El caso chileno: Fernández está equivocado y la inflación es un fenómeno monetario
Mientras en el gobierno nacional se insiste en la inflación como un fenómeno multicausal, las pruebas indican que es esencialmente un fenómeno monetario. El caso palpable está en Chile, país que duplicó su inflación a partir de dos cosas que sucedieron en pandemia.
El mensaje de Alberto Fernández volvió a dejar más dudas que precisiones sobre lo que será la batalla contra la inflación, pero los especialistas tienen claro que no habrá muchos cambios a partir de una falla o de una omisión política deliberada para no referirse a los problemas estructurales que generan los aumentos de precios.
El ejecutivo insiste en mencionar la inflación como un fenómeno multicausal y apunta como los mayores responsables a los especuladores y formadores de precios.
En ese sentido, el analista económico Salvador Distéfano le retrucó y recordó en su cuenta de Twitter que se trata de un fenomeno monetario y, además destacó que se resuelve con un plan integral para lograr superávit fiscal, porque sin déficit no hay más emisión y nueva deuda, entre otros puntos.
Pero más allá de las opiniones, quizás el ejemplo más cercano y concreto que confirma lo que dicen los teóricos es el de Chile, país que tenía una inflación inferior al 3% anual y que ahora trabaja y toma fuertes medidas porque se disparó el índice a un promedio interanual del 7,2%.
Para los expertos no hay dudas del por qué se generó este fenómeno que duplicó al aumento del IPC y está explicado por las medidas para contener económicamente a la sociedad durante la pandemia.
Si bien en Chile no hay una emisión descontrolado y el Banco Central funciona de manera autónoma real, el vecino país tuvo una inyección de liquidez a partir de los retiros de fondos previsionales y el Ingreso Familiar de Emergencia que se entregó a más de 15 millones de personas.
En el primero de los casos, aún con la oposición del Banco Central chileno (presidido durante la administración de Piñera por el actual ministro de Hacienda de Gabriel Boric) y del gobierno, en el Congreso avanzaron proyectos para permitir retirar un 10% de las AFP trasandinas. Se aprobaron tres retiros que significaron que US$50.479 millones salieran a circulación, aumentando fuertemente el consumo y el nivel de liquidez.
Pero la situación de emergencia también obligó al gobierno a entregar un IFE durante más de 15 meses a más de 15 millones de personas. Los pagos iban entre $177.000 chilenos (US240) por persona y un tope de $887.000 (US$1.207) por familia.
Todo ese dinero comenzó a circular en un contexto de poca producción y restricciones, lo que terminó generando un fuerte aumento de la inflación a partir de la mayor cantidad de dinero circulante.
José Luis Ruiz, profesor del Departamento de Administración de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, dijo en su momento que todos los retiros previsionales han tenido impacto sobre la economía. "Este aumento en la base monetaria trae presión inflacionaria, que es lo que el Banco Central ha venido trabajando y analizando tras cada retiro. Porque a esto se suma el efecto del IFE, que también inyecta dinero, y como la producción está más lenta por la crisis, el gasto termina generando alzas de precio, lo que se traduce en inflación", explicó.
Ahora se presentó un proyecto para un quinto retiro, pero nuevamente el Banco Central y el gobierno, ahora de izquierda, también se oponen por el efecto inflacionario que puede llegar a tener inyectando aún más billetes en las calles.
A diferencia de la Argentina, en otros países no tienen dudas respecto a los factores que generan la inflación, siendo la cantidad de dinero circulante, por emisión o en otra forma (como ocurrió en Chile) el principal factor que hoy tiene al vecino país con un índice que consideran muy alto.
Como ejemplo, la cantidad de dinero que se puso en circulación en Chile es superior a la deuda de la Argentina con el FMI, pero aún así con la estructura macroeconómica al otro lado de la cordillera se están tomando medidas fuertes para que el IPC vuelva a sus niveles normales.
Pero a pesar de lo que indica la realidad, hay sectores oficialistas y el mismo ministro Guzmán, que señalan que la emisión tiene efecto en la inflación, cuestión que indigna a los expertos y que sigue generando más problemas.