Un fiscal pidió llevar a juicio a Daniel Scioli por "instigar hechos de corrupción"
El fiscal Álvaro Garganta, de La Plata, investiga los hechos desde 2016. Ya había hecho un pedido similar, pero el juez de Garantías lo rechazó.
El fiscal de La Plata Álvaro Garganta volvió a pedir juicio oral para Daniel Scioli por presuntos delitos de corrupción que habría cometido cuando era gobernador. Garganta viene investigando desde 2016 y es la segunda vez que pide elevar a juicio la causa.
Además del ex gobernador Scioli, Garganta también acusa a quien era su jefe de Gabinete, Alberto Pérez, a los exministros de Salud y Desarrollo Social bonaerenses, Alejandro Collia y Eduardo Aparicio, y a los extitulares de IOMA y Aguas Bonaerenses (ABSA), Antonio La Scaleia y Guillermo Scarcella, además de cuatro decenas de exfuncionarios y empleados públicos y contratistas del Estado, informó Hugo Alconada Mon en La Nación.
El fiscal Garganta.
Garganta ya había pedido elevar a juicio la causa que investiga, pero el juez de garantías Agustín Crispo ya había anulado un primer pedido de Garganta que presentó en julio de 2022.
El juez señaló que el dictamen del fiscal carecía de "pilares fundamentales", que no tenía "concatenación o itinerario lógico y/o elementos" y que "los hechos imputados no resultaban claros, ni circunstanciados".
"Hay ausencia de una derivación lógica y razonada apoyada en elementos probatorios que habiliten su estudio", expresó Crispo al anular el primer pedido de elevación.
Algunos dirigentes sostienen que lo de Garganta tiene una intencionalidad política, y lo acusan de tener una presunta relación amistosa con Elisa Carrió, ya que ella radicó la primera denuncia contra el exgobernador.
Según publicó La Nación, Garganta acusó a Scioli de instigar presuntas negociaciones incompatibles con la función pública de varios de sus colaboradores, como también de traficar supuestas influencias en perjuicio de las arcas bonaerenses e incumplir con sus propios deberes como funcionario.
Aunque Garganta señaló en su dictamen que no pudo establecer "ni cómo, ni dónde el exgobernador" habría influido sobre sus colaboradores para que delinquieran, y que "no puede esta instrucción probar si la determinación se produjo por medio de una charla personal, a través de un chat de WhatsApp y/o Telegram, en el interior de una oficina y/o tomando un café en un bar", arguyó que se basó en "prueba indiciaria".
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Entre las acusaciones, también nombra al empresario Ricardo Miller, a quienes sindican como "el Lázaro Báez de Scioli", porque ganó todas las licitaciones a las que se presentó entre 2012 y 2015 cuando nunca había hecho una obra pública hasta que Scioli gobernó la provincia.
