo presidente o presidenta que reemplace al conservador Guillermo Lasso, en un proceso de transición que podría sumarse al giro a la izquierda y al progresismo que ya dieron previamente otros países de Latinoamérica. Lasso, que decidió recortar su mandato que debía culminar en 2025 al no poder llevar a cabo las reformas que pretendía en la Asamblea Nacional (Parlamento), se irá del poder con la frustración de no haber podido forjar la visión de país que planeaba, sobre todo en el andamiaje legal para la atracción de inversiones. 


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Y es que la estrategia del gobernante saliente, banquero de oficio, se orientó hacia políticas neoliberales que se chocaron con la resistencia de grupos sociales, especialmente indígenas, y el freno de una Asamblea Nacional dominada por la oposición. 

Ocho candidatos se han inscripto para suceder a Lasso en la Presidencia y entre ellos figuran dos que podrían dirigir un proceso de reversión de la estrategia neoliberal y dar un viraje a la izquierda. Son la candidata Luisa González, del movimiento progresista Revolución Ciudadana, que lidera el ex presidente Rafael Correa (2007-2017), y el izquierdista y ambientalista Yaku Pérez, de la coalición "Claro que se puede", donde confluyen grupos de izquierdas, organizaciones indígenas, sindicatos, maestros y ecologistas. 

Las otras candidaturas situadas del centro a la derecha abren la posibilidad de que los cambios sean más moderados y Ecuador mantenga la línea sostenida durante los últimos seis años. En esa tendencia podrían ubicarse los empresarios Xavier Hervas (RETO) y Daniel Noboa (ADN), el ex vicepresidente Otto Sonnenholzner (Actuemos), el experto en seguridad Jan Topic (País Sin Miedo), el abogado independiente Bolivar Armijos (Amigo) y el periodista Christian Zurita (Construye), el último en sumarse tras reemplazar al asesinado Fernando Villavicencio. 

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Por eso es difícil hablar abiertamente de la posibilidad de que Ecuador se sume ya al giro a la izquierda que se ha concretado en otros procesos como en Brasil, Argentina, Bolivia, Chile y Colombia, según comentó a la prensa internacional el sociólogo y catedrático Napoleón Saltos. Para él, la definición izquierda y derecha está desdibujada, sobre todo porque la primera ha abandonado temas centrales como la pugna capital-trabajo. 

Independientemente de quien salga elegido el próximo domingo, la orientación del debate principal en el país estará marcada por las propuestas ambientales que se someterán a plebiscito de forma paralela a las elecciones presidenciales y legislativas, estima Santos. Pese a las diferencias, casi todos los candidatos presidenciales han ratificado que apoyarán el plebiscito que busca dejar bajo tierra el petróleo del Bloque 43-ITT, situado dentro del Parque Nacional Yasuní, al que se le considera el corazón de la selva amazónica ecuatoriana y una de las mayores reservas de biósfera del planeta. "El viraje puede estar por allí, en las propuestas ecologistas" que van tomando fuerza en el debate político en Ecuador y en toda la región, asegura el sociólogo. 

El movimiento indígena, sectores académicos, artistas, gremios profesionales, grupos sociales y sindicales han expresado su respaldo al "Sí" en la consulta. En todo caso, el próximo Gobierno sólo será de transición, puesto que durará apenas diecisiete meses. Y es que el presidente o presidenta que salga elegido en las urnas de votación asumirá en noviembre próximo un cargo que ostentará hasta mayo de 2025, tras completar el periodo de Lasso, que quedó interrumpido por la "muerte cruzada", un mecanismo constitucional con el que disolvió la Asamblea cuando el Legislativo se disponía a votar su destitución. 

Ese periodo de transición podría abrir un espacio inicial para las definiciones ideológicas de cara a los procesos de integración regional, como los que promueve el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, o su colega colombiano Gustavo Petro. También desde la órbita del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, con quien se abre la posibilidad de un bloque progresista más latinoamericano, concluye el catedrático Napoleón Saltos.


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