Ruckauf, a fondo: su "cauta esperanza" en Milei, Kirchner, "pirata del asfalto" y Menem, "el mejor"

El ex vicepresidente Carlos Ruckauf analizó la realidad del gobierno actual y se distanció del kirchnerismo: "Hay un peronismo secuestrado hace muchos años por Cristina Kirchner", marcó.

El exgobernador de la provincia de Buenos Aires y ex vicepresidente de Carlos Menem, Carlos Ruckauf, ha mostrado cierta cercanía con algunas medidas del gobierno de Javier Milei en declaraciones públicas, aunque también se distancia en otros aspectos. En diálogo con Gabriel Conte, Evangelina Argüello y Hernán Bitar en "Tenés que saberlo", por Radio Jornada 91.9, 100.1 en el Este y 96.9 en Luján, marcó los puntos en común y las diferencias con la actual gestión.

"Analizo la realidad y algunos creen que, porque coincido con una parte significativa de la política económica, apoyo todo. Yo no apoyo todo, tengo una actitud como la de cualquier analista objetivo y desde mi experiencia pienso que venimos de un caos, de 20 años de desastre. Se intenta un cambio y hay que ver en ese cambio cómo se puede hacer para que las cosas se hagan lo mejor posible", señaló Ruckauf.

Dentro de las disidencias, Ruckauf señaló que si bien es necesario bajar algunos subsidios, muchas distribuidoras se ven beneficiadas: "Hago una diferencia entre bajar los subsidios, que es necesario, y permitir a las empresas concesionarias subir la tarifa en la misma proporción. Creo que las grandes distribuidoras y las minoristas de luz, gas, en el caso del Gran Buenos Aires todo el tema ómnibus, ahí hay mucho dibujo de estos años de relación de estas empresas con el kirchnerismo. En provincia de Buenos Aires, conectado con Capital Federal, hay más de 1300 ómnibus que se pagaban subsidios y no existen", señaló.

El ex vicepresidente marcó que la gente "sabe separar la paja del trigo" y que "no se deja tomar por estúpida": "Hubo millones de jóvenes peronistas que, hartos de que les robaran, votaron por el gobierno actual, votaron una esperanza y al mismo tiempo un repudio a los que ellos sabían que los estaban robando y que nosotros los argentinos nos dimos cuenta de la magnitud del robo ahora, cuando empieza a destaparse que se robaban hasta la comida y que los gerentes de la pobreza vivían como reyes a costa de los pobres".

A su vez, Ruckauf señaló que el peronismo sigue existiendo en diversas aristas y separó tres grupos: "Hay un peronismo cordobés que está nucleando un sector vinculado a Pichetto, un sector del movimiento obrero; hay un peronismo secuestrado hace muchos años por Cristina Kirchner porque se dejaron secuestrar y ahí siguen; y hay un peronismo con Milei, hay una gran cantidad de dirigentes del menemismo con él. Claramente uno de los hombres claves dentro del gobierno al lado de Karina Milei es Lule Menem, que era secretario de su tío cuando yo era vicepresidente".

En esa línea, Ruckauf señaló que el radicalismo también está dividido y separó al radicalismo de las provincias con el porteño, más cercano al kirchnerismo. Además, marcó que la obsesión de Javier Milei es bajar la inflación: "Cualquier medida que se analice la vas a entender si la vez desde bajar la inflación: bajar el gasto público, emitir menos, aún a costa de que esto le provoque temblores en otra parte de la estructura de análisis de la economía, como es en este caso el Riesgo País y el precio de los bonos. Para sostener la baja de la inflación y llegar a lo que quiere, el 2%, tiene la contrapartida de que recibió un país sin reservas, recuperó una parte y ahora está arriesgando reservas en esta operación. Además, enfriar la economía tiene como consecuencia la pérdida de puestos de trabajo".

Ruckauf señaló estas dos cuestiones como la contrapartida del futuro plan económico: "Para que la futura convertibilidad, el futuro sistema multimonetario o lo que el Presidente llama 'libre competencia de monedas', se mantenga en el tiempo, no puede haber gasto público excesivo porque eso fue lo que mató a la convertibilidad en la época de De La Rúa. Mantener un gran gasto público hace que se rompan los cimientos de la casa que se construye".

