EEUU: Depresión del votante, depresión del voto
Cómo el sentimiento del votante influye en una elección presidencial como la de este martes en EEUU. Aquí, una entrevista a Jiore Craig es vicepresidenta y directora de prácticas digitales de la empresa de sondeos políticos Greenberg, Quinlan, Rosnera.
Jiore Craig es vicepresidenta y directora de prácticas digitales de la empresa de sondeos políticos Greenberg, Quinlan, Rosnera. Se ha especializado en diferenciar entre el sentimiento expresado en el mundo digital y la opinión pública más general. La entrevista, realizada por Molly Boigon, periodista de investigación de la revista judía norteamericana Forward, fue editada por SinPermiso.info debido extensión y claridad.
- La mayoría de los lectores han oído hablar de la supresión del voto. Pero su empresa ha trabajado sobre otra cuestión electoral, la depresión del voto. ¿Cuál es la diferencia?
- Con frecuencia oímos hablar de la supresión del voto, que se cifra en los esfuerzos por impedir que la gente vote.
La depresión del voto estriba más en un esfuerzo por abrir una grieta en el entusiasmo, por minimizar el entusiasmo. Si la gente se siente animada por un candidato, si está persuadida de una determinada medida política, se trata de poner preguntas en su cabeza para lograr que tengan la impresión de que no pueden ser así de entusiastas, o de que acaso no tengan la posibilidad de influir con su voto. Tiene más que ver con la actitud y con debilitar las energías o las intenciones respecto a un candidato.
- ¿Quién es, por lo general, blanco de esta depresión del voto?
- Los norteamericanos negros son diana, desproporcionadamente, de operadores de estados extranjeros y operadores internos. Pero también hay otros grupos a los que también se toma como objetivo: los jóvenes y las comunidades inmigrantes.
Sabemos que la mayoría de las campañas de desinformación o de las operaciones de influencia tratan de destruir de algún modo la confianza. Cuando vas destruyendo la confianza, a menudo el primer sitio al que te diriges es aquel en el que la confianza puede estar ya un poco quebrantada, de manera que te aproveches de los votantes que ya se sienten un tanto desligados del sistema. Ahí donde existe ese vacío, resulta fácil impulsar contenidos para deprimir el voto, contenidos para suprimir el voto, y campañas de desinformación que ensanchen todavía más esa brecha.
Muchos de los esfuerzos para contrarrestar esto no tienen que ver necesariamente con desmentir la información, tienen más que ver con devolver la confianza.
- ¿Cómo suenan los mensajes de la depresión del voto?
- A menudo empiezan planteando una pregunta que empieza lentamente a corroer el entusiasmo o la confianza con el tiempo: ¿importa de verdad que votes? ¿De verdad importa que apoyes a este candidato? ¿De verdad importa que este candidato diga esas cosas cuando este candidato es esa clase de persona?
Concretamente, en el caso de la senadora Kamala Harris, la candidata demócrata a la vicepresidencia, hemos visto tácticas de depresión del voto que giraban en torno a su identidad: "No es tan negra como dice", "No es tan norteamericana como dice". Hay agentes nocivos que ponen en cuestión su identidad sin fundamento alguno.
Cuando Joe Biden se convirtió en el presunto candidato demócrata, hubo envíos de mensajes que le sugerían a la gente que los dos candidatos, Biden y el presidente Trump, eran lo mismo, que no tenía sentido votar y que sería traicionarse a uno mismo votar por uno cualquiera de los dos candidatos.
- ¿Cree usted que la supresión del voto, la depresión del voto y los esfuerzos desinformación son hoy más fuertes de lo que eran en 2018 o 2016?
- Creo que el volumen es más elevado. Hay más agentes nefastos en juego, pero creo asimismo que están más familiarizados con la tecnología. También ha aumentado nuestra capacidad de detectarlos.