Amadeo Frúgoli, el ganso mendocino que quería suceder a Galtieri después de la guerra
Amadeo Frúgoli fue ministro de Defensa de la Dictadura durante la Guerra de Malvinas. Cercano a un miembro de la Junta, era el candidato civil para "voltear" a Galtieri. Una nota de archivo a raíz de la muerte del mendocino.
Entrevista publicada originalmente el 2 de abril de 2012.
Amadeo Frúgoli no necesita refugiarse de los insultos y cánticos que persiguen a los Miret, Romano, Petra, Martínez de Hoz y demás civiles que participaron en la Dictadura. Sus caminatas por avenida San Martín son una postal cuasi invariable del centro mendocino, donde avanza a paso lento y, más allá de algún memorioso, su ignota figura termina protegiéndolo.
Murió Amadeo Frúgoli, el mendocino que fue ministro de Defensa durante la Guerra de Malvinas
Como tantos otros referentes del Partido Demócrata mendocino, Frúgoli participó del gobierno de facto, por no decir que estuvo en la "cocina" de la Dictadura: después de ser senador nacional, fue ministro de Justicia de Roberto Viola (1981) y ministro de Defensa de Leopoldo Galtieri (1982). Precisamente, la guerra de Malvinas encontró al mendocino en un cargo central durante un conflicto bélico.
La lectura del archivo arroja suposiciones que algunos califican de información: Frúgoli (a la izquierda) se enteró de la invasión a Malvinas a unos pocos días del desembarco, cuando ya estaba todo definido. Y al mismo tiempo, las fuentes indican que esto le sirvió al ganso para convencer a sus correligionarios de Mendoza de no abandonar el Gobierno tras el asesinato de Benedicto Ortiz, ocurrido el 30 de marzo de 1982. Su misión fue positiva -agregan- ya que el gobernador de facto Bonifacio Cejuela -recientemente fallecido- continuó en su cargo.
En un recorrido más acotado, surgen datos aun más reveladores. ¿Frúgoli pudo ser el sucesor de Galtieri tras el fracaso de Malvinas? La piedra la tiró Juan Bautista "Tata" Yofre, en su libro "1982": el líder del PD estuvo a punto de ser el presidente civil de la Dictadura, asegura. En ese sentido, Yofre -ex titular de la Side- sostuvo que Frúgoli era el hombre que Basilio Lami Dozo, integrante de la junta militar de aquel momento, quería imponer al frente del Ejecutivo.
El plan de Lami Dozo, a quien la Justicia Militar condenó a ocho años de prisión por responsabilidades penales durante la guerra y que fue favorecido con los indultos de Carlos Menem, comenzó a diagramarse a espaldas de Galtieri y de Jorge Isaac Anaya, los otros miembros de la tercera junta militar, y tenía como premisa la asunción de un dirigente político para legitimar a la Dictadura.
"El otro golpe, al que se le adjudicaba un apoyo de la embajada de los Estados Unidos, consideraba que Galtieri tenía que ser depuesto (...) Se sostenía que esta visión contaba con el apoyo del brigadier Lami Dozo (...) Amadeo Frúgoli, el ministro de Defensa, apoyaba este plan", sostiene Yofre en su libro.
Cuando la bibliografía comenzaba a quedar de lado y la búsqueda del paradero de Frúgoli estaba por empezar, aparece un último dato: el ex ministro de la Dictadura impuso a Bonifacio Cejuela como gobernador de Mendoza, a pesar de la resistencia de Juan Carlos Aguinaga. Curiosamente, décadas después, el ex ministro de Seguridad de Celso Jaque se jactaría de su "abstención" a ser partícipe del gobierno de facto para "dispararle" a un hombre de Frúgoli, Arturo Guardiola, subsecretario de Cultura y Educación de Cejuela y actual director de Los Andes.
Frúgoli: "Fue así, era el candidato civil para reemplazar a Galtieri"
"Anda por el fondo de la finca", respondieron al primer llamado a la casa de Amadeo Frúgoli, padre del frustrado candidato a vicegobernador del duhaldismo en Mendoza, Agustín Frúgoli. La segunda llamada demora en ser contestada y al séptimo u octavo tono atiende él, otrora máximo referente de los gansos mendocinos. Entonces, comienza una amable conversación.
Cordialmente, Frúgoli elude la posibilidad de reunirse con este medio, argumentando la realización probable de un viaje. Entonces se le ofrece la chance de responder vía telefónica, y, sin más preludio, "la hacemos ahora", se le plantea. Pero surge un nuevo justificativo para esquivarlo: "Imagínese que la interferencia de un teléfono puede generar inconvenientes para entendernos", avisó.
