El plan que Guzmán anunció antes de que empezara noviembre en los mercados
"El Ministerio de Economía anuncia que durante los meses de noviembre y diciembre no se solicitarán asistencias del Banco Central al Tesoro en forma de Adelantos Transitorios, tras las cancelaciones efectuadas en los últimos días", dice el comunicado oficial.
Antes de la apertura de los mercados, el Ministerio de Economía de la Nación publicó cambios en su programa de financiamiento para lo que queda de 2020. Al respecto, se comprometió a financiar el déficit mediante la emisión de deuda y no tanto por la emisión monetaria.
A través de un comunicado, el ministerio que conduce Martín Guzmán adelantó que no solicitará hasta fin de año asistencias del Banco Central al Tesoro en forma de Adelantos Transitorios, una de las dos vías que existen para financiarse con emisión monetaria.
También se impuso como meta obtener financiamiento a través de la colocación de deuda en el mercado por hasta el 10% de los vencimientos en pesos que necesita refinanciar en los próximos dos meses.
Qué pasará con el dólar, según Buteler
De esta manera, con menos pesos circulando, el Gobierno también espera que caiga la demanda de dólares y, así, contribuir a achicar la brecha cambiaria.
En el comunicado del Ministerio de Economía se hizo alusión a la emisión monetaria masiva que tuvo que realizar el BCRA para financiar los gastos extraordinarios con los que se respondió a la pandemia de coronavirus covid-19 y señaló que la "recuperación gradual de la actividad permite iniciar una corrección de ese desequilibrio que está detrás de la inestabilidad cambiaria y la preocupación por el avance de la inflación".
Posteriormente, en una entrevista con Net TV, Guzmán ratificó el contenido del comunicado y agregó que "no se puede vivir del financiamiento monetario, por eso el Presupuesto 2021 da un marco de certidumbre porque se redefinen prioridades. Se gasta más en salud pública, educación, investigación y desarrollo y se gasta menos en el pago de la deuda y avanzamos en un programa plurianual".
"El déficit primario será de 7,2% y el financiero estará en 9%. Nosotros no hablamos de recorte de gastos, hablamos de un equilibrio fiscal de poner las cuentas en orden, mediante la recuperación económica", que para el año próximo pronosticó en una suba del PBI del 5,5%", enfatizó luego.
"Las autoridades se mantuvieron conscientes de la necesidad de encarar, cuando fuera posible, acciones de corrección de esos desbalances, que iniciaran un sendero sostenido de consolidación y aliviaran la presión sobre la política monetaria. En la misma dirección, se fueron ejecutando acciones para afirmar y desarrollar mecanismos de financiamiento en el mercado local", sostuvieron en el comunicado.
Guzmán ve un sistema financiero "sólido y robusto"
"El Ministerio de Economía anuncia que durante los meses de noviembre y diciembre no se solicitarán asistencias del Banco Central al Tesoro en forma de Adelantos Transitorios, tras las cancelaciones efectuadas en los últimos días", agregaron.
Asimismo, agregaron: "En cuanto a la política financiera para el cierre del año, se apunta a renovar la totalidad de los vencimientos de capital e intereses y obtener financiamiento neto de mercado por hasta un 10% respecto al total de vencimientos de dicho período. Cualquier incremento de financiamiento neto que supere ese umbral será destinado a reducir adicionalmente el nivel de asistencia del Banco Central".
"Esta adecuación de las políticas presupuestarias, que supone continuar protegiendo a los sectores de la sociedad que permanecen en estado de vulnerabilidad, permite avanzar en la agenda de normalización del financiamiento del sector público. De este modo, se contribuye a crear un puente de previsibilidad entre la ejecución presupuestaria del corriente año y el presupuesto 2021, que contempla una considerable reducción de las necesidades de financiamiento y del crédito del Banco Central al gobierno", concluyó.
El comunicado completo
Gestión de la Política Fiscal en el último bimestre de 2020
Durante este año la gestión fiscal ha sido afectada por los severos impactos de la pandemia manifestados en la contracción de los ingresos públicos y en urgentes e ineludibles necesidades de gastos. Frente a la imposibilidad de acceder al financiamiento a través del mercado de capitales, el mayor déficit fiscal significó un aumento de los requerimientos de asistencia financiera por parte del Banco Central.
Las autoridades se mantuvieron conscientes de la necesidad de encarar, cuando fuera posible, acciones de corrección de esos desbalances, que iniciaran un sendero sostenido de consolidación y aliviaran la presión sobre la política monetaria. En la misma dirección, se fueron ejecutando acciones para afirmar y desarrollar mecanismos de financiamiento en el mercado local.
En los últimos meses, la paulatina y aún incipiente recuperación de la actividad económica ha repercutido positivamente en la recaudación impositiva, mientras que el financiamiento en el mercado interno ha permitido renovar vencimientos y captar recursos netos. Se han creado así las condiciones para poder establecer con mayor certidumbre el sendero fiscal hacia el final del año.
En este sentido el Ministerio de Economía anuncia que durante los meses de noviembre y diciembre no se solicitarán asistencias del Banco Central al Tesoro en forma de Adelantos Transitorios, tras las cancelaciones efectuadas en los últimos días. En cuanto a la política financiera para el cierre del año, se apunta a renovar la totalidad de los vencimientos de capital e intereses y obtener financiamiento neto de mercado por hasta un 10% respecto al total de vencimientos de dicho período. Cualquier incremento de financiamiento neto que supere ese umbral será destinado a reducir adicionalmente el nivel de asistencia del Banco Central.
Esta adecuación de las políticas presupuestarias, que supone continuar protegiendo a los sectores de la sociedad que permanecen en estado de vulnerabilidad, permite avanzar en la agenda de normalización del financiamiento del sector público. De este modo, se contribuye a crear un puente de previsibilidad entre la ejecución presupuestaria del corriente año y el presupuesto 2021, que contempla una considerable reducción de las necesidades de financiamiento y del crédito del Banco Central al gobierno.