El día en que el triple agente Baruch Vega reveló en Mendoza que fueron parte del golpe contra Allende

Baruch Vega es un extraño personaje que parece salido de una película de acción, pero que terminó siendo mencionado en películas: inevitable ante su historia. Multifacético, su principal valor parece ser la capacidad de engatusar que desarrolló durante las tres décadas en las que fungió de fotógrafo de situaciones glamorosas, y adquirió fama mundial como tal, aunque en realidad eran un montaje para su oficio real: agente de agencias estadounidenses de inteligencia para cazar narcotraficantes, a las que a su vez engañó, recibiendo pagos de otros para contrabandear información. 

Sobre él, hay un libro que toma su rol entre Colombia y EEUU. Se trata de "Nuestro hombre en la DEA", de Geraldo Reyes, editado en 2007 y cuya reseña editorial indicaba: "La historia de Baruch Vega, un intermediario de la DEA que llevaba narcotraficantes colombianos sin visa a Disney World, y de dos narcos dispuestos a inundar de cocaína el mundo, con la complicidad de un príncipe árabe". Fue premio Planeta aquel año.

Pero nunca se había contado lo que reveló en una entrevista realizada en Mendoza.

Como hombre del FBI, la DEA y la CIA en Colombia, consiguió entregar a unos 114, según contó en una entrevista realizada por el programa "Tormenta de ideas" en setiembre de 2016. Entre sus negociaciones tuvo que pulsear con el mismísimo Pablo Escobar, y por ello valoró en aquel momento la telenovela "El patrón del mal" y denostó a "Narcos", por "poco real". Pero ahora es él quien sale retratado en "Griselda", la historia de Griselda Blanco, "La madrina de la cocaína", que lideró el narcotráfico en Miami y que es una de las series que tiene en cartilla Netflix.

Pero una revelación que hizo en aquella entrevista lo instaló en otra dimensión, al punto de lograr repercusión internacional.  Dijo a "Tormenta de ideas": "Fui el primer infiltrado de Estados Unidos para derrocar a Salvador Allende en Chile".

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Vega, afirmó allí que hubo dobles agentes e infiltrados en todos los lados de la política en Latinoamérica, incluyendo a las guerrillas, "porque la inteligencia no se puede hacer a control remoto: hay que estar adentro", afirmó.

Al respecto sostuvo que como agente estadounidense "penetramos a muchos grupos políticos a nivel mundial". "Estuve envuelto -contó Vega- con el Sha de Irán, anteriormente con Salvador Allende y es un proceso de elementos que me llevan luego a trabajar con el narcotráfico. No fue de la noche a la mañana".

"Salvador Allende fue mi primera operación encubierta. Yo trabajé en contrainteligencia para la CIA en ese entonces y su derrocamiento fue de mis primeras operaciones activas", dijo textualmente en aquella entrevista que le hizo quien firma esta nota junto a los periodistas Santiago Montiveros, Mariano Bustos y Franco Pereira, este último, el productor que consiguió que aceptara hablar con el periodismo de Mendoza.

Justificó tal hecho en que "en el momento en que Salvador Allende subió al poder, Allende y el gobierno de Chile estaban nacionalizando todas las empresas. Una de las empresas más grandes de telecomunicaciones de esa época era la ITT, que estaba basada en Chile. E ITT se ve que estaba siendo tomada por el gobierno chileno. Obviamente, el gobierno norteamericano no quería permitir eso. No era solo la ITT. Eran muchas otras compañías", relató Vega.

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"Entonces, debido a eso -dijo- es que se prepara el derrocamiento contra Allende. Sí, hubo intervención directa del gobierno norteamericano y yo fui parte de eso", confesó en forma contundente Baruch Vega en diálogo co nel programa "Tormenta de ideas".