Sobre el gobierno de Carlos Menem, el ex vicepresidente de la gestión fue tajante: "El gobierno de Menem fue el mejor gobierno de la democracia recuperada y Néstor Kirchner, un pirata del asfalto, utilizó la demonización del menemismo para intentar reabrir la grieta que Menem había cerrado y lo logró. Tener 10 años de inflación del 2% anual se lo dice a cualquier argentino y le dice que no existió, le cambió la vida a mucha gente. En el medio de todo eso, hubo errores obviamente, y dos crisis mundiales: una imprevista, como el desmoronamiento de la Unión Soviética, que arrasó con una parte de la economía mundial; y a nosotros nos afectó mucho la crisis Tequila", señaló, agregando que es imposible no analizar lo que sucede en el mundo para entender nuestra realidad.

A su vez, el exgobernador de Buenos Aires señaló que, en su círculo, percibe una sensación de "cauta esperanza" y que lo que hay enfrente "no interesa". Además, en referencia a la posibilidad de ir hacia un bipartidismo, señaló: "Mientras eso ocurre, Milei navega con mucha más tranquilidad. Solo planteando la destrucción de lo que hay nunca seduce, uno seduce con un proyecto que plantea algo distinto a la gente. Es probable que haya esa convergencia más adelante. En las elecciones parlamentarias generalmente hay dispersión, porque jugando dispersos se logran más legisladores; cuando llegan las presidenciales empiezan los frentes".

A nivel internacional, Ruckauf señaló que ve una Europa en tensión y que el cambio de presidente en Estados Unidos, con el regreso de Donald Trump, moverá el escenario: "Va a cerrar la guerra en Ucrania, va a persistir con un apoyo irrestricto a Israel, va a intentar que los productos norteamericanos tengan ventaja. En el caso de Sudamérica hay dos países que la van a a pasar mal con Trump, Brasil y Colombia, que están del otro lado de la Guerra Fría del siglo XXI, junto a China; y un país que la puede pasar bien como Argentina, a la que no le van a abrir tantos productos como muchos piensan, pero sí le van a dar fuerte ayuda financiera y eso le permitiría el año que viene al presidente abrir el cepo y bajar impuestos. Yo tengo claro que el final del proyecto de este gobierno es bajar impuestos y retenciones y ayudar a que la actividad productiva avance. Esto no se puede hacer sin dólares y solo pueden venir de los organismos de Bretton Woods, donde el voto norteamericano define".

El exgobernador de Buenos Aires señaló que "todo mecanismo tiene un mensaje ideológico" y que en el mundo hay una nueva derecha "medio rara": "Hay socios de Putin y aliados de Trump. En general son muy nacionalistas. La Unión Europea fue el sueño que nosotros nos planteamos allá por la época de Alfonsín con el Mercosur, hacer una gran Latinoamérica como la Unión Europea. La Unión Europea se está cayendo a pedazos, es curioso ver cómo gran parte de las modificaciones electorales la gente las vota porque se cansó del euro y de la Unión Europea, es un camino muy difícil de salir", señaló.

Finalmente, Ruckauf habló de una multipolaridad por debajo de una nueva Guerra Fría entre Estados Unidos y China, pero sin diferencias ideológicas: "Es una guerra entre dos capitalismos que ojalá sea solo comercial. Abajo de esto está este fenómeno tan nuevo que no sabemos para dónde va a ir, pero los argentinos deberíamos tener en cuenta que no somos el centro del mundo, somos la periferia. Y para acomodar mejor la vida de nuestro país y de nuestra gente, hay que tener en cuenta qué pasa en el centro del mundo porque en este siglo se va a definir seguramente la nueva redistribución de las commodities, y Argentina tiene lo más importante de lo que el mundo quiere: gas, petróleo, alimentos. Un tipo que quise mucho, con el que tuve tres reuniones, Nelson Mandela, me dijo 'cuando el mundo quiere lo que usted tiene o es capaz de negociar inteligentemente o tiene que prepararse para defenderlo"', concluyó.

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