Sin abandonar su formalidad, ofrece lo que a esta altura aparece como la única salida: el correo electrónico. Sin más opciones -podría planearse una repentina aparición durante uno de sus paseos por el centro, pero llevaría al entrevistado a no contestar una pregunta- el periodista acepta y cierra el primer y tal vez último diálogo con el ministro de dos gestiones militares (la continuidad de Frúgoli fue un pedido de Viola a Galtieri).
-¿En qué circunstancias se enteró de la idea de recuperar Malvinas?
-Me enteré oficialmente el mismo día de la recuperación, en la reunión de Gabinete que se realizó a las siete de la mañana del 2 de abril, y en la que el Presidente de la Nación señaló que las tropas estaban ya en las islas. Extraoficialmente, lo supe el 29 de marzo.
-Cuentan que tras la muerte de Benedicto Ortiz, el PD había decidido dejar el Gobierno mendocino, y afirman que usted vino en persona a convencerlos de lo contrario con el argumento de que estaban a días de recuperar Malvinas.
-Lo que se dice en la versión a la que usted se refiere es toda una novedad para mí. No viajé a Mendoza, ni supe que existiera la decisión partidaria que usted menciona. Por otra parte, la conducción operacional de la Policía de la Provincia, así como de Gendarmería Nacional estaba en manos del jefe de la 8va Brigada de Infantería de Montaña, lo cual eximía de responsabilidad por el lamentable hecho ocurrido al gobierno provincial (argumento que expone hoy el ex ministro de Gobierno de la Dictadura, Alberto Aguinaga, actual abogado de Carlos Rico Tejeiro).
-¿Cuál era su función específica como ministro de Defensa de la Nación?
-Mi función específica estaba señalada en la ley de Competencias de Ministerios. Aparte, tuve a mi cargo los temas de enrolamiento de voluntarios y el manejo del Fondo Patriótico Islas Malvinas(ver aparte). Yo no tenía el manejo operacional, táctico y estratégico de las Fuerzas Armadas, ni formaba parte del Comité Militar.
-¿Fue un acierto o un error que el Partido Demócrata haya encabezado un Gobierno de facto en Mendoza?
-El saldo de la gestión de los hombres del partido que participaron en el gobierno de facto de la provincia fue altamente favorable a los intereses de Mendoza.
-¿Tras la guerra se puede hablar de un saldo positivo para Argentina?
-El heroísmo de quienes lucharon y murieron defendiendo los derechos de soberanía de Argentina sobre las islas del sur, el que debe permanecer en la conciencia y el recuerdo de todos los argentinos como ejemplo enaltecedor de dignidad y coraje.
-¿Qué análisis realiza de la figura del ex gobernador de Malvinas, Mario Benjamín Menéndez?
-Conocí al ex gobernador Menéndez cuando viajé a las Malvinas. El breve trato que tuvimos no me permite formular un juicio fundado sobre su persona.
-En su reciente libro, "Tata" Yofre sostiene que usted era el candidato civil de Lami Dozo para suceder a Galtieri.
-Si, efectivamente fue así.
La última respuesta Frúgoli sorprende al interlocutor, a quien le toma unos segundos asimilar la confesión y dirigir su mirada al "le envío mi saludo, atentamente, Amadeo Frúgoli" con que finaliza el último mail de la entrevista. A partir de esta frase, se presenta un universo de repreguntas, pero los tiempos que transcurre entre consulta y respuesta agotan esta alternativa.
No hay imagen reciente de Frúgoli para acompañar esta nota, aunque esta posibilidad casi llega en la última etapa del informe. "Lo vi cruzando la calle en San Martín y Rivadavia, le quise sacar una foto con el celular pero terminé enfocando el volante. ¿Te sirve?", ironiza uno de los pocos mendocinos que reconoce al ganso, al que en 2009 le anularon su jubilación de privilegio de más de 5.000 pesos.
La misma persona, envalentonada con el tema, se mete y remarca: "Te pasé una nota. Aparentemente estuvo a punto de ser vicepresidente". Efectivamente, en las publicaciones que siguieron a la guerra, el Ejército aceptó la posibilidad de posicionar a un civil debajo de un jefe de Estado militar. Entonces, admito su información, pero le tiro la confesión de Frúgoli, y el link que me adjuntó vuelve a quedar en un segundo plano.
¿Cuánto más pesada sería la mochila del Partido Demócrata si además de haber tenido gobernadores en la Dictadura coronara su fidelidad con un presidente de la Nación? Sin dudas, ésta hubiese sido la frutilla del postre para un sector que desde el advenimiento de la democracia ha oscilado entre la chatez y el oportunismo. Pero más allá de la sugerente pregunta, la reacción de los gansos sería idéntica: mostrar las manos limpias después de lavárselas durante los últimos 29 años.
Santiago Montiveros
En Twitter: @montiverosSA